Especialista en Psiquiatría del centro médico IMQ Amárica en Vitoria-Gasteiz
La mayoría de las personas creen que la esquizofrenia aparece en la adolescencia o en la madurez temprana, pero también se da en la infancia. Por este motivo, desde IMQ vamos a hablarte de la esquizofrenia infantil, prestando especial atención a sus causas, síntomas y señales de alerta para poder detectarla a tiempo.
Esquizofrenia infantil: causas
Aunque es poco habitual, la esquizofrenia infantil existe. Se trata de un trastorno mental grave en el que niños y niñas no son capaces de interpretar la realidad de forma normal. La enfermedad actúa de igual manera que en los pacientes adultos, produciendo alteraciones y daño a nivel cerebral.
Este debut precoz de la enfermedad va a afectar a los procesos cognitivos que se reflejarán en el comportamiento y las emociones. Si el daño ocurre a edades tempranas, cuando el cerebro se está formando, las consecuencias serán más perniciosas para la vida del paciente.
Es vital detectarla lo antes posible para que el niño o niña pueda comenzar el tratamiento y mejorar su calidad de vida. La esquizofrenia tiene una prevalencia vital de aproximadamente el 1%. No existe un único factor causante de la enfermedad, sino que su aparición depende de varios factores: biológicos, sociales, ambientales.
En la actualidad no sabemos la causa de este trastorno. Comparte origen con la esquizofrenia en la edad adulta. Se considera, al igual que sucede con la esquizofrenia adulta, que hay varios factores determinantes:
Factores socioambientales
Situaciones de pobreza, escasa estimulación o familias con alto nivel de expresividad de las emociones.
Factores genéticos
Las investigaciones genéticas parecen confirmar que la esquizofrenia es un trastorno causado por la acción conjunta de varios genes. Existe una agregación familiar. Según estudios hechos en familias, existe un 45 % de probabilidades de ser esquizofrénico si ambos padres lo son. Y entre un 12% y un 15% si solo lo es uno de los dos progenitores.
Factores biológicos
Entre los que se incluyen: alteraciones en los neurotransmisores (dopamina, glutamato), complicaciones en el embarazo o durante el parto, posibles infecciones, traumatismos, etc.
Esquizofrenia: síntomas en la infancia
¿Cómo averiguar si nuestro hijo padece esquizofrenia? Muchos de los signos son muy similares a los del autismo. Por ejemplo, el gateo tardío, el retraso en el habla, en la edad en la que comienzan a caminar o la presencia de comportamientos motores poco habituales, como balancearse. Pero el autismo tiene una edad de inicio más precoz, antes de los tres años, y suele ir acompañado de retraso mental.
Los pacientes con esquizofrenia presentan un coeficiente intelectual normal y su aparición es posterior a los cinco años.
Según la Academia Americana de Psiquiatría infantil y Adolescente, los síntomas más frecuentes de alerta son los siguientes:
- Alucinaciones visuales y auditivas (ver y oír cosas que no existen). Son comunes, ocurren en el 80% de los casos.
- Comportamiento o lenguaje insólitos.
- Presencia de delirios, es decir, que aparezcan ideas basadas en situaciones que no son reales. Son menos frecuentes que en el adulto joven, raras por debajo de los 10 años. Serán menos complejas y menos sistematizadas.
- Pensamientos e ideas poco habituales.
- Temores, ansiedad, cambios bruscos de humor.
- No ser capaz de diferenciar la realidad de la ficción. Por ejemplo, confundir la televisión y los sueños con algo real.
- Problemas para relacionarse socialmente. Estos pequeños se muestran retraídos y tímidos. Hay que prestar atención a su comportamiento, pues muchos pequeños que inicialmente no presentaban este problema, comienzan a vivirlo cuando aparece la enfermedad. El tener que enfrentarse a una realidad que solo ellos entienden les aísla de su entorno.
Primeras señales de alerta
Saber en qué momento hay que consultar a un experto es difícil. Es frecuente que aparezca el miedo a que cataloguen a nuestro hijo con una enfermedad mental. No obstante, hay ciertas señales de alerta que debemos tener en cuenta para buscar ayuda médica:
- Escuela. En la escuela, donde pasa tanto tiempo, el profesorado advierte ciertos cambios de comportamiento que habrá que observar.
- Retrasos en cuanto al desarrollo en relación con el resto de niños y niñas de su edad.
- Si nuestro pequeño no muestra interés por socializar, carece de empatía o muestra emociones que no son adecuadas en cada situación.
- Presencia de hábitos alimenticios poco usuales (como tomar alimentos de un solo color).
- Violencia, agitación o agresividad en su comportamiento.
Aunque la esquizofrenia infantil es difícil de detectar, los médicos saben hacerlo. Cuanto más pronto nos demos cuenta, más fácil será que nuestro pequeño disfrute de un desarrollo y de una vida plenos. A pesar de que la esquizofrenia es una enfermedad crónica, existen tratamientos que permiten vivir plenamente con ella.