Durante el periodo gestacional son frecuentes las náuseas y vómitos, pero existen casos en los que estos síntomas persisten de forma severa, alcanzando una notable pérdida de peso. Estos síntomas pueden indicar una hiperémesis gravídica en el embarazo.
Aproximadamente, un 80% de las mujeres presenta náuseas y vómitos durante el embarazo. La hiperémesis gravídica afecta alrededor de un 2% de las embarazadas y consiste en una agravación y mayor intensidad de estos síntomas, a los que se suman otros que pueden ir intensificándose de forma paulatina y que pueden poner en riesgo la salud de la madre y el bebé si no se trata adecuadamente.
La hiperémesis gravídica no tiene una definición todavía consensuada. Es por esto, que se deben analizar los síntomas y el estado de la embarazada para descartar otras patologías que puedan tener asociados los mismos síntomas.
Es común que las embarazadas presenten estos síntomas entre la semana 6 y la semana 12 de embarazo, pero en la hiperémesis gravídica, las naúseas y vómitos pueden alargarse y permanecer durante todo el periodo gestacional en los casos más severos.
Algunos de los síntomas frecuentes son los siguientes:
Como consecuencia de los indicios iniciales, pueden aparecer otros síntomas que agravan la situación, tales como migrañas, descenso de la presión arterial, fatiga o desmayos.
No existe una sola causa ni se conoce todavía un causante exacto que pueda determinar su aparición , pero sí existen algunos posibles causantes que se han detectado en pacientes con hiperémesis gravídica:
No existe un tratamiento específico, pero existen tratamientos para paliar los síntomas. Por tanto, el tratamiento dependerá de la severidad de los síntomas en cada caso concreto. Dentro del tratamiento , se incluyen recomendaciones no farmacológicas que pueden ayudar a disminuir los síntomas y, por otro lado, se pueden requerir tratamientos farmacológicos.
Los síntomas de la hiperémesis gravídica pueden ir aumentando e intensificándose de forma gradual, por lo que el tratamiento farmacológico también se suministra de forma escalonada de acuerdo al desarrollo de los síntomas:
En los casos en los que la sintomatología de la hiperémesis gravídica es severa, se puede requerir la hospitalización y la administración por vía venosa de fármacos que mantengan la hidratación y el tratamiento necesarios para la paciente, así como la realización de pruebas clínicas que descarten posibles complicaciones.
Especialista en Ginecología de la Clínica IMQ Zorrotzaurre