Análisis clínicos: avances más allá de la medicina

Escrito por Dr. Mikel Longa Peña | Dec 27, 2017 12:09:56 PM

Los análisis clínicos son exámenes cualitativos y cuantitativos de los componentes del organismo con un fin diagnóstico, es decir, para ayudar a detectar o descartar posibles enfermedades. Además, se busca que sean precisos y exactos, esto es, que si se repiten, los valores se reproduzcan de la misma manera.

Mediante los análisis clínicos se analizan diferentes fluidos o compuestos de nuestro organismo (sangre, orina, heces…) y se lleva a cabo una distinción y separación de las partes de algo para conocer su composición.

Los resultados de los análisis clínicos se clasifican en dos tipos, predictivo positivo, que indica la probabilidad de padecer una enfermedad, y predictivo negativo, que descarta la posibilidad de sufrirla. Como ejemplo se puede utilizar la determinación de un parámetro llamado Dimero D, derivado de la fibrina, que aumenta en casos de trombosis y embolias. Pues bien, si da negativo, se tiene una seguridad del 100% de no padecer trombosis. Pero, si el resultado es positivo, únicamente hay entre un 25% y un 30% de posibilidades de que exista un proceso tromboembólico.

Automatización y robotización: los análisis clínicos se modernizan

El desarrollo de la especialidad en los últimos años ha sido espectacular, tanto a nivel tecnológico como médico. La automatización del laboratorio no comenzó hasta los años 80 y se prolongó hasta finales de siglo, cuando se implantó la robotización que ha dado lugar a la concentración de grandes cantidades de muestras en un solo laboratorio. En este desarrollo influye de forma fundamental la aplicación de programas de gestión informática de laboratorio (SIL), que facilita extraordinariamente el cuadro de mando y control.

Junto con la tecnología y la informática aparece un nuevo concepto, el de la calidad y sus normas ISO, que han contribuido espectacularmente en la mejora de la calidad de los análisis clínicos. En cuanto a la faceta médica, los avances han sido aún más espectaculares. La llamada cromatografía, unida a la espectometría de masas, ha aportado gran claridad en la identificación de sustancias tóxicas en el organismo como fármacos, drogas y tóxicos, con el consiguiente avance en los ámbitos policial, control de drogodependencias, medicaciones...

Por otro lado, la reacción en cadena de la polimerasa ha logrado dar un gran paso en el diagnóstico de enfermedades infecciosas que, hasta el momento, se realizaba de manera indirecta a través de la presencia de anticuerpos, lo que no siempre era exacto.

Huelga destacar que estas nuevas técnicas constituyen, asimismo, un avance fundamental en medicina legal y forense, con aplicación en litigios en materia de investigación de delitos y reclamaciones de paternidad. Por último, la secuenciación del ADN permite investigar la información genética tanto propia como transmisible y heredable.