
Especialista en Ginecología y Obstetricia en IMQ Amárica
La embarazada vive una etapa de la vida llena de ilusión y de esperanzas. Aunque traer hijos al mundo es una experiencia maravillosa, hay que evitar algunos riesgos y problemas. En este artículo, te explicamos cómo cuidarte durante los primeros meses si estás en estado.
¿Cómo cuidarte en los primeros meses de embarazo?
Los cuidados durante el embarazo, así como el estado de salud previo de la madre, aseguran el correcto desarrollo del feto y el nacimiento de un bebé sano. Por ello, es imprescindible acudir a todos los controles prenatales y, de hecho, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia indica que el momento ideal para ir a la primera consulta es a la décima semana de embarazo.
Entre los principales objetivos de estos controles, destacan mejorar la salud de la madre y del feto. Para ello, proporcionan la atención médica necesaria a fin de detectar precozmente cualquier alteración. Asimismo, es recomendable que la pareja de la mujer gestante vaya con ella a las citas para conocer los riesgos del primer trimestre del embarazo.
Síntomas de embarazo en la primera semana
Uno de los asuntos que debes discutir con tu médico durante la primera consulta prenatal son los síntomas del embarazo en la primera semana. Sin embargo, ten presente que no hay dos gestaciones iguales, y si bien en muchos casos se trata de molestias leves, en otros pueden dificultar sus actividades diarias. Los más frecuentes son los siguientes:
- Ausencia de la regla.
- Sangrado de implantación.
- Flujo vaginal abundante.
- Náuseas y vómitos, sobre todo por la mañana.
- Cansancio o fatiga.
- Aumento de volumen y sensibilidad de los pechos.
- Cambios en el apetito y en la preferencia por ciertas comidas, es decir, los conocidos “antojos”.
- Hipersensibilidad u otras alteraciones del estado de ánimo.
- Dolor lumbar.
¿Qué debe evitar una mujer embarazada?
En el día a día de una embarazada hay ciertos riesgos de los que es preciso cuidarse, pues son potencialmente lesivos para el feto. Ciertos hábitos y el consumo de determinados medicamentos son cuestiones que debes comentar a tu profesional de salud de confianza. A continuación, te compartimos información esencial sobre este asunto.
¿Qué no puede comer una embarazada?
Algunos alimentos no son recomendables para las gestantes por diversos motivos. Uno de ellos es el riesgo de contraer infecciones como la listeriosis, la toxoplasmosis y la salmonelosis.
Entonces, ¿qué no puede comer una embarazada? Esencialmente, debe abstenerse de comer pescado crudo o poco cocido, zumos, leche o quesos no pasteurizados. Lo mismo ocurre con los huevos crudos o las preparaciones que los contengan.
En lo referente a las anchoas y el embarazo, no conviene comerlas, al igual que los boquerones. Las razones son que contienen mucha sal, lo que contribuye a elevar la presión arterial. Asimismo, son productos en semiconserva, que no están completamente esterilizados, por lo que podrían contener gérmenes.
Además, consumir pescados que puedan contener mercurio, como el atún o el pez espada, puede ser peligroso para el sistema nervioso del feto.
Medicamentos
La administración de cualquier tipo de medicamento debe estar autorizada por el médico, así que debes consultarle este punto, incluso si tomabas algunos desde antes de la gestación. Aquí se incluyen tanto los naturales como los sintéticos, además de los basados en hierbas y los suplementos nutricionales o vitamínicos.
El paracetamol en el embarazo es seguro, al contrario de lo que sucede con otros fármacos. Entre los que deben evitarse, están los antiinflamatorios no esteroides, como el ibuprofeno, algunos antidiabéticos orales, las estatinas y el omeprazol.
Hábitos
En primer lugar, debes saber que no es seguro tomar alcohol, dado que la sustancia pasará al feto y permanecerá en su organismo un tiempo más prolongado que en su madre. Por tanto, este hábito puede dañar el cerebro del bebé e incrementa las posibilidades de que sufra el Síndrome de muerte súbita del lactante.
Con respecto a la cafeína, puede provocar problemas de crecimiento y desarrollo del bebé. Lo mejor es limitarse a 2 tazas pequeñas al día. Igualmente, recuerda que esta sustancia también se encuentra en el té, las bebidas energizantes y muchos refrescos.
Por último, el tabaco conlleva un riesgo alto para el feto, por lo que no puedes fumar, vapear ni ser fumadora pasiva.
Riesgos laborales
En lo referente al trabajo, la mujer embarazada puede estar expuesta a riesgos derivados de su actividad laboral. Si estás en esta situación, es vital que tomes medidas para impedir que te expongas a determinados agentes:
- Físicos: el ruido, las temperaturas extremas y las radiaciones.
- Ergonómicos: el manejo de cargas y las posturas sostenidas.
- Químicos: tóxicos, pesticidas y metales pesados, como el mercurio.
- Biológicos: infecciones por virus, bacterias, hongos o parásitos.
Estar embarazada conlleva un compromiso con el futuro del hijo o hija que está por nacer. Se trata de una vida frágil y en desarrollo, que debes cuidar de los agentes externos potencialmente perjudiciales. Estas recomendaciones son las más importantes, pero, ante cualquier duda, consulta con tu médico o médica.