Gran parte de nuestros hábitos relacionados con el cuidado personal y de la salud dependen de factores sociales y culturales sin tener ninguna evidencia científica que los respalde. En el caso de la higiene íntima, al ser algo tabú, muchas veces nos avergonzamos de preguntar sobre si cierta acción o producto que utilizamos es beneficioso o no. Desarrollaremos en este post algunos de los malos hábitos que pueden afectar a la salud íntima y una pequeña guía para cuidarla de una manera adecuada.
Muchas mujeres quieren eliminar cualquier olor, fluido o mancha proveniente de los genitales, abusando de productos sin ningún tipo de prescripción médica o automedicándose cuando aparecen síntomas indeseados. La utilización frecuente de estos productos puede enmascarar los síntomas de patologías serias, además de aumentar la incidencia de enfermedades genitales.
Los malos hábitos en la higiene íntima están relacionados con el desarrollo de vulvovaginitis e infecciones de transmisión sexual. La vulvovaginitis aparece cuando el ecosistema vaginal normal se altera, produciendo un cuadro de picor, dolor, eritema y cambios en el olor y flujo vaginal. Esto ocurre porque mediante productos utilizados sin prescripción médica como son los lubricantes, espermicidas o cremas íntimas se altera el pH vaginal, facilita la desestructuración de la mucosa de la vagina y tiene un efecto bactericida sobre la flora bacteriana saprófita que controla que otros microorganismos indeseados no crezcan. Por ejemplo, se ha comprobado que lactobacilos saprófitos de nuestra vagina ayudan a inhibir el crecimiento de la bacteria que causa la gonorrea.
Repasaremos algunas prácticas que pueden causarte serios problemas y no deberías realizar a partir de ahora:
Es el acto de irrigar el interior de la vagina con agua u otros líquidos como vinagre, bicarbonato o yodo para controlar el olor, los fluidos menstruales y supuestamente evitar las infecciones. Las duchas vaginales se desaconsejan porque altera la flora vaginal y predispone a la aparición de enfermedad inflamatoria pélvica, endometriosis, vaginosis bacteriana o ITS (infección de transmisión sexual). De hecho, existe relación con el uso de productos de higiene íntima con ITS.
Las toallitas femeninas irritan la piel de la vulva, predisponiendo la aparición de dermatitis. El uso de desodorantes íntimos predispone la aparición de reacciones alérgicas o dermatitis vulvar. Los geles, espermicidas y demás productos pueden alterar el pH vaginal y la piel de la zona.
Eliminar el vello púbico es una cuestión puramente estética y no tiene ninguna explicación basada en la higiene como mucha gente piensa. El vello púbico es una barrera física que nos ayuda a impedir la colonización por microorganismos indeseados. Por tanto, su afeitado, aparte de causar microtraumas y sus consiguientes complicaciones como infecciones y dermatitis, facilita la infección por ITS.
La descarga del flujo vaginal es una forma de protección frente a infecciones que tiene la vagina. Este líquido contiene células desescamadas, células epiteliales, moco y plasma. Es un mecanismo de defensa frente a infecciones vulvovaginales por lo que taponar su salida impide esta función.
Cuando introducimos productos para la menstruación en nuestra vagina hemos de intentar hacerlo en las condiciones más asépticas posibles. Hay muchas bacterias que se transmiten con el contacto y sobreviven en la superficie de los productos íntimos, por lo que debemos evitar que se colonicen para que no nos produzcan infecciones. En este asunto también es clave respetar las indicaciones del fabricante y cambiarse de tampón/copa/esponja en los intervalos aconsejados para evitar el síndrome del shock tóxico, provocado por las toxinas bacterianas liberadas al torrente sanguíneo.
Ahora que ya conocemos lo que no debemos hacer, ¿qué indicaciones deberemos seguir para mantener una buena higiene femenina?
Ante todo, cuando notes algún síntoma preocupante en tus partes íntimas no dudes en consultar con tu médico de familia o ginecólogo. Automedicarte o aplicar remedios caseros pueden empeorar la situación.