Psiquiatra en IMQ
El desconocimiento, la preocupación o el temor, ante diferentes momentos y situaciones difíciles que surgen a lo largo de la vida infantil, pueden provocar la aparición de trastornos de ansiedad en niños y niñas. Éstos afectan a su vivencia y desarrollo emocional y pueden generar desde dificultades para dormir a cambios bruscos en el estado de ánimo. Pero todo tiene solución.
¿Qué son los trastornos de ansiedad?
Para comprender estos trastornos hemos de saber qué es la ansiedad. Se trata de una reacción humana natural que afecta al cuerpo y a la mente y cuya finalidad es alertarnos de posibles peligros.
Cuando la ansiedad supera la capacidad de control de nuestros pequeños, nos encontramos ante los trastornos de ansiedad en niños. El nivel de estrés es tan elevado que puede llegar a producir alteraciones severas en el comportamiento y las funciones vitales.
Tipos de trastornos de ansiedad en niños
Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad en la infancia. Los más frecuentes son:
- Trastorno de ansiedad por separación en la infancia. Es normal que de los ocho a los veinticuatro meses el bebé muestre dificultad para separarse de sus padres (principalmente de la madre). A partir de esa edad, esta sensación va desapareciendo y los pequeños se sienten cómodos con otros cuidadores. Se considera un trastorno cuando este miedo persiste o se acrecienta.
- Fobias. Algunos niños y niñas pueden desarrollar un miedo extremo a situaciones concretas o a elementos específicos, como a ciertos animales o a ir al médico.
- Ansiedad social. Se trata de un temor ante posibles situaciones sociales embarazosas que conducen al pequeño a evitar enfrentarse a dichos escenarios.
- Trastornos de ansiedad generalizada. Presentan un estrés desmedido ante situaciones cotidianas. Como ir al colegio, la hora del recreo, que sus familiares enfermen, etc.
Qué provoca los trastornos de ansiedad en la infancia
Hoy en día no se conoce una causa concreta, pero hay ciertos factores que pueden desencadenar la aparición de trastornos de ansiedad en niños:
- Genéticos. Los niños y niñas con familiares que padecen trastornos de ansiedad son más proclives a sufrirlos. También la escasez de ciertas sustancias químicas en el cerebro pueden ser un detonante.
- Observación directa. Aquellos que se desarrollan en entornos con mucho estrés pueden aprender esas conductas de lo que ven.
- La vida. La vida no es fácil y hay muchos aspectos a los que el pequeño se enfrentará, que pueden provocarle picos de estrés. Por ejemplo, la muerte de un ser querido.
- Sufrir maltratos o vivir en entornos violentos.
Qué síntomas avisan de la presencia de trastornos de ansiedad en niños:
- Síntomas físicos. Aparecen síntomas que son naturales cuando nuestro cuerpo lucha contra un peligro: nervios, alteración de los ritmos vitales (no duermen bien, comen de forma irregular), boca seca, dolor de estómago, etc.
- Tienen miedo de ir a la escuela. El miedo del niño al ir a la escuela nos puede estar indicando que padece fobia social, miedo a la separación, trastornos de ansiedad generalizada, etcétera.
Posibles tratamientos para los trastornos de ansiedad en niños
El primer paso es contactar con un terapeuta que estudie el caso. Este debe de realizar una evaluación meticulosa para hallar el diagnóstico y establecer el tratamiento. En caso de padecer algún trastorno de ansiedad, los posibles tratamientos son:
- Buscar una terapia adecuada. El experto puede proponer terapia familiar, terapia infantil, de comportamiento, cognitivo-conductual, etcétera.
- Implicación de los padres y la escuela en el tratamiento. El terapeuta puede ofrecernos ideas para poner en práctica lo que se aprende en terapia.
- Reducir los niveles de estrés del pequeño. Por ejemplo, aplicando rutinas predecibles, ayudándole a conciliar el sueño, creando hábitos saludables, ofreciendo apoyo social…
- Ser pacientes. Toda curación requiere su tiempo.
Los trastornos de ansiedad en niños son más frecuentes de lo que imaginamos. Diagnosticarlos adecuadamente, poner en práctica una solución conjunta entre cuidadores y padres, y reducir los niveles de estrés en el pequeño o pequeña, son acciones claves para superarlos.