La exploración de tus propios senos en casa es una técnica que puede contribuir a detectar el cáncer de mama de manera precoz. Mediante unas pautas fáciles de realizar, te permitirá conocer mejor la forma, tacto y aspecto de tus pechos y detectar si se produce algún cambio.
Aunque nunca sustituye a los procedimientos clínicos de diagnóstico precoz como las mamografías y las ecografías mamarias, es un método complementario para reforzar el control.
Te explicamos los pasos para realizar esta técnica sencilla de autoexploración mamaria visual y de tacto. Debes consultar con tu médico si detectas algún cambio para que pueda realizar una exploración profesional, pero recuerda que no has de preocuparte antes de tiempo, puesto que la aparición de alteraciones o bultos en las mamas es habitual a lo largo de los años y la mayoría de ellos son benignos.
Es aconsejable empezar a realizar autoexploraciones del pecho a partir de los 40 años, o antes si existen antecedentes familiares de primer grado (madres, hermanas o hijas) con cáncer de mama. Se recomienda hacer este chequeo una vez al mes, entre 3 y 5 días después de que aparezca la menstruación. De esta forma, los senos no estarán tan sensibles al tacto y podrás realizar la exploración de manera más cómoda.
Si estableces el hábito de chequear tus pechos de manera periódica, podrás conocer mejor su aspecto, consistencia y tacto y te será más fácil detectar cualquier cambio. Para hacerlo correctamente, deberás realizar una exploración visual y táctil, siguiendo unas simples pautas.
En primer lugar, realiza un chequeo visual para observar posibles cambios en la forma de los pechos:
Después, haz una exploración mediante el tacto. Debes hacerla tumbada y luego en pie, siguiendo estos pasos:
Estas exploraciones mamarias te permitirán conocer mejor cómo son tus pechos y detectar si hay alguna variación. Deberás contactar con tu médico si durante estos auto chequeos observas:
Recuerda que no debes preocuparte en exceso si encuentras un bulto, ya que en la mayoría de los casos son benignos y no están relacionados con el cáncer de mama. En todo caso, si observas alguno de estos síntomas, pide hora con tu médico, quien te hará una exploración y realizará todas las pruebas necesarias para llegar al diagnóstico correcto.