La adolescencia es la época de la vida en la que comenzamos a buscar nuestra propia identidad. Son momentos algo confusos tanto para padres como para hijos. Por eso, en este artículo queremos hablarte sobre el desarrollo de la personalidad durante la adolescencia y cómo ayudar a nuestros hijos a pasar esta etapa.
Cada persona es única y su personalidad se crea a partir de un conjunto de características y rasgos que definen el comportamiento y la forma en la que actuamos en cada situación. La neurocientífica cognitiva Sarah-Jayne Blakemore, especializada en el estudio del cerebro adolescente, describe esta etapa como “la tormenta perfecta” debido al aumento de alteraciones sociales, neuronales y hormonales que confluyen en ella.
La personalidad se desarrolla como respuesta a un conjunto de:
Puede que te preguntes a qué edad se desarrolla la personalidad; esta empieza a desarrollarse desde que nacemos. Sin embargo, no es hasta la adolescencia cuando comenzamos a sentar las bases de lo que será nuestra personalidad adulta. De hecho, la adolescencia es considerada como el periodo de transición entre la infancia y la adultez.
Según la teoría de la personalidad de Erik Erikson, una de las más utilizadas en Psicología, se puede hablar de 8 etapas de desarrollo de la personalidad.
El desarrollo de la personalidad durante la adolescencia no es un camino sencillo. Ahora bien, ¿qué posición debemos asumir como padres?
Aunque no siempre te guste, debes dejar que tu hijo o hija se exprese. No tienen que cumplir con nuestras expectativas. La ropa, el cabello, incluso el maquillaje, son elementos que le ayudan a definir su personalidad. Deja que vista a su gusto y enséñale que hay otras maneras de expresarse. Por ejemplo, participar en grupos de otras actividades, propuestas sociales, ocio saludable…etc.
Anima a tu hijo o hija a tener un pensamiento crítico sobre el mundo que le rodea. Nuestra función como padres y madres es crear personas adultas independientes. Por eso, debemos dejar que tomen sus propias decisiones y que aprendan a resolver los problemas que se presentan. Eso no implica que les dejemos solos, sino que les ayudemos a pensar por sí mismos y a buscar soluciones razonables desde la tranquilidad. De esta manera confiarán en ti y aprenderán atomar las decisiones adecuadas.
Unos buenos valores son el mejor legado que podemos dejar a nuestros hijos. Y la mejor manera de demostrarlo es vivir conforme a esos valores. Ayuda a tu hijo a desarrollar sus capacidades para tomar decisiones y forjar su autoestima.
Tu hijo ya no es un niño y puede tomar decisiones. Participar de manera activa en la creación de las normas y límites familiares le hará sentirse respetado y parte del grupo. Para ello puedes adoptar un estilo educativo democrático donde vosotros establezcáis las normas obligatorias y él colabore en otras decisiones, como la hora de llegada o los planes de ocio familiares.
El desarrollo de la personalidad se inicia desde que nacemos, aunque es en la adolescencia cuando comienzan a sentarse las bases que nos definirán mentalmente. La búsqueda de nuestra propia identidad requiere de exploración, pensamiento crítico y confianza en uno mismo. Nuestra labor como madres y padres es apoyar a nuestras hijas e hijos en esta búsqueda para que se conviertan en personas adultas independientes, responsables y seguras.
A veces, este proceso puede resultar algo duro y frustrante y requerir de ayuda psicológica. En IMQ contamos con la mejor cartera de psicólogos en el País Vasco para asesorarte.