Especialista en Endocrinología y Nutrición de IMQ
Las enfermedades endocrinas comprenden un campo muy extenso dentro la práctica médica. Tienen en común su causa, que es un trastorno de la secreción de las hormonas. En este artículo conocerás las que se presentan con más asiduidad en la población.
¿Qué son las enfermedades endocrinas?
El sistema endocrino está conformado por un conjunto de glándulas que producen una o varias hormonas. Estas sustancias son mensajeros químicos que, después de ingresar en el torrente sanguíneo, actúan sobre órganos distantes. Su función es estimular el crecimiento y el desarrollo de los tejidos, controlar el metabolismo y coordinar muchas actividades orgánicas de tu cuerpo.
Las glándulas más conocidas y sus hormonas son:
- La tiroides: hormonas tiroideas, llamadas T3 y T4, y calcitonina.
- Las suprarrenales: aldosterona, cortisol, adrenalina y noradrenalina.
- El páncreas: insulina y glucagón.
- Los ovarios: estrógenos y progesterona.
- Los testículos: testosterona.
- La glándula paratiroides: hormona paratiroidea.
El llamado eje hipotálamo-hipofisario orquesta la secreción de la mayoría de las glándulas endocrinas. Esto ocurre a través de hormonas estimulantes de la tiroides, de las suprarrenales o de las gónadas.
Las 5 enfermedades endocrinas más comunes
Aunque existen muchísimas enfermedades causadas por los desórdenes glandulares, algunas son mucho más frecuentes que las demás. Por esa razón, nos enfocaremos en darte a conocer los trastornos suprarrenales, pancreáticos y tiroideos.
La tiroides
Los síntomas de un tiroides que no funciona bien pueden reflejar un déficit o un exceso de hormonas. Es un órgano que tiene forma de mariposa y se encuentra en el cuello, delante de la laringe.
Hipertiroidismo
Cuando la secreción de T3 y de T4 aumenta, aparecen signos de hipertiroidismo o hiperactividad de la glándula, lo que acelera muchas de las funciones metabólicas. Entre ellos, nerviosismo, arritmias con palpitaciones, hipertensión arterial, insomnio, sudoración y pérdida de peso involuntaria. Los motivos más habituales son:
- Enfermedad de Graves, una inflamación de la glándula causada por anticuerpos.
- Bocio multinodular tóxico, con nódulos de tejido tiroideo que producen una secreción aumentada.
- Tiroiditis, provocada por infecciones o una infiltración de glóbulos blancos.
El hipertiroidismo y sus síntomas pueden controlarse con diversos tratamientos. Los más utilizados son el metimazol y el propiltiouracilo, que disminuyen la velocidad de secreción hormonal. También cabe la posibilidad de emplear yodo radioactivo para destruir parte de la glándula o extirpar una porción mediante cirugía.
Hipotiroidismo
En este caso, sucede lo opuesto: la falta de hormonas tiroideas genera una ralentización de las funciones corporales. Generalmente, provoca inexpresividad, voz ronca, habla lenta, cara hinchada, párpados caídos, pelo y piel ásperos y secos, así como estreñimiento, intolerancia al frío, fatiga, debilidad muscular y aumento de peso.
Las causas más frecuentes son:
- Tiroiditis de Hashimoto: los anticuerpos del organismo atacan el tejido de la glándula.
- Secuelas de cirugía o radioterapia, con destrucción de la glándula.
- Como efecto secundario de la administración de litio.
El páncreas
El problema endocrino más recurrente de este órgano es la diabetes y, en muchos casos, no se diagnostica. Por esa razón, las asociaciones de diabéticos de Euskadi insisten en la necesidad de prevenirla.
La secreción insuficiente de insulina o la resistencia a la misma de los tejidos periféricos produce una elevación de los niveles de glucosa en la sangre. Cuando estamos ante una diabetes tipo I, de origen autoinmune, es necesario administrar insulina diariamente.
Sin embargo, en la mayoría de los casos, se presenta una utilización inadecuada de la insulina en el organismo, o diabetes tipo 2, que depende en buena parte del estilo de vida. Se puede compensar con dieta, ejercicio y medicamentos como la metformina, los DPP4, GLP-1, ISGLT-2, las sulfonilureas o las glinidas.
Este trastorno es muy común en la prediabetes y sus síntomas están relacionados con niveles de glucosa elevados que aún no generan manifestaciones clínicas. Esta patología puede en muchos casos revertirse con un cambio en los hábitos alimenticios, ejercicio para contrarrestar el sedentarismo y medicación. De progresar, se presentan los síntomas de la diabetes (pero normalmente solo cuando tenemos cifras muy altas):
- Pérdida de peso.
- Sed.
- Micciones frecuentes.
- Sensación de hambre.
- Visión borrosa.
Las suprarrenales
Las glándulas suprarrenales se encuentran encima de los riñones y segregan varias hormonas. El síndrome de Cushing ocurre cuando la secreción de cortisol es elevada durante un periodo prolongado.
También puede ser consecuencia de la administración de corticosteroides cuando el cuerpo tiene demasiada hormona cortisol a lo largo del tiempo. Lo característico de este cuadro es la obesidad en el tronco, la cara de luna llena y estrías en la piel generados por la distensión.
Enfermedad de Addison
La producción insuficiente de cortisona y aldosterona es el detonante de esta enfermedad. En la mayoría de ocasiones, el origen es autoinmune y son los anticuerpos del propio organismo los que atacan el tejido de la glándula. Los principales indicios son piel oscurecida, cansancio, debilidad, pérdida de peso y trastornos gástricos.
Como ves, las enfermedades endocrinas son complejas, ya que afectan muchas funciones del organismo. El médico especialista encargado de tratarlas es el endocrinólogo, que indicará los tratamientos más adecuados en cada caso.