Los complementos vitamínicos son preparados que se suelen utilizar cuando se prevé una carencia de vitaminas; bien porque se siga una alimentación inadecuada o por cualquier motivo que aumente las necesidades del organismo.
Podemos decir que los más comunes son los multivitamínicos, siendo los mas conocidos debido a la publicidad que se emite a través de los medios de comunicación. De hecho, este tipo de complementos vitamínicos se encuentran entre los medicamentos más vendidos del mundo. También en Euskadi su consumo va en aumento, hasta el punto que en gran cantidad de hogares hay una u otra marca como parte habitual del botiquín.
A pesar de todo, cabe señalar que sólo un aporte suplementario esta recomendado desde el punto de vista médico: el de la vitamina B9, que contiene ácido fólico durante el embarazo. En este caso, ayuda a la maduración del sistema nervioso del feto y su carencia puede provocar espina bífida, que es un defecto serio de crecimiento del tubo neural. El resto de recomendaciones se limitan a casos en que haya carencias de alguna vitamina.
Mucho se ha hablado durante años de las bondades antioxidantes de los complementos vitamínicos para prevenir enfermedades cardiovasculares y algún tipo de cáncer, pero la realidad es que no existe evidencia científica. De ahí la unanimidad científica de recomendar cinco raciones de frutas y verduras al día, ya que de por sí contienen las vitaminas antioxidantes y otras sustancias que las potencian.
Respecto a la dosis recomendada en caso de necesitar un suplemento, es importante consultar a un especialista que determine cuál es la vitamina faltante y que recete la cantidad justa necesaria para no cometer el error de pasar de la carencia al exceso. El estudio principal es un chequeo sanguíneo para ver qué componentes orgánicos están alterados.
Contraindicaciones de los complementos vitamínicos
A la hora de hablar de las contraindicaciones, cabe diferenciar entre dos tipos de vitaminas:
- Vitaminas hidrosolubles, como la C y las del grupo B, éstas se disuelven en agua y el exceso se elimina por la orina; por eso, no suelen dar problema de acumulaciones aunque las tomemos en exceso.
- Vitaminas liposolubles son las vitaminas A, D, E y K. Se convierten en sustancias toxicas cuando están en cantidades excesivas y se acumulan en el tejido adiposo y en el hígado, pudiendo provocar serios problemas de salud.
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Por tanto, como recomendación general volver a remarcar que una dieta equilibrada proporciona al individuo las vitaminas necesarias para un desarrollo saludable, por lo que no es preciso recurrir ni a los alimentos reforzados con vitaminas ni a los suplementos.
Los complementos vitamínicos se deben reservar para las personas que muestran carencias nutricionales, como ancianos que vive solos, personas con patologías digestivas y problemas de absorción, enfermos oncológicos y personas que siguen una dieta estricta hipocalórica.
Dr. Alejandro Basáñez Amuchastegui
Especialista en Medicina General de IMQ