Medicina General en Centro Médico IMQ Colón de Bilbao
Hablar de varicela es remitirnos indiscutiblemente a la infancia. Producida por el virus varicela zóster (VVZ), se trata de una enfermedad cuya máxima incidencia se produce entre los 3 y 10 años, siendo la tasa media anual en el País Vasco de 400 casos por 100.000 habitantes. Con claro predominio estacional –a finales de la primavera e inicios del verano–, ha registrado una tendencia a la baja en la última década. Pero también se dan casos de varicela en adultos.
Y es que conviene tener presente que la varicela también puede aparecer en adultos, ya sea como una varicela normal o, si ya se sufrió en la infancia, como resultado de la reactivación del virus varicela zóster que ha quedado latente en los ganglios nerviosos. El herpes zóster es precisamente la manifestación local de esa reaparición que se produce cuando hay una disminución de la inmunidad celular. Puede ocurrir de forma natural por la edad o como consecuencia de tratamientos y/o enfermedades –por ejemplo, el cáncer– que provocan esta caída de las defensas. Esta reactivación tiene su máxima incidencia a partir de los 50 años, sin diferencias de sexo.
¿Cuáles son los síntomas de la varicela en adultos?
En cuanto a la sintomatología, se caracteriza por un dolor neurológico muy intenso y una erupción con ampollas y costras en la parte del ganglio afectado, siendo el más frecuente el zóster de la zona del tórax.
Otros efectos destacables del herpes zóster son el oftálmico, por afectación de una rama del nervio trigémino, y el geniculado o (síndrome de Ramsay Hunt), dependiente del nervio facial, ambos localizados en la cara.
¿Qué complicaciones puede provocar la varicela en adultos?
La complicación más frecuente es la neuralgia postherpética, un dolor que persiste durante meses después de haber superado el cuadro agudo de herpes, siendo mayor su incidencia cuanto más avanza la edad.
En general, la varicela es de carácter leve, aunque en casos puntuales puede originar complicaciones a tener en cuenta. La consecuencia más frecuente es una sobreinfección bacteriana de las lesiones (llamada impétigo), pero puede derivar en otras enfermedades más graves como hepatitis, daños neurológicos y neumonía, que se da con mayor frecuencia en adultos.
¿Cuál es el tratamiento de la varicela en adultos?
En cuanto al tratamiento de esta patología, para los adultos está especialmente indicado el aciclovir oral si se administra de forma precoz –primeras 48/72 horas–, al provocar una curación más rápida y menos dolor con un riesgo más bajo de padecer secuelas neurológicas. No obstante, en pacientes inmunodeprimidos suele ser necesario el ingreso hospitalario para la administración de aciclovir intravenoso.
La neuralgia postherpética se trata con analgésicos, paracetamol, antiinflamatorios no esteroideos y coanalgésicos.
La inmunoglobulina específica es útil si se administra hasta los primeros 3 o 4 días tras el contacto de riesgo y está indicada en adultos susceptibles (sin historia previa de varicela). La vacuna se prescribe para evitar complicaciones.