¿Sabías que la endometriosis afecta a más del 15 % de las mujeres? ¿Sabías que es una de las enfermedades que más tarda en diagnosticarse y que está directamente relacionada con la infertilidad femenina?
La endometriosis es una enfermedad de tipo benigno consistente en un desarrollo anormal del endometrio fuera del útero. Como consecuencia, puede asentarse en cualquier parte del organismo. Los lugares más frecuentes son:
Se presenta en forma de pequeñas placas (implantes), placas más grandes (nódulos) o quistes en los ovarios (endometriomas, "quistes de chocolate", por el contenido de su interior) durante la etapa reproductiva. Cuando las pacientes tienen lesiones pequeñas puede pasar desapercibida durante años. Por este motivo se ha convertido en una de las principales causas de infertilidad femenina.
Su desarrollo es imprevisible. Mientras que en algunas mujeres se mantiene sin modificaciones durante años, en otras el crecimiento del endometrio se descontrola pudiendo llegar a extenderse por zonas extrapélvicas.
A día de hoy seguimos sin saber cuáles son las causas que provocan la endometriosis. Sin embargo, existen ciertos factores de riesgo que pueden alertarnos. Los más frecuentes son:
Prácticamente en el 30 % de los casos son asintomáticos. En el resto, pueden presentarse algunos de los siguientes síntomas.
Aproximadamente el 70 % de las mujeres con endometriosis sufren dolor pélvico, principalmente durante la menstruación (dismenorrea). También es habitual la presencia de dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia). Esto sucede porque, durante la penetración vaginal, se puede llegar a ejercer presión en zonas afectadas por la endometriosis. Como los fondos de saco vaginales o los ovarios.
Por ejemplo, la aparición de sangrados intermensuales, sangrado muy abundante durante la menstruación y ciclos de menos de 27 días.
Las consultas por esterilidad o infertilidad alertan a los médicos sobre esta enfermedad.
En los casos en los que esta enfermedad afecta a zonas extrapélvicas (como tubo digestivo o aparato urinario), se aprecian afecciones relacionadas con la localización. Por ejemplo, orinar con mayor frecuencia, si está presente en el aparato urinario, o sangrado, estreñimiento e incluso diarrea, muy frecuentemente coincidiendo con la menstruación, si afecta al aparato digestivo.
Además de los signos previamente descritos, existen ciertas pruebas para el diagnóstico de la endometriosis:
Las visitas regulares al ginecólogo son importantes para todas las mujeres, el tipo de pruebas ginecológicas que se practican difieren de manera sustancial en función de la edad. En nuestra guía de pruebas ginecológicas por edades te ayudamos a contextualizar los distintos exámenes ginecológicos según tu edad. Además, también te ofrecemos un calendario resumido con las diferentes pruebas:
Podemos utilizar diferentes tratamientos para la endometriosis. El objetivo, siempre, es controlar los síntomas, fundamentalmente el dolor pélvico, puesto que no es posible alcanzar su curación hasta hoy. Decantarnos por unos u otros dependerá de la afectación de la calidad de vida de la mujer y de la posibilidad de su repercusión en la posibilidad de quedarse embarazada.
En los casos leves puede no precisarse tratamiento alguno o la utilización de antiinflamatorios, cuando lo considere preciso la mujer.
Se trata de una técnica complementaria que ha resultado muy útil en el tratamiento de esta dolencia. Esta, unida a cambios en el estilo de vida y la alimentación, tiene unos resultados muy aceptables para el control de los síntomas en un buen número de los casos detectados.
Si los síntomas afectan a la calidad de vida de la mujer, se planteará un tratamiento médico con la finalidad de inhibir los estrógenos para dejarlos al nivel en el que se encuentran durante el embarazo o la menopausia.
Para conseguir este efecto se pueden usar distintos tipos de fármacos, a saber: contraceptivos combinados, contraceptivos basados en gestágenos puros, el danazol, la gestrinona, el dienogest, etc.
Existen otros tratamientos médicos más caros pero con limitaciones en su tiempo de uso (análogos de la GnRH). Por todo ello, se elegirán inicialmente los preparados referidos anteriormente, incluso en los casos más severos.
La cirugía de la endometriosis debe restringirse a aquellos casos que no responden al tratamiento médico, a las complicaciones originadas por la afectación de órganos abdominopélvicos (intestino y/o aparato urinario) o a casos muy seleccionados que pudieran afectar a la fertilidad. El tratamiento quirúrgico puede ser:
«¿Puedo embarazarme con endometriosis?» Esta es una de las dudas más frecuentes entre las pacientes. La relación entre la endometriosis y la infertilidad es bien conocida. Aproximadamente entre el 25-50 % de mujeres con endometriosis tienen problemas para quedarse embarazadas. Esta enfermedad puede causar infertilidad por los siguientes motivos:
Mantener controlada esta enfermedad es una manera de no perder la oportunidad de quedarse embarazada. De hecho, muchas mujeres con endometriosis de tipo moderado o leve pueden concebir espontáneamente, sin necesidad de recurrir a técnicas de reproducción asistida.
Por otro lado, el propio embarazo podrá tener un efecto muy positivo para la propia enfermedad, no teniendo acción curativa pero sí de regresión de focos endometriósicos que podrán mantenerse tras el parto mediante la continuación de tratamiento médico.
La endometriosis es una enfermedad difícil de diagnosticar y que está detrás el 25-50 % de los casos de infertilidad en las mujeres. Muchas pacientes acudirán a múltiples consultas médicas hasta que son diagnosticadas.
Aunque sin conocerse las causas, y sin poseer curación, hoy en día tiene tratamiento. Dependiendo de la afectación de la calidad de vida de la mujer por la enfermedad, se puede optar por aplicar unos u otros métodos, haciendo que ésta interfiera lo menos posible en su actividad diaria.