
Dermatólogo en el Centro Médico IMQ Barakaldo
Los aspectos emocionales y psicológicos influyen de forma distinta en cada persona cuando nos enfrentamos al diagnóstico de una enfermedad. La manera en la que la percibimos y el modo de afrontarla son aspectos que están muy relacionados, y cuando te preguntas cómo afecta el estrés a la psoriasis, puede que descubras que es un caso aún más complicado. En este artículo, encontrarás información que te ayudará a comprenderlo mejor.
Qué es la psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel, que evoluciona por brotes y remisiones, para la que tienes tratamientos disponibles, aunque no se cura. Esta patología suele presentarse principalmente en codos, rodillas, cuero cabelludo y tronco, y en España afecta al 1,4 % de la población general.
El signo característico es la presencia de manchas enrojecidas, que desprenden escamas plateadas y causan prurito. También puede haber puntos con descamación, deformidad de las uñas, piel seca, engrosada, agrietada y que sangra.
La causa de la psoriasis no se conoce con exactitud, pero sabemos que intervienen factores genéticos y el sistema inmunitario. Además, tiene relación con factores ambientales, que actúan como desencadenantes de las crisis.
Entre los más importantes encontramos los agentes irritantes, la exposición solar, las lesiones cutáneas, las fluctuaciones hormonales, el clima frío y seco, infecciones, ciertos medicamentos, el tabaquismo y el consumo de alcohol. El tratamiento se basa en la administración de medicación tópica u oral y en evitar los desencadenantes mencionados. Pero ¿qué sucede con el estrés?
Relación estrés-psoriasis
Los mecanismos que conducen a la aparición de esta patología no están del todo claros, aunque actualmente se la considera de origen inmunológico. La razón es que los cambios en la piel, con proliferación excesiva de los queratinocitos e infiltrado inflamatorio, están controlados por los linfocitos Th1. Igualmente, intervienen en el proceso sustancias como las citocinas y los mediadores de la inflamación.
La psoriasis se diagnostica con la misma frecuencia en ambos sexos, pero en cuanto a la edad de aparición, hay dos tipos:
- Psoriasis tipo I o de inicio precoz, con una máxima incidencia entre los 16 y los 22 años y que puede asociarse a artritis psoriásica.
- Psoriasis tipo II o de inicio tardío, que se presenta generalmente entre los 57 y los 60 años.
En investigaciones recientes se han encontrado evidencias de que los dos tipos reaccionan de manera distinta al afrontar la enfermedad. Esta circunstancia influye en la intensidad del estrés que sufren los pacientes, lo que genera un círculo vicioso: a mayor gravedad de la psoriasis, más estrés, que a su vez funciona como desencadenante. En Euskadi hay 62 000 personas con diagnóstico de psoriasis grave.
¿Cómo afecta el estrés a la psoriasis?
Mucha de la información que se ha obtenido acerca de la relación entre el estrés y la psoriasis se basa en la entrega de cuestionarios a los pacientes. Entre los hallazgos, sobresale el estrés como desencadenante, como verás a continuación.
Farber et al analizaron la influencia de varios factores agravantes de las lesiones y, como resultado, destacaron las preocupaciones. Entre los encuestados, las refirieron el 41 % de las mujeres y el 32 % de los hombres.
Seville publicó un artículo que demuestra que los brotes se desencadenaban en un 40 % de los casos tras distintos eventos vitales de gran impacto psicológico, como un duelo o una separación. En otros ensayos clínicos, se ha determinado que aspectos tan diversos como los problemas financieros, de pareja, la depresión y la ansiedad incidieron en la aparición del 40 al 80 % de brotes.
¿Cómo influye la psoriasis en el estrés?
Es de gran importancia conocer el impacto social, laboral y psicológico de la psoriasis por la modificación de la imagen corporal y el estigma social. El resultado es una situación cotidiana de estrés crónico, que incide negativamente en las relaciones afectivas. La interacción social puede ser angustiosa debido a circunstancias como la vestimenta, el contacto físico y la práctica de deportes. Asimismo, es frecuente el deterioro del desempeño laboral por bajas o despidos.
Has de saber que existen localizaciones de la psoriasis que tienen una mayor incidencia en el desarrollo del estrés. Entre ellas figuran la región facial, palmar, plantar y genital. Por otra parte, se ha comprobado que la psoriasis de tipo I o de inicio precoz genera más trastornos psicológicos y estrés que la de inicio tardío.
El cuestionario Psoriasis Life Stress Inventory (PLSI) consta de 15 puntos en los que se evalúa la alteración de las actividades cotidianas, laborales y sociales causadas por la patología. Entre otros datos, encontramos que el 52 % de las personas encuestadas refiere que con frecuencia evita ir a baños públicos en compañía de otras personas y el 36 % piensa que los demás relacionan sus lesiones con lepra, sida o una enfermedad de transmisión sexual.
¿Cómo afecta el estrés a la psoriasis? Como habrás podido ver, hay una relación recíproca entre la patología, que genera estrés, y este factor, que actúa como desencadenante. Por esa razón es crucial que el o la paciente cuente con apoyo psicológico y que reciba un tratamiento integral.