Sin ninguna duda, donar sangre salva vidas. Cuando se produce un descenso brusco de los niveles de sangre o de algunos de sus componentes, la única posibilidad de sobrevivir para el paciente es que
alguien le aporte la sangre que necesita.
Esta bajada de los niveles puede ser consecuencia de pérdidas (intervenciones o accidentes), de un consumo acelerado (una infección grave), por falta de producción de la médula ósea debido a una enfermedad (leucemia) o a un tratamiento de quimioterapia.
La sangre es un tejido que contiene elementos que intervienen en funciones básicas del organismo como la defensa frente a las infecciones, el transporte de minerales y proteínas, etc. Así, los hematíes son los encargados de llevar oxígeno gracias a la hemoglobina que hay en su interior, mientras que los leucocitos son un pilar básico del sistema inmunológico para combatir células extrañas como virus, bacterias o células tumorales. Por su parte, las plaquetas se encargan de la llamada hemostasia, primera fase de la coagulación, actuando como pequeños ‘ladrillos’ que detienen las hemorragias producidas por la rotura de un vaso sanguíneo.
El País Vasco ha destacado siempre por su generosidad y es referente en el Estado, en gran medida gracias al trabajo de la Asociación de Donantes. El pasado año en Euskadi se realizaron 86.142 donaciones de sangre, por 55.000 donantes voluntarios y altruistas, para beneficio de 50.000 personas enfermas.
Requisitos para donar sangre
El principal requisito para donar sangre es querer hacerlo, es decir, debe ser un acto altruista. El número máximo de donaciones al año es de cuatro para los hombres y de tres para las mujeres. El donante debe ser:
- una persona adulta (hasta 65 años, aunque puede prolongarse en algunos casos),
- con un peso mínimo de 50 kilos
- con un buen estado de salud, sin enfermedades crónicas o malignas previas
- se excluye a personas con conductas sexuales de riesgo, adicción a drogas así como aquellas que hayan residido o viajado en los meses previos a ciertas zonas tropicales
- el embarazo, la lactancia, algunas vacunas o infecciones son motivo de exclusión temporal.
Antes de la extracción, se comprueba que el donante no tenga anemia, que su tensión arterial y pulso estén en niveles adecuados y se le entrega un cuestionario de obligatoria cumplimentación pa doanr sangre.
Asimismo, señalar que los riesgos de donar sangre son pocos y cuando aparecen, casi siempre leves. Nunca debe hacerse en ayunas. Tras la donación, deben guardarse unos minutos de reposo y beber agua. En las horas siguientes
conviene evitar actividades peligrosas (conducción de maquinaria, subirse a andamios, etc.). En general, en media hora se puede realizar una actividad normal.
Otras modalidades de donación: las plaquetas
Existe la posibilidad de donar plaquetas, uno de los componentes de la sangre, mediante un procedimiento llamado aféresis, que permite obtener de un solo donante la dosis suficiente para una transfusión.
Mediante una donación convencional se necesitarían al menos cuatro donantes, con lo que se expone al receptor a mayor probabilidad de que su organismo fabrique anticuerpos frente a las plaquetas y éstas no sean efectivas (se le llama refractariedad). Estas donaciones son imprescindibles para pacientes sometidos a trasplante de médula ósea o que han recibido quimioterapia por una leucemia aguda, ya que su nivel de plaquetas es muy bajo durante un largo periodo y, por tanto, el riesgo de sangrado elevado.
La donación de plaquetas se hace en el Centro Vasco de Transfusión mediante un aparato llamado separador celular (parecido a una máquina de diálisis) y dura unas horas.
Dr. José Antonio Márquez
Especialista en Hematología de IMQ