Tener buena salud es uno de los bienes más preciados y para conseguirlo hay dos factores muy importantes a tener en cuenta: adoptar hábitos de vida saludables y realizarse controles periódicos rutinarios para detectar posibles patologías con antelación.
Porque muchas enfermedades tienen mejor cura y recuperación si se tratan a tiempo. Y de ahí la importancia de la prevención.
Falta de tiempo, cansancio, pereza, miedo… Son algunas de las razones por las cuales muchas personas dejan de acudir al médico. Pero la realidad es que ir al médico debería ser una especie de rutina para cada uno de nosotros. Realizarse revisiones periódicamente puede ayudar a la detección precoz de posibles patologías y hacer que su tratamiento sea mucho más sencillo y llevadero.
¿Alguna vez te has preguntado por qué sufres tanto dolor en los pies? ¿O te has preocupado por la alopecia o el acné? ¿Quieres saber a que se debe que tengas tantos aires durante el día y acidez estomacal? ¿O acabar con el bruxismo?
Es normal que en muchas ocasiones no sepamos qué tipo de chequeo tenemos que hacernos. Consultar con tu médico de familia es una muy buena opción. Te ayudará al control de tu salud indicando las pruebas diagnósticas adecuadas en función de tus antecedentes personales y los factores de riesgo. Además, en IMQ hemos elaborado una tabla para que puedas saber qué pruebas médicas y patologías son más habituales en función de tu rango de edad.
Además de realizarte revisiones médicas periódicas, es muy importante adoptar hábitos de vida saludable. A continuación, te damos algunas pistas de cómo puedes empezar a cuidarte.
Es muy recomendable realizar actividad física a diario. Hacerlo permite quemar las calorías sobrantes de nuestro organismo y ayuda a fortalecer los músculos y los huesos. Una buena idea para empezar a moverte es caminar a paso rápido durante al menos 30 minutos cada día.
Para tener una alimentación saludable es muy importante incluir en nuestra dieta los alimentos que están contemplados en la pirámide nutricional. Para hacerlo en las proporciones adecuadas debes tener en cuenta cuál es tu estilo vida y ajustarlos según tus necesidades.
El tabaco y el alcohol tienen efectos muy negativos sobre nuestra salud. Si bebes vino o cerveza lo recomendable es limitar el consumo a una copa diaria.