Una de las afecciones más comunes y que más preocupa a la población (especialmente a los hombres) es la caída o pérdida del pelo. No existe una única modalidad, sino que son un conjunto de afecciones que se incluyen dentro del término genérico de alopecia. Sin embargo, hay una variedad de alopecia mucho más frecuente que las demás y a la que se le ha dedicado mucho tiempo e investigación para encontrar el tratamiento definitivo, nos referimos a la alopecia androgénica masculina (la más común).
Para elaborar el diagnóstico de alopecia androgénica con frecuencia hay que eliminar previamente la posibilidad de encontrarnos ante otras causas de alopecia, por lo que resulta útil detenerse y formar una imagen global de los distintos tipos existentes, sus causas y sus principales elementos diferenciadores.
Características de los distintos tipos de alopecia
En general, se considera que estamos ante un caso de alopecia cuando nos encontramos ante una pérdida del cabello en general (o a una modificación sustancial de sus características normales) que se sale de lo habitual y que no solo puede afectar a la cabellera, sino también al pelo de otras zonas del cuerpo.
Se trata por tanto de una manifestación física de un grupo muy amplio de enfermedades, cuya presentación más común es la alopecia androgénica masculina. Con ella coexisten otras variantes de etiología diversa que conviene diferenciar:
Alopecia Areata
La alopecia areata es fácil de identificar puesto que la pérdida del cabello se da por zonas, estableciéndose áreas de piel sin vello, en forma circular. Es un proceso que no destruye el folículo, por lo que suele revertir. Lo curioso de esta variedad es que todavía no hay unanimidad en cuanto a sus orígenes y causas. En este caso, no se trata exclusivamente de una alopecia masculina, sino que puede afectar a ambos sexos.
Alopecia cicatricial
La alopecia cicatricial es una variedad en la que los folículos capilares quedan destruidos, por lo que no se puede revertir sus efectos y el pelo no vuelve a crecer. En realidad, es un gran grupo de alopecias en las que las causas son múltiples y se deben en gran medida a la acción de agentes infecciosos, traumáticas, quemaduras, en otras.
Alopecia traumática
Este tipo tiene su origen en la acción mecánica (por tensión, rozamiento o directamente por el arranque de los cabellos). Es frecuente en bebés, por el contacto de la cabeza con la almohada, y también en personas que abusan de peinados tirantes que acaban arrancando el cabello.
Alopecia difusa
En este grupo se incluyen varios cuadros en los que la pérdida del cabello se debe a la acción de medicaciones, enfermedades, cuadros de malnutrición, al hecho de que una proporción significativa del cabello entre en fase de “renovación” en un mismo periodo, el embarazo, y un largo etc. Normalmente son temporales y reversibles, por más que presenten diferentes niveles de pérdida de pelo.
Causas de la alopecia androgénica masculina
Representa el 95% de los casos de pérdida del cabello. Afecta sobre todo a los hombres, aunque también a algunas mujeres. En cuanto a las causas, la carga hormonal tiene gran parte de la responsabilidad de la aparición de este problema, además de un cierto factor genético.
En este tipo de alopecia, la pérdida del pelo viene precedida por una paulatina disminución de su grosor: el pelo va empobreciéndose hasta que desaparece. Esto se debe a la acción de las hormonas masculinas, de ahí el nombre de androgénica. Estas mismas hormonas, sin embargo, pueden ser las responsables de este tipo de calvicie en mujeres, aunque su incidencia es mucho menor y presenta algunas particularidades (diferente patrón de pérdida de pelo, por ejemplo).
El factor genético también tiene mucho que ver con la aparición de esta calvicie que afecta a algo más de la mitad de los varones mayores de 50 años, aunque no se ha podido identificar aún al gen responsable.
Diagnóstico
Para elaborar un diagnóstico de alopecia androgénica masculina el facultativo deberá recabar información sobre la evolución del proceso, tanto formulando preguntas al paciente como examinando y viendo los cambios producidos en el cabello por la enfermedad.
Además, el diagnóstico diferencial será clave para identificarla y, en su caso, poder prescribir un tratamiento: hay que eliminar la posibilidad de que se esté ante cualquier otro tipo de alopecia que requiera otro enfoque específico de tratamiento.
Es particularmente necesario diferenciarla de algunos tipos de alopecia genética como las enfermedades del grupo de las displasias pilosas. En estos casos los cabellos crecen o bien en grupos de más de uno por folículo, o presentan debilidad anormal ante la tracción o tienen algún tipo de disfuncionalidad en cuanto a su forma (como cabellos bifurcados, por ejemplo).
Tratamiento
La elección de tratamiento para la alopecia androgénica masculina va a depender de múltiples factores, dependiendo de la eficacia, riegos, factibilidad de procedimiento, costos, entre otros. Hoy en día la mayor parte de tratamientos continúan siendo los tratamientos tópicos con minoxidil, finasteride sistémico por vía oral y en gran cantidad de casos el trasplante capilar. Sin embargo, nuevas modalidades están en investigación.
Especialista en Cirugía Estética del centro médico quirúrgico IMQ Zurriola