La presencia de células tumorales en la glándula de la próstata es uno de los cánceres más habituales entre los hombres, aunque en la mayor parte de los casos los pronósticos son favorables, sobre todo si se realiza un diagnóstico precoz. Existen diversas pruebas que permiten detectar el cáncer de próstata en estadios iniciales y establecer cuál es el mejor tratamiento a seguir.
Con el paso de los años, la próstata va aumentando su tamaño y es habitual que provoque síntomas como la necesidad de orinar con mayor frecuencia, la dificultad al iniciar la micción o la disminución de la presión en el flujo de la orina. Estos signos no permiten diferenciar el crecimiento benigno (hiperplasia prostática) del cáncer de próstata ni de otras patologías como la infección de la glándula (prostatitis). En sus etapas iniciales, el cáncer de próstata no presenta sintomatología, por ello el método de detección consiste en pruebas de cribado periódicas que se realizan en función de la edad y las características del paciente.
Las pruebas dirigidas a detectar la presencia de un tumor en la glándula prostática son:
El PSA es una sustancia que se produce en la próstata y un nivel de concentración alto en la sangre puede ser signo de cáncer de próstata. Aún así, la prueba no es determinante, ya que existen otras causas que pueden provocar un alto nivel de PSA en sangre. En la actualidad disponemos también de marcadores específicos de riesgo de cáncer de próstata en sangre ( 4Kscore, PH index) y en orina (Select MDx, PCA3), aunque se utilizan en casos de duda si el PSA no es concluyente y ante la persistencia de sospecha de enfermedad luego de una biopsia previa negativa.
Este examen permite detectar nódulos o áreas anormales en la próstata. La prueba consiste en la introducción de un dedo dentro de un guante lubricado en el recto para palpar la próstata a través de la pared rectal. La glándula prostática está situada justo delante del recto, por lo que la exploración se realiza de manera sencilla, rápida e indolora.
En función de los resultados, se realizarán las siguientes pruebas:
Si se ha detectado la presencia de células tumorales en la glándula prostática, el siguiente paso consistirá en realizar las pruebas necesarias para saber cómo está avanzando la enfermedad, en qué etapa se encuentra y cuál es el nivel de agresividad de las células cancerígenas. Los tratamientos pueden ser muy diferentes en función de estos factores, por ello es esencial conocer su estado y evolución antes de establecer el mejor camino a seguir.
Los exámenes médicos para conocer en qué etapa se encuentra la enfermedad son:
El mejor tratamiento a seguir frente a un tumor en la glándula prostática dependerá de diferentes variables, que serán evaluadas por el equipo de médicos especialistas. Las pruebas médicas permitirán establecer en qué etapa se encuentra la enfermedad, así como el nivel de agresividad de las células tumorales, que se mide utilizando el sistema de Gleason. Esta información, junto con la edad y el estado de salud del paciente son los factores determinantes para decidir el tratamiento más adecuado.
Debemos recordar que gracias a las pruebas de detección temprana y la mejora en los tratamientos, los índices de superación del cáncer de próstata han aumentado de forma muy importante en las últimas décadas. Aún así, como en todas las patologías oncológicas, la detección precoz es la medida más efectiva para obtener un pronóstico favorable y superar con éxito la enfermedad.