En la lucha contra los signos externos del envejecimiento, el retinol es un aliado insustituible. Esta sustancia brinda innumerables beneficios, por lo que se ha convertido desde hace décadas en un elemento esencial dentro de la cosmética moderna. ¿Quieres conocerlo mejor? ¡No te pierdas lo que te contamos en este artículo!
El retinol, el ácido retinoico y el retinal componen la familia de los retinoides, un grupo de compuestos derivados de la vitamina A. Se encuentran de forma natural en la barrera protectora cutánea y, gracias a su bajo peso molecular, se difunden a la dermis y la epidermis. Su acción en los tejidos consiste en contrarrestar el efecto de los factores internos y externos que causan el envejecimiento.
Con el paso del tiempo, va disminuyendo la producción de colágeno y de elastina, las proteínas estructurales que proporcionan sustento a la piel. Por otra parte, los efectos del daño solar causado por las radiaciones ultravioleta se acumulan.
El resultado es que tu cutis comienza a mostrar signos de envejecimiento prematuro, como manchas, arrugas y líneas de expresión. Además, se produce una pérdida de elasticidad y firmeza, que modifican el óvalo de la cara. En estos casos, se hace necesario recurrir a remedios antiedad.
Cabe destacar que no todos los retinoles son iguales. Hay de farmacia y de consulta médica. Son diferentes entre sí, los resultados con retinoles de cosmética médica son espectaculares. Son productos con concentraciones más altas, y con muy buena tolerancia y penetrancia en la piel.
La aplicación tópica del retinoide tiene varios efectos, pero el resultado global es que previene o revierte el fotoenvejecimiento causado por la falta de protección solar. Además, atenúa todas las consecuencias de la merma del colágeno.
Estas señales se vuelven más acentuadas cuando se presenta la menopausia y sus síntomas. Al usar los productos cosméticos que incluyen al retinol en su formulación, consigues los siguientes efectos:
En la rosácea de la cara, una patología que se manifiesta por enrojecimiento y tirantez en la cara, acompañada de pústulas y vasos visibles, este retinoide está demostrando su utilidad. En este sentido, renueva las capas superficiales del cutis, con lo que mejora la hidratación y la absorción de los medicamentos tópicos.
A pesar de sus diversos y potentes efectos en el cuidado de la piel, es una sustancia que debe emplearse adecuadamente para evitar algunas reacciones, como descamación, irritación, sequedad, o incluso quemaduras. Además, ten en cuenta que te habituarás al retinol, por lo que las concentraciones elevadas no son recomendables si estás iniciando la rutina antiedad.
Si quieres usarlo correctamente, debes acudir a un especialista para que te aconseje. Si usas retinoles de farmacia con concentraciones bajas, los resultados son escasos y pueden provocar problemas en la piel. Los retinoles de concentraciones más elevadas, tienen que tener un manejo de un profesional detrás. Se está implantando un cambio de legislación para que en farmacia no se puedan vender retinoles altos.
Este compuesto es fotosensible, es decir, reacciona bajo la luz solar. Debido a esta particularidad, debes aplicarlo por las noches.
Al comenzar el tratamiento antiedad, es preferible ir poco a poco. Empieza con dos veces a la semana para que te vayas adaptando hasta poder emplearlo todos los días.
La vitamina C y los exfoliantes como el ácido láctico pueden causar cierta irritación, un efecto negativo que se potencia al utilizar retinol de forma simultánea. Si quieres tratar tu piel con esos productos, es preferible que los reserves para el día. El uso de cremas que contienen perfume puede ser otro factor sensibilizante.
La cantidad apropiada para cada aplicación es del tamaño de un guisante, con lo que debes cubrir toda la cara. Distribuye con pequeños toques y luego frota suavemente para que penetre. Es importante que lo hagas solo cuando el cutis esté limpio y seco, ya que el retinol puede ser sensibilizante al contacto con el agua.
Si, a pesar de las precauciones, observas algo de irritación, es conveniente reducir la exfoliación, el porcentaje de retinol o la frecuencia de los días de uso. Es conveniente hidratarse por las noches que no te des el retinol y a las mañanas.
El sol es uno de los agentes más lesivos para tu cutis, por lo que debes complementar el tratamiento antienvejecimiento con lociones de alto FPS para preservarte de la radiación ultravioleta. En el portal del Gobierno del País Vasco puedes encontrar recomendaciones para su uso.
El retinol es una sustancia que ha cambiado la forma de tratar el envejecimiento prematuro. Sus diversos efectos positivos son esenciales si quieres devolver al rostro la lozanía juvenil. Sin embargo, debes guiarte por las recomendaciones que te hemos dado.