Especialista en Geriatría y directora asistencial de IMQ Igurco
El infarto de miocardio en personas mayores es frecuente y, además, presenta mayor tasa de mortalidad que en población más joven. Se trata de una enfermedad donde la rapidez a la hora de actuar es clave. Conocer los síntomas puede ayudar a la persona que lo está sufriendo a identificarlo, y tomar decisiones de forma urgente.
En este artículo te explicaremos qué es el infarto de miocardio y cómo detectarlo en personas mayores.
Qué es un infarto de miocardio
El infarto de miocardio es una enfermedad producida por la obstrucción y el deterioro de las arterias coronarias. Junto con la angina de pecho es uno de los principales tipos de cardiopatías isquémicas (CI).
Su característica más representativa es que aparece de repente, sin previo aviso y, aunque suele ser más común a primera hora de la mañana, puede darse a lo largo de todo el día.
Sus consecuencias son muy graves: además de producir daños irreversibles, puede llegar a causar la muerte a la persona que lo padece.
Principales causas del infarto de miocardio
Aunque nadie está libre de sufrir un infarto de miocardio, existen ciertos factores de riesgo que aumentan su incidencia, muchas de ellas condiciones frecuentes entre el grupo de personas mayores:
Las principales causas son:
- Reunir ciertos factores de riesgo, como padecer diabetes, hipertensión, obesidad, consumir tabaco o alcohol y tener un estilo de vida sedentario.
- Padecer enfermedades coronarias crónicas, como la insuficiencia cardíaca o las arritmias.
- Aumento del perímetro abdominal (indicador indirecto de la existencia de infiltración grasa en los órganos, también del corazón).
- Tener más de 65 años, único factor de riesgo no modificable.
Cuáles son los síntomas que nos advierten de un infarto de miocardio en personas mayores
Uno de los principales problemas de los infartos de miocardio es que muchas personas confunden sus síntomas con patologías de menor gravedad. Como consecuencia, la ayuda llega demasiado tarde provocando daños irreparables en el organismo o incluso la muerte.
Por ese motivo es tan importante saber distinguir aquellos síntomas que nos advierten de la presencia de un infarto de miocardio en personas de más de 65 años. Toma nota, ¡puedes salvar una vida!
- Sentir presión en el pecho y una especie de hormigueo en espalda, brazos y hombros, con una duración superior a 5 minutos.
- Sentir dificultad para respirar.
- Estar pálido, y presentar sudores intensos y mareos.
- Tener ansiedad.
- Tener molestias abdominales como indigestión, náuseas, vómitos, sensación de estar hinchado o dolor.
- Sentirse más cansado de lo habitual sin motivo aparente, ni incremento de la actividad física.
- En el caso de ser mujer, el dolor torácico típico es menos frecuente: sufre con más frecuencia “náuseas, vómitos e indigestión, y también refieren más a menudo dolor en el centro de la espalda y en la mandíbula.
- En caso de presentar estos síntomas, consulte con el Servicio Médico de Emergencias para que sea valorado de forma urgente.
Cómo prevenir un infarto de miocardio en personas mayores
Por suerte, aunque las personas mayores tengan más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio hay ciertas actividades que pueden realizar para prevenir su aparición.
Estas son algunas de las que recomiendan los expertos:
- Evitar el consumo de tabaco y alcohol.
- Llevar una dieta sana y equilibrada. Para ello, no hay nada mejor que aumentar la ingesta de frutas y verduras.
- Limitar la ingesta de sal.
- Tener una vida activa. El ejercicio es vital a cualquier edad, pero todavía más cuando somos mayores. Se aconseja realizar por lo menos tres sesiones de actividades aeróbicas a la semana. El baile, la natación o un buen paseo son algunas ideas.
- Evitar el sobrepeso.
- Realizar revisiones médicas de forma periódica para controlar el estado de salud de la persona mayor.
- Evitar el estrés. En caso de haberlo, se pueden aplicar técnicas de relajación.
En conclusión
El infarto de miocardio es una de las patologías más frecuentes entre las personas mayores. Según la SEC (Sociedad Española de Cardiología) la letalidad hospitalaria, la mortalidad general y el número de casos van aumentando de manera exponencial con la edad.
A pesar de su gran mortalidad, la esperanza de vida después de un infarto de miocardio ha ido creciendo paulatinamente en las últimas décadas, fundamentado en la identificación precoz y el establecimiento de tratamiento de forma urgente. Sin embargo, los daños que provoca esta enfermedad son permanentes.
De ahí que sea tan importante mantener un estricto control médico y vigilar el estado de salud del paciente. Una atención médica temprana por parte de especialistas en este tipo de dolencia es clave para obtener los mejores resultados posibles, TIEMPO ES CORAZÓN.
Si vives en el País Vasco, en IMQ contamos con los mejores expertos en el cuidado de la salud y el bienestar de las personas mayores.