[entradilla]Procrastinar es la costumbre de aplazar las tareas pendientes. Pero dejar de procrastinar es posible, así que sigue leyendo.[/entradilla]
¿El tiempo no te cunde en la oficina? ¿La víspera del examen es el momento habitual en que repasas los apuntes? ¿Siempre surge alguna tarea que te impide terminar ese trabajo o informe que debía estar hace semanas entregado?
No temas, no eres más torpe ni vago/a que la media, simplemente lo dejas todo para el último momento o, como diría un buen coach, procrastinas. Así que hoy queremos darte unos cuantos consejos que esperamos te sean útiles para dejar de procrastinar.
Se conoce como procrastinación la costumbre de aplazar las tareas pendientes, un mal que sufren muchos estudiantes y trabajadores, especialmente aquellos que trabajan como autónomos o freelance y tienen que imponerse sus propios plazos.
¿Quién no ha dicho alguna vez luego estudio, que ahora hay partido o termino el trabajo en cuanto haya revisado mi Facebook? El problema surge cuando esta actitud se convierte en hábito y en fuente de estrés e insatisfacción personal, al ser conscientes de que disminuye nuestra productividad y no aprovechamos todo nuestro potencial.
Pero dejar de procrastinar es posible, así que echa mano de tu fuerza de voluntad y sigue leyendo. Seguro que alguna de las técnicas que te ofrecemos a continuación te resulta útil:
Consejos para dejar de procrastinar
Identifica cuáles son tus prioridades
Prepara una lista con todas tus tareas y numéralas en función de su prioridad. ¿Cuáles debes acabar hoy, cuáles comenzar y cuáles pueden esperar a mañana? Trata de ser realista a la hora de establecer el tiempo que necesitarás para cada una y recuerda reservar también un tiempo para posibles imprevistos.
Emplea la regla de los dos minutos
Se trata de una práctica muy sencilla pero que ofrece buenos resultados. Si algo puede ser hecho en menos de dos minutos, no lo planifiques, simplemente hazlo. Quien dice dos minutos, dice cinco o diez. Se trata de quitarse de encima al momento las tareas sencillas que no necesitan planificación.
Esta regla forma parte del famoso sistema de mejora de la productividad conocido como GTD (iniciales de Getting Things Done, conseguir hacer las cosas en inglés) creado por David Allen.
Evita los ladrones de tiempo
Emails que se acumulan en tu bandeja, llamadas de teléfono, los mensajes de tus grupos de whatsapp que te distraen como cantos de sirena…
Es importante identificar cuáles son los “ladrones de tiempo” que más nos perjudican y hacerles frente con medidas como silenciar el móvil mientras nos centramos en una tarea, evitar levantarnos de la mesa si no es estrictamente necesario, establecer un espacio de tiempo determinado para consultar nuestros correos electrónicos…
Y ni que decir tiene, aplazar hasta salir del curro el revisar nuestras redes sociales personales.
Recuerda que no eres el hombre o la mujer orquesta
Nada como centrarse en una tarea para dejar de procrastinar. Decide qué vas a hacer, una única cosa, y dedícale tu tiempo, evitando caer en el modo multitarea o, como dirían nuestras abuelas recuerda que el que mucho abarca poco aprieta.
Deja a un lado el perfeccionismo
Haz tu trabajo bien pero sin entrar en el círculo vicioso de que sea perfecto en el 100% de los detalles. Pretender que todo sea perfecto provoca frustración y acaba paralizándonos muchas veces por miedo al fracaso.
Así que cuando te enfrentes a una tarea sé realista y valora en función de su importancia el tiempo que merece dedicarle y hasta qué punto te compensa pulir los detalles. No siempre será necesario. Trata de ser eficiente, no excelente.
Divide y vencerás
Si quieres dejar de procrastinar, no te dejes asustar por la dificultad de la tarea que tengas por delante. A nadie le apetece ponerse a hacer algo que le parece difícil. Una buena idea es dividir las tareas complejas en sus diferentes pasos e ir afrontándolas paso a paso, por tareas, y no en su conjunto. Como dice la canción Pasito a pasito, suave suavecito…
Esperamos que estos consejos te sean útiles. No podemos ponernos a hacer las cosas por ti, pero sí al menos ayudarte a cuidar tu salud para que estar enfermo/a no sea excusa para procrastinar.