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La menopausia es un periodo natural de la vida que aparece normalmente entre los 45 y los 55 años, aunque en algunas mujeres puede empezar a manifestarse antes. Los síntomas de la menopausia precoz son muy similares a la habitual, la principal diferencia es que surge antes de los 45 años.
Para algunas mujeres puede implicar problemas de salud, por ello es importante consultar con el especialista en ginecología para diagnosticarla y valorar si es conveniente realizar un tratamiento.
Aproximadamente un 5% de las mujeres tienen una menopausia temprana, que se da cuando los ovarios reducen su producción de estrógenos y desaparece de forma permanente la menstruación.
Normalmente se inicia con reglas cada vez más irregulares e infrecuentes, aunque no debemos confundirla con la premenopausia, una alteración de los ciclos menstruales que aparece unos 5 años antes de que el periodo desaparezca totalmente. Podemos hablar de menopausia cuando no hay menstruación durante 12 meses seguidos.
Los signos de la menopausia prematura son muy similares a la menopausia habitual, ya que tienen el mismo origen: el desequilibrio hormonal y la falta de estrógenos. Los síntomas pueden variar y ser más o menos intensos en función de cada mujer, aunque los principales son:
Pero la aparición de la menopausia de manera precoz puede conllevar otras consecuencias para la salud de la mujer. Algunas están ligadas a la disminución prematura de hormonas, y otras a los efectos psicológicos que puede provocar la menopausia cuando llega antes de lo esperado.
Los síntomas específicos relacionados con la menopausia precoz son, principalmente:
La razón por la cual la menstruación desaparece antes en algunas mujeres puede tener su origen en factores diversos. Una de las causas principales es la genética, puesto que si hay antecedentes familiares de menstruación precoz, habrá más probabilidades de que aparezca. También se ha demostrado que los tratamientos de quimioterapia y radioterapia contra el cáncer pueden provocar una aparición precoz de la menopausia.
Finalmente, otra de las causas habituales es la extirpación de los ovarios. Aún así, algunos estudios muestran que las toxinas como el tabaco podrían propiciar también una aparición más temprana de la menopausia.
Diagnosticar una menopausia temprana es un proceso muy sencillo que se lleva a cabo mediante el análisis de los niveles hormonales. Si se empiezan a experimentar síntomas, tanto la desaparición de la regla como el resto de signos habituales de la menopausia, es importante acudir al ginecólogo para realizar un diagnóstico y valorar si es conveniente realizar un tratamiento.
La menopausia prematura implica que el cuerpo deja de recibir hormonas unos años antes de lo que sería adecuado y eso puede provocar algunos problemas de salud. Por ello, es posible que el médico recete un tratamiento hormonal basado en estrógenos y progesterona para aliviar los síntomas, normalmente hasta los 51 años. Aún así, es importante tener en cuenta que este tipo de fármacos tienen efectos secundarios y no todas las mujeres pueden tomarlos, especialmente si hay un historial previo de problemas circulatorios, cardiológicos o riesgo de padecer cáncer de mama.
Frente a los principales síntomas de la menopausia también existen tratamientos alternativos a los fármacos hormonales que pueden ser de gran ayuda. Una dieta equilibrada y rica en alimentos que aumenten los niveles de estrógenos, así como el deporte son hábitos que pueden aliviar mucho los efectos de la menopausia.
Además, debemos recordar que los cambios emocionales son muy habituales en este momento vital. Por eso, si sentimos una tristeza o apatía que no desaparece, lo mejor es consultar a nuestro médico o pedir apoyo profesional.
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