Cuando se practica un deporte, la salud bucodental influye de manera importante en el rendimiento deportivo. No en vano, las caries, junto con los problemas de encías y del hueso de soporte de los dientes, pueden originar focos de infección que provoquen un paso de las bacterias a la sangre y causen lesiones a distancia en diferentes órganos, así como en la musculatura, tendones y articulaciones que alteren la respuesta del organismo y mermen el logro de éxitos deportivos. Someterse a revisiones periódicas de la boca y efectuar una correcta higiene dental con la utilización de pastas fluoradas y cepillos interproximales o seda dental minimiza la aparición de estos procesos.
Pero en la dentadura pueden aparecer otro tipo de trastornos. El bruxismo –hábito de apretar los dientes– y una mala oclusión bucal son causa de dolores musculares en la zona de cuello y espalda. En esta línea, el incorrecto ajuste entre los dientes superiores e inferiores, ya sea por falta de algunas piezas dentales o por malposición de las mismas, puede provocar sobrecargas musculares que deriven en alteraciones posturales que, a su vez, incidan en el rendimiento deportivo.
Sin duda, corregir este tipo de alteraciones posibilitará una respuesta física correcta durante el ejercicio al evitarse posibles lesiones. La utilización de férulas de descarga durante la noche, así como la realización de un correcto tratamiento de ortodoncia, redundará en un estado oral óptimo. Del mismo modo, se aconseja a las personas que sean portadoras de prótesis o aparatos de ortodoncia recurrir a protectores bucales, especialmente cuando practiquen deportes de choque como fútbol, baloncesto o rugby.
¿Cómo influye la alimentación en el rendimiento deportivo?
De manera paralela, nuestra alimentación tiene también influencia en el rendimiento deportivo. Con la práctica deportiva se tiende a seguir una dieta más rica en hidratos de carbono. Además, las bebidas energéticas a las que recurren muchos deportistas, al tener altas concentraciones de azúcares, juegan un papel primordial en la formación de caries. Por tanto, aquellas personas que consumen más proporción de azúcares deben vigilar escrupulosamente la higiene y el estado de su boca. Asimismo, recordar que el proceso de la digestión comienza con la masticación. Por lo tanto, la pérdida o ausencia de dientes y otros problemas en la boca harán que no se mastiquen bien los alimentos, la digestión sea más lenta y pesada y con mayor gasto energético, lo cual ocasionará peores resultados.
¿Influye la salud bucal en la práctica deportiva de alto nivel?
Por otro lado, las personas que practican deporte de manera profesional deben extremar la atención de su boca. Durante la pretemporada se debe intentar diagnosticar y tratar precozmente, si fuese necesario, cualquier tipo de patología. Con ello se evitará que los problemas aparezcan en momentos críticos del calendario competitivo, poniendo en riesgo el trabajo y la preparación realizadas durante mucho tiempo.
Muchas lesiones en los músculos y tendones que no curan con los tratamientos de fisioterapia y rehabilitación convencionales pueden tener su origen en alguna infección bucal. Será necesaria una correcta inspección de todos los órganos que participan en el habla, la masticación y deglución de la comida y bebida para descartar su relación. También hay que prestar especial atención a los problemas físicos provocados a distancia por patologías en los terceros molares o en las muelas del juicio.
Javier Palacios Fernández
Especialista en Odontología de Clínica Dental IMQ Doña Casilda