Insuficiencia renal crónica

Escrito por Dra. Izaskun Iribar | May 18, 2021 6:23:05 AM

La insuficiencia renal crónica es un problema emergente en todo el mundo. Se trata de un conjunto de enfermedades heterogéneas que afectan a la estructura y función de los riñones. En nuestra sociedad, cada vez tiene más importancia dada su elevada prevalencia: un 10 % de la población adulta se ve afectada, de ahí la importancia de su detección precoz, tratamiento, control de la progresión y de las complicaciones.

Los pacientes con enfermedad renal crónica, sobre todo en los primeros estadios, están frecuentemente sin diagnosticar ya que suelen ser asintomáticos y muchas veces se detectan solamente cuando se estudian otras enfermedades. Dado que su inicio suele ser asintomático, es necesario prestar una adecuada atención a la aparición de posibles síntomas, como hipertensión, edemas, poliuria (el cuerpo produce más orina de lo habitual) o nicturia (aumento de la frecuencia en la micción nocturna de orina).

La prevalencia aumenta de manera progresiva con la edad, debido a que la función renal declina a partir de la tercera década de la vida, siendo un proceso fisiológico asociado al envejecimiento. Esto es algo que conviene aceptar, como se acepta, por ejemplo, el empeoramiento de la agudeza visual.

Factores que favorecen la insuficiencia renal

Hay factores que incrementan la posibilidad de padecer daño renal. Los principales son:

  • Diabetes
  • Hipertensión
  • Obesidad
  • Antecedentes familiares de enfermedad renal crónica

Visto que en nuestra sociedad cada vez son más frecuentes la diabetes y la hipertensión, éstas encabezan las primeras causas de la insuficiencia renal.

Prevención

En cuanto a la prevención, para evitar la progresión de la enfermedad, independientemente de la causa que genera la insuficiencia renal, es vital:

  • Un buen control glucémico.
  • Mantener la presión arterial dentro de unos umbrales saludables.
  • Llevar un estilo de vida saludable.
  • Realizar ejercicio físico.
  • Evitar la ingesta excesiva de sal.
  • Abstinencia de bebidas alcohólicas y tabaco.
  • Minimizar el uso contrastes yodados.

Es importante recalcar la importancia de evitar la automedicación y la toma de fármacos tóxicos para la función renal como los antiinflamatorios no esteroideos (AINE), tales como el ibuprofeno y otros, tan usados en la actualidad.

Ante la sospecha de una enfermedad renal, la mejor forma de diagnosticarla es la realización de una analítica de sangre y orina por su médico de atención primaria, que determine su existencia, la gravedad de esta y la necesidad de derivarlo a un especialista de Nefrología.

Enfermedad renal crónica avanzada

Los pacientes que finalmente presentan una insuficiencia renal crónica avanzada deben ser preparados para recibir la opción terapéutica más apropiada, dada la gran repercusión psicosocial que va a suponer tanto en la vida del paciente como en la de sus familiares.

El paciente debe ser informado por personal especializado de que existe prediálisis en las unidades de nefrología, para elegir su mejor opción, tanto si se decide por el tratamiento conservador como por una de las terapias renales sustitutivas.

En caso de que se opte por el tratamiento conservador, el paciente continuará recibiendo el soporte y los cuidados paliativos renales que precise. Si opta por las terapias renales sustitutivas, actualmente son la hemodiálisis, la diálisis peritoneal y el trasplante renal (con donante vivo o de cadáver). En el último caso, para optar a un trasplante renal de cadáver, el paciente debe haber sido incluido previamente en el programa de hemodiálisis o diálisis peritoneal.

Promover estudios y proyectos de investigación sobre la prevención, diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad es esencial, en colaboración con las sociedades científicas. Además, para mejorar la calidad de vida y la educación sanitaria para después poder tomar decisiones con un mayor conocimiento, se deben llevar a cabo más investigaciones psicosociales en pacientes renales. Esto se debe a que es imprescindible involucrar al paciente en su autocuidado para lograr un buen control de la enfermedad.