Entre la alimentación y los estrógenos hay varios nexos interesantes. Algunos vegetales ...
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Las frutas y verduras de temporada son alimentos que debemos apreciar más. Son muy saludables y gratos, a la vez que benefician al planeta y a la economía local. Sigue leyendo para saber por qué debemos preferirlos.
Son muchas las ventajas de estos productos que inciden tanto en la buena nutrición como en el placer que proporcionan al consumirlos. Además, suelen ser más ecológicos, ya que el empleo de pesticidas y fertilizantes es menos necesario que en otros casos.
Generalmente se cultivan respetando los ciclos naturales de siembra, crecimiento, maduración y recolección, optando por un método que limita la degradación de los suelos agrícolas.
Las frutas, verduras y hortalizas que están fuera de temporada aumentan la huella de carbono, ya que generalmente proceden de países lejanos. Te sorprenderá saber que el transporte que ello implica representa el 19% del total de emisiones generadas por el sistema alimentario.
El sabor, el color, el aroma y la textura de los frutos cosechados tras haber cumplido su ciclo completo de maduración es inigualable. Estos alimentos, crudos o cocidos, proporcionan sensaciones muy palatables y contribuyen a que tus preparaciones culinarias queden con más sabor.
Los que vienen de lugares lejanos muchas veces son madurados con métodos artificiales o carecen de frescura y calidad. Por esa razón, son insípidos y poco estimulantes.
Elegir productos de temporada te ayudará a llevar una alimentación más variada y planificar diferentes preparaciones para cada temporada o estación. Además te será más fácil aumentar la proporción diaria de frutas y verduras, evitando desplazarlas de tu plato y alcanzando los 400 gramos de verduras y frutas frescas recomendados por la Organización Mundial de la Salud, a la par que reduces el consumo de alimentos procesados que pueden ser perjudiciales.
Incluyendo más frutas, verduras y hortalizas en tu alimentación, contribuirás sustancialmente a mejorar tu salud. Esto ocurre gracias a la fibra, una sustancia que nuestro organismo no es capaz de digerir y que puede proporcionar muchos beneficios en nuestra salud:
Uno de los pasos en la distribución y comercialización de los productos agrícolas es el almacenamiento, que se produce antes de llegar al mercado. En los alimentos que vienen de lugares lejanos, esta fase puede ser muy prolongada y lo que obtienes ya no es un producto fresco.
A veces se exponen a procedimientos inadecuados y a temperaturas elevadas, lo que puede restar sabor y aroma, o bien alterar la textura y el color. Igualmente, algunos nutrientes se podrían oxidar, como la vitamina E o la C.
Cuando adquieres vegetales y frutas de temporada, abundan y están en todas partes. Esto reduce notablemente su precio, lo que te permite ahorrar dinero, que podrás invertir en una dieta equilibrada que, asimismo, será más variada, grata y saludable.
El uso de fertilizantes es más frecuente cuando se cultivan productos fuera de temporada. Este recurso hace que no sigan el curso natural y crezcan más rápido, alcanzando un aspecto muy vistoso, pero con menos contenido de micronutrientes. Algunos de ellos, como las vitaminas y los antioxidantes, son esenciales para tu mantener tu salud.
Aunque la mejor opción sea tomar los productos frescos, existen diversas maneras de almacenar ciertos alimentos para poder tomarlos en otro momento del año. Las diversas mermelad as, el dulce de membrillo, los escabeches de verduras, las conservas de frutos rojos, pimientos o tomates son excelentes métodos culinarios que te permiten almacenar estos alimentos para consumirlos más tarde. Sus cualidades nutricionales se mantienen intactas, siempre que sigas un procedimiento adecuado, y podrás disfrutarlos cuando estén fuera de temporada.
Sin embargo, un requisito insoslayable para cualquiera de ellos es que la materia prima a utilizar esté muy fresca y en su punto justo de maduración. Esto solo puedes conseguirlo si empleas productos de temporada en cada caso.
Las frutas y verduras de temporada son la manera más racional, sana y económica de alimentarte. Gracias a su variedad, tu nutrición estará siempre en niveles óptimos y, algo más: al adquirirlas apoyas a los productores locales.
Reemplazar vitamina B12, por vitamina E. La vitamina B12 es una vitamina de origen microbiano, con la cantidad de pesticidas que se utilizan y medidas de higiene ninguna fruta, verdura ni hortaliza es fuente relevante de vitamina B12.
Si bien sabemos que la mejora alternativa será tomar los productos frescos, existes diversas maneras de almacenar ciertos alimentos para mantener en otras temporadas del año.
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