Cada vez son más las mujeres que se deciden por la copa menstrual como alternativa a las compresas y tampones, y la gran mayoría están muy satisfechas con el cambio. Pero lanzarse a utilizarla también puede generar algunas dudas: si será difícil de colocar, si causará irritación... y, sobre todo, si puede provocar incómodas fugas. Por eso, te explicamos cómo colocar la copa menstrual de manera correcta y sencilla para que no tengas que preocuparte.
Antes de nada, te contamos en qué consiste la copa menstrual. Es un dispositivo hecho de silicona que se encaja dentro de la vagina y recoge la menstruación. Aunque en el mercado existen copas de otros materiales, es muy aconsejable optar por la silicona médica, puesto que no provocan alergias, son resistentes a las bacterias y además tienen un tacto muy suave que evitará irritaciones.
Existen diferentes tipos de copa menstrual y la elección variará en función de: si has tenido o no un parto vaginal, la fortaleza de tu suelo pélvico y la cantidad de menstruación. Es importante escoger la que mejor se ajusta a tu cuerpo, puesto que tiene que quedar bien sellada contra las paredes vaginales para que no haya ninguna fuga.
Con el tiempo, ponerte y quitarte la copa es algo que resultará muy sencillo y podrás hacer casi sin pestañear, pero las primeras veces puede resultar un poco aparatoso. Es posible también que al principio no acabe de sellar a la primera y tengas que volver a colocarla o utilizar salvaslips hasta sentirte del todo confiada. Para ayudarte a hacerlo de forma más rápida y segura, te contamos cuáles son todos los pasos a seguir:
Si te da más seguridad, la primera vez puedes quitarte la copa menstrual en el bidé o en la bañera, así no tendrás miedo a manchar ni a que se caiga en el inodoro. Una vez compruebes cómo se retira, seguramente te será más cómodo hacerlo sentada en el WC. Para quitarla, simplemente presiona con un dedo la base de la copa -o inclínala hacia un lado- para romper el sello que ha creado contra las paredes de la vagina. Notarás que se mueve con facilidad, y lo único que tienes que hacer es estirar suavemente hacia fuera.
Tras vaciarla en el inodoro, y antes de colocarla de nuevo, solo es necesario limpiarla con agua corriente, pero si vas a guardarla hasta la siguiente menstruación, sí debes esterilizar bien la copa previamente. Para ello, el método más habitual consiste en sumergir el dispositivo de silicona en agua hirviendo durante 6 o 7 minutos, evitando que la copa toque las paredes del recipiente, y posteriormente, dejar que se seque al aire.
La copa menstrual ha ido ganando adeptas a lo largo de los últimos años y las razones son múltiples. En primer lugar, porque es una solución más ecológica y económica frente a otros artículos de higiene íntima, ya que no genera desechos y puede durar hasta 10 años, en función del modelo.
Además, no contiene ningún agente químico y no altera el equilibrio bacteriano de la vagina, puesto que no absorbe los fluidos, simplemente los recoge en su interior. Por todo ello, es una alternativa muy aconsejable y a la que es más fácil acostumbrarse de lo que puedas pensar.