Odontopediatra en IMQ
Una limpieza rigurosa después de las principales comidas es fundamental para la conservación de dientes y encías.
¿Cómo lavarse los dientes?
¿Somos conscientes de la importancia de un buen cepillado? En el día a día las personas se vuelven perezosas y lo descuidan; otras sí que son más rigurosas pero se les olvida la importancia de aplicar la seda dental. Lo ideal es limpiarse los dientes tres veces por jornada, después de cada comida principal, siendo la más importante la de la noche. Al ir a la cama las bacterias disponen de entre 8 y 10 horas hasta el cepillado de la mañana para provocar daños. Si la gente se concienciara de perfeccionar la limpieza dental después de la cena, se estaría garantizando cerca de la mitad del día con la boca limpia.
Cuando se utiliza un cepillo de dientes manual, la técnica ideal es la conocida como de Bass modificada. Consiste en colocar el cepillo con un ángulo de 45 grados hacia el ápice del diente (raíz) y realizar movimientos circulares abarcando el diente y parte de la encía. Respecto al cepillo eléctrico, el más estandarizado es el que tiene cabezal redondo giratorio, que simplemente habría que guiarlo por los dientes. Hay otros, denominados sónicos, con el cabezal alargado como uno manual pero que vibra. Con estos también se usaría la técnica de Bass modificada.
Limpieza dental en la infancia
La forma de cepillarse no cambia en función de la edad. Los menores siempre deberían ser supervisados por un adulto, con la posibilidad de disponer de dos cepillos, uno para que ellos aprendan a hacerlo – normalmente lo muerden y juegan– y otro con el que un adulto le proporcionaría la higiene correcta. A los más mayores, puede que a causa de una movilidad más limitada, un cepillo eléctrico les ayudaría a realizar la fuerza mínima necesaria para retirar la placa dental además del movimiento circular recomendado.
La ortodoncia dificulta la higiene, por lo que un cepillo con cabezal pequeño sería más eficaz. Los implantes requieren de una limpieza estricta y rigurosa, mientras que los puentes fijos tienen zonas de difícil acceso. En estos últimos casos se puede complementar con un irrigador dental.
¿Cepillo de dientes manual o eléctrico?
Con el cepillo manual muchas veces se peca de emplear menos tiempo de los dos minutos recomendados, mientras que con el eléctrico en cambio, al proporcionar el mismo movimiento circular, tiende a mejorar la higiene. Es importante que los cabezales sean suaves, y como mucho, medios.
Los cepillos de dientes eléctricos también tienen diferentes durezas y se aconseja comprar siempre los menos agresivos. El cepillo conviene cambiarlo cada 3 meses por el acúmulo de bacterias que se depositan entre las cerdas. Su estado da información sobre nuestra forma de cepillarnos. Si se abren y estropean antes de ese periodo de tiempo significa que el cepillado es demasiado fuerte, lo que puede ocasionar retracciones gingivales, pérdida de esmalte, de brillo en los dientes y sensibilidad dental. Por su parte, una limpieza pobre podría provocar caries, inflamación gingival y halitosis.