La enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida por sus iniciales como EPOC, es causada sobre todo por el tabaco y la contaminación y merma la calidad de vida de una de cada diez personas.
Si usted tiene más de 35 años, es o ha sido fumador y tose con o sin expectoración durante varios meses al año. Si, además, le cuesta hacer ciertas cosas en comparación con personas de su misma edad, si le falta el aire al realizar tareas que unos meses o un año atrás hacía bien o si de golpe ha notado dificultad para respirar, puede padecer la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y debe consultar con su medico de familia para que le haga una espirometría, una prueba que mide la capacidad y volumen pulmonar.
La EPOC se caracteriza por la existencia de trabas para la entrada pero, sobre todo, para la salida del aire de los pulmones. Esto provoca una respiración dificultosa, con sensación de ahogo, que suele ir acompañada de tos. Al principio, el ahogo suele aparecer al hacer algunos esfuerzos, como correr o subir escaleras, pero poco a poco esta disnea dificulta también la realización de acciones normales de la vida diaria como andar o llevar a cabo actividades domésticas.
Por cifrar su frecuencia, se calcula que la padece el 10% de la población mayor de 15 años, porcentaje que entre los fumadores sube hasta el 25 o 30%, influyendo negativamente sea cual sea la cantidad de tabaco que se fume. También guardan relación los antecedentes familiares y la edad de inicio en el consumo de cigarrillos, ya que el pulmón es mucho mas vulnerable cuando todavía no se ha completado el desarrollo físico. A pesar de que Euskadi es la comunidad autónoma donde más espirometrías y de mayor calidad se realizan, el 70% de los casos de EPOC se diagnostican tarde o no se detectan. El fallo podría estar en que se tiende a infravalorar sus síntomas y no se les da la importancia debida.
La EPOC puede prevenirse
Sin embargo, la EPOC es una patología grave que puede producir la muerte; de hecho, actualmente las enfermedades respiratorias son la tercera causa de fallecimientos en el País Vasco y la EPOC supone un 44% de las mismas. Vistas las consecuencias, es fundamental recalcar que es prevenible y tratable con cada vez más y mejores medicamentos.
¿Cómo se puede prevenir? Sin duda, dejando el tabaco: el 80-90% de pacientes con EPOC son fumadores, ya que incluso la exposición pasiva al humo puede ocasionarla. También influyen como desencadenantes la contaminación ambiental y en el puesto de trabajo; los picos altos de polución se han asociado a exacerbaciones de esta enfermedad, aunque no se ha demostrado que exista una relación directa con su desarrollo.
Algunos estudios sugieren que las mujeres son más susceptibles a los efectos del tabaco que los hombres, también influye la edad, la infecciones en edades tempranas (las víricas y bacterianas pueden contribuir a su progresión) y el nivel socioeconómico; de hecho, se ha demostrado que el riesgo de desarrollo es inversamente proporcional a este nivel. A su vez, cabe subrayar que se asocia frecuentemente con cardiopatías, hipertensión arterial, osteoporosis, glaucoma/cataratas, depresión y cáncer de pulmón.
Respecto a los tratamientos, está indicada la prescripción de corticoides y broncodilatadores por aerosol, ya que con menos dosis su eficacia es muy alta y tienen menos efectos secundarios. Los enfermos graves deben hacer rehabilitación respiratoria. Algunos de ellos incluso se tienen que someter a una operación consistente en la eliminación de aquellas partes del pulmón tan dañadas que han perdido su función de ventilación.
Dr. Valentín Achotegui
Especialista en Neumología de IMQ