¿Sabes que las alergias frecuentes en niños representan un porcentaje elevado de las que afectan a la población general? Las personas con estos padecimientos experimentan un deterioro en su calidad de vida. Además, estas enfermedades, que van en aumento, suponen un coste elevado para los sistemas de salud.
Las alergias se definen como reacciones desproporcionadas del sistema inmune frente a sustancias o alérgenos que no causan respuestas en el resto de las personas. Son específicas, es decir, que se desencadenan en cada caso por una sola sustancia o familia de sustancias con estructuras similares.
Estas reacciones son consecuencia de la interacción entre factores genéticos y ambientales. Aunque las alergias no tienen cura, las personas afectadas siempre pueden evitar el contacto con la sustancia desencadenante, lo que limita sus actividades laborales, su dieta y su ocio.
Por otra parte, las reacciones y los síntomas pueden atenuarse con la edad, aunque en muchos casos se prolongan a lo largo de toda la vida. En el caso de las alergias respiratorias, las vacunas antialérgicas administradas por el pediatra o el alergólogo, pueden disminuir de forma significativa los síntomas llegando incluso a desaparecer. Los alérgenos más frecuentes son:
En el caso del polen, su concentración en el aire depende de factores meteorológicos y de los períodos de reproducción de las plantas. En Euskadi, en febrero y marzo predomina el polen del pino y abedul y en mayo y junio el polen de las gramíneas.
Las reacciones más comunes se manifiestan con lo que se llama síntomas de alergia primaveral: secreción nasal abundante con congestión nasal, picor en la garganta, estornudos y ardor en los ojos con lagrimeo. Las personas con asma bronquial asocian fatiga, tos y ruidos en el pecho al respirar (sibilancias).
Las alergias alimentarias, por su parte, se manifiestan con picor en la boca, labios hinchados, urticaria, dolor abdominal, diarrea, vómitos y mareos.
Un 20 % de los pacientes con alergia tienen el riesgo de presentar una reacción grave en forma de reacción anafiláctica. Los síntomas se presentan en minutos:
Las reacciones alérgicas suelen aparecer en la infancia, especialmente si hay antecedentes familiares. La mayor susceptibilidad del sistema inmunológico en los niños genera diversos tipos de alergias. Te mostramos los principales.
Los ácaros son animales microscópicos que proliferan en las almohadas, colchones, nórdicos, peluches y muebles tapizados. Se alimentan de las células muertas que se desprenden de tu piel. Por esa razón, es conveniente poner al sol los muebles, ventilar las habitaciones y adquirir colchones y almohadas fabricados con materiales antiácaros.
Como te explicamos anteriormente, la alergia a los alimentos es también específica. Por ejemplo, ser alérgico a las almendras no significa que también lo serás a las nueces. El signo más evidente es que los síntomas se presentan pocos minutos después de comer.
Las sustancias responsables son, generalmente, las proteínas presentes en alimentos como frutos secos, mariscos, soja, leche de vaca o huevos. Así pues, resulta imprescindible eliminar el alimento causante de la dieta y revisar las etiquetas de los productos para asegurarse de que no los contienen.
La presencia de polen en el aire depende del momento de floración de cada planta, pero la primavera es la temporada más temida por las personas que sufren de alergia al polen. Actualmente, es posible consultar los niveles y tipos de polen para reducir la exposición, gracias a detectores ubicados en San Sebastián, Vitoria-Gasteiz y Bilbao. En todo caso, conocer cuál es la variedad de polen presente en el aire es fundamental, porque las alergias son específicas para cada tipo.
El pelo y la caspa de los animales, así como la saliva o la orina, también son desencadenantes frecuentes de alergias respiratorias o cutáneas en la infancia. Si esto sucede, vale la pena sopesar la conveniencia de tener una mascota en casa. Con todo, hay que evitar que entre en las habitaciones donde duermen los niños.
Las alergias frecuentes en niños pueden prevenirse y tratarse. Recuerda que es muy importante identificar la sustancia que las causa y evitar la exposición. En el caso de alergias alimentarias graves recuerde llevar siempre consigo adrenalina autoinyectable.
¡Sigue siempre los consejos de tu pediatra y alergólogo para controlarlas!