La pandemia provocada por el Covid- 19 en los cuatro meses transcurridos desde el primer brote surgido en la ciudad china de Wuhan ha puesto de manifiesto los peligros que entrañan los virus para la salud. La virulencia del coronavirus como consecuencia de la facilidad con la que se contagia ha obligado a decretar el estado de alarma en España, siendo Euskadi una de las comunidades más afectadas desde que se detectó el primer caso a finales de febrero en Álava. Los síntomas más comunes incluyen fiebre, tos seca y sensación de falta de aire. Algunos pacientes pueden presentar cansancio, dolores, congestión nasal, rinorrea, dolor de garganta o diarrea, pero normalmente son leves y aparecen de forma gradual. De hecho, algunas personas se infectan pero no desarrollan ningún malestar.
Los casos más graves se dan en personas mayores o en aquellos individuos que tienen enfermedades previas de corazón, pulmón o están inmunodeprimidos. Pero la mayoría de las personas infectadas por el coronavirus (alrededor del 80%) se recupera sin necesidad de realizar ningún tratamiento especial.
El Covid-19 puede propagarse a través de las gotículas de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala aire. Estas caen sobre los objetos y superficies que la rodean, de modo que el contagio se produce si se tocan esas zonas y luego se llevan las manos a los ojos, la nariz o la boca. También puede contraerse si se inhalan las gotículas, por eso es tan importante mantenerse a más de un metro de distancia de cualquier persona.
El modo de transmisión del coronavirus marca las medidas que deben seguirse para impedir que se cuele en nuestro organismo:
También es importante adoptar hábitos de higiene respiratoria: al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable; en este último caso, se debe tirar inmediatamente a la basura y lavarse las manos.
Por último, recordar que si se presentan síntomas (fiebre, tos seca o dificultad para respirar) se debe llamar al teléfono 900 20 30 50 o, en su caso, pedir cita con el médico de cabecera para no saturar las urgencias hospitalarias.