Especialista en Psiquiatría de IMQ
Aunque el término trastorno psicosomático se utilizó por primera vez en 1818, lo cierto es que estos trastornos no tienen una definición específica. Se podría señalar que hacen referencia a patologías físicas u orgánicas que van asociadas a factores psicológicos; dicho de otra forma más explicita, aquellos conflictos emocionales no resueltos o no verbalizados en los que el cuerpo comienza a ‘hablar’.
Aunque no hay cifras sobre su incidencia en Euskadi, se sabe que los presentan dos de cada diez pacientes que requieren atención psiquiátrica, pero sus efectos van más allá: hasta el 25% de las nuevas consultas en atención primaria podrían estar relacionadas con un trastorno psicosomático.
Los trastornos psicosomáticos son variados. El desgaste emocional y el estrés pueden ayudar a que se desarrollen todo tipo de enfermedades en nuestro organismo, desde cardiovasculares a otras que afectan a la piel (psoriasis), al aparato respiratorio (asma), tics o migrañas. En los últimos años se ha dado un aumento de la prevalencia del tratorno psicosomático ya que las situaciones de ansiedad continua provocadas por la reciente crisis económica, al debilitar las defensas, predisponen a este tipo de trastornos.
¿Cuál es el origen de un trastorno psicosomático?
Su origen viene dado por la acumulación de problemas a nivel emocional, no verbalizados o resueltos. Sin olvidar, claro está, que la estructura de personalidad del paciente también es un factor importante; de hecho, las situaciones de baja autoestima precipitan en muchos casos el trastorno psicosomático.
En cuanto a la edad en la que se produce el trastorno psicosomático más habitualmente, aunque puede ser en cualquier etapa vital, sí es cierto que destaca en la infancia y antes de los 30 años. Este perfil se completa con que es tres veces más común en mujeres que en hombres, al estar sometidas a más estrés.
Reducir la ansiedad
Como ocurre siempre, es importante el diagnóstico precoz para disminuir la tendencia a la cronificación. En general, los pacientes que padecen algún trastorno psicosomático enumeran una serie de molestias o dolores que no pueden ser atribuidos a ninguna enfermedad física, de modo que pasan por varios facultativos e intentan diferentes tratamientos antes de acudir al especialista.
Es necesario que tras los estudios médicos correspondientes que descarten una patología orgánica, el médico le derive al paciente con trastorno psicosomático a la consulta de un psiquiatra. Los tratamientos en estos casos son de corte multidisciplinar, con altas posibilidades de curación.
Los objetivos terapéuticos son varios, desde la reducción de los estados de ansiedad y depresión que pudieran estar asociados al trastorno psicosomático, hasta ayudar al paciente a gestionar sus emociones y afrontar los síntomas físicos que padezca.
Consejos para evitar un trastorno psicosomático
Mantener unos hábitos de vida sana ayuda a evitar la aparición de este tipo de trastornos:
- Dormir bien.
- Evitar el estrés.
- Practicar deporte de forma moderada.
- Verbalizar las preocupaciones.
Todos ellos son hábitos que ayudan a prevenir la aparición del trastorno psicosomático.