Médico especialista en Dermatología y Venereología de IMQ
Las enfermedades de transmisión sexual (ETS) son un tipo de afecciones que se trasmiten de una persona a otra a través del contacto sexual. Entre estas está la clamidia, la gonorrea, los herpes genitales, el virus del papiloma humano (VPH), la sífilis y el VIH. Muchas de estas enfermedades tardan en presentar los primeros síntomas.
Lo más común es que las ETS se contraigan al inicio de las relaciones sexuales completas, pero también en la década de los 30 a los 40 años en ambos sexos. Estadísticamente, el perfil más común de paciente que contrae ETS son personas que han tenido múltiples parejas sexuales, así como los usuarios de la prostitución, y no han usado protección.
De hecho, la causa más importante de infección sexual es no usar preservativo en las relaciones desde el inicio. En caso de tratarse de una pareja también es importante tratar a los miembros de la pareja de forma simultánea, ya que si no cualquiera de los dos puede infectar a nuevas personas.
Las ETS más comunes
La más frecuente es la infección por el virus del papiloma humano (HPV), existen más de 100 serotipos virales de VPH que pueden infectar la zona genital, tanto de hombres como de mujeres. Se calcula que hasta el 50% de los hombres y el 80% de mujeres que tienen sexualidad activa, lo contraerán en algún momento de su vida.
Dentro de las ETS bacterianas, la más común es la infección por clamidia, una enfermedad sexual "silenciosa" ya que apenas produce síntomas o éstos son muy leves (alteración del flujo vaginal, molestias al orinar, etc.). Los expertos indican que son estas dos patologías las que mayor incremento están experimentando en la actualidad.
Las 5 enfermedades sexuales más comunes:
- Sífilis: Úlcera dura y adenopatías (trastornos en los ganglios linfáticos).
- HPV: Verrugas genitales.
- Herpes genital: Pequeñas heridas agrupadas y dolorosas.
- Gonorrea: Secreción y molestias urinarias.
- Clamidia: Ardor al orinar; Flujo vaginal anormal; Secreción y ardor en el pene.
Síntomas leves o imperceptibles
En algunas ETS, los síntomas pueden ser más o menos evidentes, pero en otras enfermedades de transmisión sexual los síntomas son leves y pueden pasar desapercibidos. No obstante, es importante destacar que los síntomas dependen de la causa y el estadio, así como del sexo del paciente, ya que no todos presentan los mismos síntomas con la misma enfermedad.
Partiendo de estos supuestos, hay que consultar un médico cuando aparece sintomatología genital (heridas, llagas, verrugas...) o urinaria (molestias al orinar...) que pueda ser debida a un contacto sexual, aunque haya pasado ya tiempo.
Diagnóstico y tratamiento de las ETS
Para diagnosticar una ETS lo más importante es sospecharla. Una vez dado este paso, se pueden hacer análisis de sangre y tomar muestras para cultivos para asegurar el diagnóstico que permitirá realizar un tratamiento correcto y a tiempo. Todas se pueden curar a base de tratamientos con antibióticos, antivirales, etc.
El diagnóstico ha avanzado durante los últimos años con nuevos métodos serológicos (de sangre) y medios de cultivo. También en el tratamiento con antivirales y vacunas para el virus del papiloma. Sin embargo, la sífilis se cura con la clásica penicilina en el 100% de los casos.
Complicaciones serias si no se curan
Pueden existir complicaciones importantes si no se tratan estas infecciones. La gonorrea o la clamidia pueden producir, en las mujeres, la llamada enfermedad inflamatoria pélvica. Con el paso de las semanas, la sífilis puede afectar a distintos órganos del cuerpo, como el cerebro o la médula espinal.
A su vez, también es importante diagnóstico en las embarazadas para poder tratarlas antes de que pueda afectar al feto. Por ejemplo, en el caso de la sífilis congénita, puede tener consecuencias en la salud ocular del recién nacido, aunque este problema es fácilmente evitable con las pruebas y tratamientos que reciben las embarazadas.
Prevención de las ETS, usar preservativo
El preservativo o condón es uno de los métodos más efectivos a la hora de prevenir enfermedades de transmisión sexual, alcanzando una efectividad superior al 90%. No es total ya que la funda puede romperse, salirse o no cubrir el total de las infecciones existentes, pero es el mejor método de prevención que existe.