Aunque vivimos en un momento de avances tecnológicos y de innovación en los tratamientos médicos, la neumonía en personas mayores sigue siendo una afección muy grave que puede tener consecuencias peligrosas. En los adultos de más de 65 años, los casos de neumonía se dan con más frecuencia debido a que tienen una menor reserva respiratoria y una capacidad inmunológica disminuida. De hecho, a partir de esta edad, la enfermedad tiene una incidencia en 30 personas de cada 1000.
La neumonía es una patología que afecta al pulmón y consiste en la multiplicación de microorganismos en el interior de los alvéolos, lo que produce una inflamación pulmonar. Se trata de una infección de las estructuras finales de las vías respiratorias.
El germen infeccioso que provoca que se inflame el tejido pulmonar puede llegar por distintas vías:
- Vía respiratoria.
- A través de la faringe.
- Vía sanguínea.
El neumococo es la bacteria más común que produce neumonía y puede alterar las funciones de las estructuras respiratorias como el intercambio gaseoso.
La neumonía en personas mayores puede agravarse, debido a diferentes causas:
- Su elasticidad pulmonar y fuerza en los músculos respiratorios se ha visto disminuida con la edad, por lo que se produce una mayor atrapamiento de aire.
- La segregación de mucosas es menor, por lo que la eliminación de partículas por esta vía es mucho más difícil.
- El sistema inmunitario de las personas mayores es menos resistente, por lo que la capacidad de defensa frente a la infección mengua.
Prevenir la neumonía en personas mayores es clave
La prevención en el ámbito de la salud es fundamental, más todavía cuando nos referimos a personas de avanzada edad, un sector de la población mucho más vulnerable. En el caso de la neumonía en personas mayores, es fundamental tomar una serie de medidas preventivas, ya que esta enfermedad es contagiosa.
Estas son algunas de las medidas más efectivas para prevenir la neumonía en personas mayores:
- La vacunación contra la gripe y contra la neumonía. La neumonía puede desencadenarse por una proceso gripal por ello es altamente recomendable ponerse la vacuna contra la gripe. En la actualidad existe una vacuna contra los neumococos que reducirá el riesgo de desarrollar la enfermedad.
- La práctica de buenos hábitos de higiene. Lavarse las manos con frecuencia y mantener una correcta higiene bucal, ayuda a evitar la propagación de las enfermedades, ya que la neumonía está relacionada con la respiración y por tanto puede originarse en la boca.
- Evitar fumar y el alcohol. El tabaquismo daña la capacidad de los pulmones para defenderse contra las infecciones y el alcohol reduce las funciones del sistema inmunológico.
Síntomas de la neumonía en personas mayores: cómo detectarla
Aunque no todos los pacientes que sufren esta enfermedad tienen los mismos síntomas, existe un cuadro común de dolencias de la neumonía en personas mayores:
- Fiebre alta.
- Dolor en el tórax.
- Tos fuerte que puede llevar pus, e incluso sangre.
- Escalofríos.
- Malestar general.
Otros síntomas frecuentes son:
- Cefalea.
- Dolores musculares.
- Gastroenteritis.
Tratamiento de la neumonía en personas mayores
El primer paso frente a los síntomas de neumonía en personas mayores es acudir lo antes posible a un médico que emitirá el diagnóstico y encontrará el tratamiento óptimo para el paciente.
En general, el tratamiento más común para la neumonía en personas mayores es la terapia antibiótica.
En ocasiones, se toman otras medidas de soporte como oxígeno o sueroterapia si presentan deshidratación, entre otras.
En los pacientes más graves se realiza un ingreso hospitalario. Normalmente, los tratamientos de neumonía en personas mayores se realizan en un hospital, ya que suelen presentar más complicaciones y es la mejor forma de realizar un seguimiento exhaustivo del estado del paciente.
Dra. Naiara Fernández
Especialista en Geriatría de Igurco Grupo IMQ
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