El dolor dental es una de las causas más frecuentes por las que una persona acude a la consulta del dentista. Y una causa habitual de molestias en los dientes es la sensibilidad dental. En este artículo conocerás qué es la sensibilidad dental, cuáles son sus causas más habituales y cómo prevenirla.
La hipersensibilidad dentinaria o sensibilidad dental es una patología frecuente, que afecta aproximadamente al 25% de la población. Se caracteriza por un dolor intenso y de corta duración. Se produce como respuesta de la parte interna del diente tras un estímulo externo como el frío o calor, dulces o ácidos o incluso al tacto, presión o cepillado. Desaparece cuando el estímulo ya no afecta al diente. Si la molestia es excesiva, dura más de 5 segundos y no desaparece, es conveniente acudir al dentista.
Causas de la sensibilidad dental
Las dos causas más frecuentes que producen sensibilidad en los dientes son:
- La pérdida de esmalte.
- La recesión gingival o retracción de encías.
Como consecuencia, la dentina, que es la parte interna del diente, queda al descubierto. Normalmente, la dentina, suele estar protegida por esmalte en la zona de la corona y por encía en la zona de la raíz.
¿Cómo es un diente?
El diente lo podemos dividir en dos partes:
- Una visible, la corona
- Otra no visible, que está dentro del hueso y rodeada por encía, que es la raíz.
El esmalte es la capa más dura que recubre la corona y protege el diente.
La dentina es la segunda capa del diente. Es blanda y porosa y tiene túbulos que están en contacto con el nervio del diente. Cuando estos túbulos quedan expuestos, por distintos motivos, produce un impulso nervioso generando la sensibilidad.
La pulpa es la parte interna del diente. Lo que llamamos nervio. Contiene células, vasos sanguíneos y fibras nerviosas.
¿Cómo se produce la sensibilidad dental?
El proceso de sensibilidad se produce cuando el diente, tras un estímulo nocivo, se intenta defender y crear una dentina reparativa o reaccional para proteger al nervio. La capacidad que tienen nuestros dientes de recuperarse de una lesión disminuye:
- Con la edad.
- Al hacer empastes repetitivos.
- Cuando la lesión es más cercana al nervio.
Asimismo, con caries grandes, empastes antiguos y/o profundos aumenta el riesgo de sensibilidad.
La sensibilidad es más frecuente entre los 20-30 años y a partir de los 40 va disminuyendo porque el diámetro de los túbulos dentinarios es más pequeño reduciendo así el movimiento de fluido que hace que produzca la sensibilidad.
Motivos por los que la dentina puede quedar expuesta
Existen diferentes causas por las que la dentina puede quedar expuesta y, en consecuencia, provocar sensibilidad en los dientes:
Mecánicos:
- Bruxismo: es el rechinamiento o apretamiento de dientes. Produce desgaste de esmalte (exponiendo la dentina). También causa recesión de encías (exponiendo la raíz), incluso llegando a formar un hueco (por estallamiento) en la zona de la raíz por una fuerza excesiva en el diente.
- Cepillado fuerte e inadecuado: puede causar recesión o retracción de encías exponiendo la raíz del diente. Se debe elegir un cepillo de dureza media, hacer movimientos de barrido de arriba-abajo (no se aconseja movimientos en horizontal en la zona de raíz) y no hacer excesiva fuerza. La falta de cepillado también produce retracción de encías, ya que al acumularse la placa dental se produce primero una gingivitis que si se agrava causa enfermedad periodontal donde las encías se acaban retrayendo.
- Atricción: es el contacto de diente con diente que produce la pérdida gradual del diente y puede ser también por una mala posición de los dientes.
- Abrasión: se produce por la introducción de objetos extraños en la boca (agujas), por los ganchos en las prótesis removibles que retienen más alimento de lo normal produciendo ácidos que desgastan la zona del gancho.
Químicos:
- Blanqueamientos dentales: utilizan productos que llevan abrasivos que penetran en el esmalte hasta la dentina y provocan una sensibilidad temporal. Durante el uso de los blanqueantes es recomendable realizar un tratamiento para la sensibilidad. Además, hay que tener especial cuidado en usar estos blanqueamientos bajo la supervisión de un odontólogo ya que pueden producir, a su vez, quemaduras o alteraciones en las mucosas.
- Beber o comer alimentos ácidos o con mucho azúcar: los cítricos, como el limón, bebidas carbonatadas, helados, dulces, vinagre, el alcohol, café, alimentos con ph bajo… pueden producir sensibilidad.
- Problemas gastrointestinales: las enfermedades nerviosas con vómitos repetitivos o enfermedades que produzcan acidez y reflujo ocasionan desgastes en los dientes por los ácidos estomacales.
- Erosión o corrosión por factores ambientales: en algunas profesiones que están expuestas a ambientes con exposición a ácidos se puede producir desgaste de esmalte.
- Por medicamentos: en tratamientos de larga duración o con dosis elevadas, en el uso de drogas… se puede desgastar el esmalte.
Térmicos:
- Alimentos fríos o calientes
Otros:
- Fisuras en los dientes: producidas por golpes o por las fuerzas de masticación que dan sensibilidad.
- Periodontitis: es una enfermedad de las encías donde la inflamación que se produce por la acumulación de placa hace que se retraigan exponiéndose la raíz y produciendo la sensibilidad.
- Tras una higiene profesional: la eliminación del sarro pegado en los dientes puede dejar al descubierto las raíces y producir sensibilidad. Pero no por ello hay que dejar de hacer estas higienes ya que es la única manera de limpiar ese sarro y evitar que las encías se sigan retrayendo.
- Por caries o por la eliminación de la caries: si la caries es de esmalte no suele dar síntomas, pero cuando la caries llega a dentina comienza la sensibilidad. Tras la eliminación de la caries y realización del empaste puede haber sensibilidad por la irritación de las ramificaciones del nervio que hay en la dentina y porque el material al endurecerse se contrae causando una tensión interna en el diente. Esta sensibilidad puede durar horas, días y hasta meses tras la obturación o empaste.
¿Cómo prevenir la sensibilidad en los dientes?
Seguir algunos sencillos consejos puede ayudarnos a evitar esta molesta situación:
- Visitar al dentista, que es quien puede identificar la causa oculta del dolor.
- Usar una pasta dental poco abrasiva.
- Controlar la dieta y evitar el exceso de alimentos o bebidas ácidos, dulces… con Ph peligroso.
- Pedir al higienista que te ayude a repasar las técnicas de cepillado.
- Evitar cepillar los dientes tras consumir bebidas ácidas.
- Usar el hilo dental o cepillos interdentales.
- Evitar cambios bruscos de temperatura en las comidas.
- No introducir objetos en la boca que puedan desgastar los dientes (palillos, agujas…)
- Si rechinas los dientes (bruxismo) colocar una férula de descarga.
- En la consulta se puede aplicar flúor en áreas sensibles para fortalecer el esmalte y disminuir la sensibilidad.
- Se pueden hacer injertos de encía, con cirugía, si se ha perdido encía para proteger la raíz que está expuesta.
- Tratamiento de conductos o endodoncia cuando la sensibilidad dental es muy intensa y no funcionen otros tratamientos.
Odontóloga de la clínica dental IMQ Avenida