La higiene bucal es tan importante como el resto del cuidado corporal. Una mala limpieza bucal puede causar enfermedades e infecciones que repercuten directamente en el estado de nuestra salud. Mantener una correcta higiene bucal es fácil si seguimos una serie de rutinas diarias que nos ayudarán a evitar problemas mayores.
La higiene bucal es una rutina diaria a la que debemos dar tanta importancia como al resto de nuestra higiene corporal:
- El cepillado: el cepillado diario constituye el primer paso para una limpieza bucal adecuada. Debemos elegir un cepillo de dureza media, que evite daño en nuestras encías, y realizar el cepillado, como mínimo, tres veces al día. Para realizar un cepillado correcto, inclinaremos 45º el cepillo y realizaremos movimientos circulares desde la encía, para arrastrar la placa. En el caso de que utilicemos un cepillo eléctrico, lo haremos realizando una ligera presión sobre cada diente, sin movimiento, ya que éste ya se realiza por sí solo. En ambos casos, no olvides cepillar siempre la lengua.
- Hilo dental y cepillo interdental: para conseguir una buena higiene bucal, es necesario eliminar restos de la zona interdental y evitar que se acumulen. El hilo dental permite limpiar la placa bacteriana que se acumula entre los dientes, donde el cepillo no llega. Introduciendo el hilo entre los dientes, con un pequeño movimiento de arrastre, conseguiremos una higiene bucal completa. El cepillo interdental cumple la misma función, pero se utiliza cuando el hueco entre los dientes es más amplio. Consulta a tu dentista sobre cuál es mejor para tu caso.
- Enjuagues bucales: un enjuague oral completa los pasos diarios para una correcta higiene bucal. Existen muchos tipos de enjuagues en el mercado. Dependiendo de tus necesidades, puedes utilizarlo de forma diaria o específica, siguiendo las indicaciones de tu dentista.
Limpieza profesional: ¿cuándo realizarla?
En general, es recomendable realizar un chequeo odontológico rutinario, al menos, una vez al año. Con esa misma frecuencia es recomendable realizar una limpieza profunda, para mantener una limpieza bucal adecuada, realizada por un profesional y que nos ayudará a prevenir complicaciones:
- Limpieza del sarro supragingival y depósitos infragingivales: las zonas superiores e inferiores de las encías son lugares donde se acumula sarro, que puede provocar problemas serios de encías y otras infecciones. La limpieza profesional garantiza una higiene bucal de todas las zonas de la boca, así como la eliminación de posibles manchas por la acumulación de placa dental.
- Pulido dental: limpieza completa con un cepillo y dentífrico especiales para completar la higiene bucal profesional.
- Recomendaciones: es importante escuchar las recomendaciones específicas de nuestro dentista. El profesional valorará la frecuencia con la que debemos realizar esta limpieza profunda.
Gingivitis y periodontitis: evítalas con una buena higiene bucal
La gingivitis y la periodontitis son patologías frecuentes en los adultos y aparecen como consecuencia de una mala higiene bucal.
La gingivitis es una inflamación de las encías provocada por la placa acumulada debido a la falta de higiene. Las encías aparecen rojas e inflamadas y sangran con facilidad.
Cuando la gingivitis se complica y las bacterias se adhieren más profundamente, estamos ante una periodontitis. Este proceso puede conllevar la pérdida de hueso y la caída del diente.
Hábitos para una higiene bucal adecuada
Existen hábitos que repercuten directamente en nuestra higiene bucal y que debemos tener en cuenta:
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- Tabaco: el tabaquismo influye directamente, y de manera muy agresiva, en el cuidado bucal. Si no se abandona el hábito, es necesario reducirlo y realizar una limpieza profesional profunda de manera más frecuente, para revisar el estado de las encías y la acumulación de sarro, provocada por el tabaco. Existen, además, productos específicos para una mejor higiene bucal en el caso de las personas fumadoras.
- Productos azucarados: las bebidas carbonatadas, las bebidas alcohólicas y los alimentos azucarados son perjudiciales para nuestros dientes. Hay que tratar de evitarlos y cepillar los dientes tras su consumo.
- Alimentos y bebidas como el café, el té o productos ácidos como el limón, pueden dañar tu esmalte. Realiza un enjuague después de consumirlos.
- Hidratación: la falta de hidratación puede favorecer la acumulación de placa y los problemas de encías. Beber agua abundantemente y realizar enjuagues con agua durante el día favorecen nuestra higiene bucal.
- Utilizar productos adecuados: dada la amplia oferta de productos para la higiene bucal, en ocasiones no compramos los productos adecuados para nuestro caso. Nuestro dentista nos recomendará qué tipo de cepillo, pasta y herramienta interdental es mejor para nosotros.
Mantener unos hábitos correctos de limpieza y tomarse en serio la higiene bucal son esenciales para nuestra salud y nos ayudarán a prevenir patologías que pueden complicarse.
Dr. Javier Palacios
Odontólogo de la Clínica Dental IMQ Doña Casilda