¿Sabías que algunas personas que han pasado el COVID-19 sufren pericarditis o miocarditis? Pero ¿qué es lo que provoca la aparición de pericarditis o miocarditis por COVID-19 y cómo podemos detectar sus síntomas? Desde IMQ te lo explicamos todo.
Un estudio realizado en el Hospital Universitario de Salamanca sobre médicos que han pasado la COVID-19 y publicado en la Revista Española de Cardiología, demuestra que 3 de cada 10 sanitarios sufrieron pericarditis, miocarditis o ambas, tras la enfermedad.
Parece ser que la aparición de estas dolencias está relacionada con la presencia de un mayor número de ciertas células en el sistema inmunitario.
Pero ¿qué son estas dolencias?, ¿cuáles son sus síntomas? ¿Qué personas tienen más posibilidades de desarrollarlas? Vayamos por partes.
La pericarditis y la miocarditis son inflamaciones de tipo cardiacas que produce el propio sistema inmunitario cuando aparece algún tipo de infección u otro desencadenante en el organismo. Es la manera que tiene nuestro cuerpo de luchar contra la infección.
Ahora bien, ¿cuáles son sus síntomas? Sabemos que un paciente por COVID-19 puede estar sufriendo alguna de estas inflamaciones o ambas cuando:
Desde que se inició la pandemia los estudios sobre la COVID-19 han aumentado considerablemente permitiendo a los médicos averiguar más sobre los efectos secundarios que tanto el COVID-19 como el suministro de ciertas vacunas pueden producir. Entre los datos que se han obtenido, uno de ellos es el perfil de paciente con más riesgo de desarrollar inflamaciones coronarias.
Tras la administración de vacunas de tipo ARNm (Pfizer-BioNTech o Moderna), puede darse esta inflamación del corazón. Los casos más habituales (aunque en niveles muy bajos) se han dado en adolescentes y jóvenes del sexo masculino. En la mayoría la pericarditis y la miocarditis han aparecido en la semana posterior a la vacunación y normalmente tras la segunda dosis.
Igualmente, las personas que parecen presentar mayor riesgo de desarrollar estas inflamaciones tras haber pasado la enfermedad, e independientemente del tipo de vacuna, son las mujeres de entre 41 y 57 años. En muchos de los casos estas pacientes habían sido previamente hospitalizadas por neumonía por COVID-19.
En general, los pacientes que han presentado pericarditis, miocarditis o ambas por COVID-19, han respondido bien al tratamiento con medicamentos y reposo y se han recuperado fácilmente.
Una vez los síntomas ceden, las personas afectadas pueden reiniciar su vida normal. Eso sí, en caso de haber sido diagnosticadas con miocarditis, es recomendable consultar con un cardiólogo antes de retomar la actividad deportiva que se realice de forma habitual.
La pericarditis y la miocarditis han sido algunos de los efectos secundarios que se han producido tras pasar la COVID-19 o debido a la administración de vacunas de tipo ARNm, como son Pfizer-BioNTech o Moderna. En Euskadi, por ejemplo, la Unidad de Farmacovigilancia registró 11 casos con afecciones coronarias en el 2021 tras la inoculación de la vacuna.
Las mujeres con una media de 50 años y con casos previos de neumonía por COVID, son las más afectadas. En general, todos los pacientes han respondido bien a la medicación y al reposo como método curativo.