La mononucleosis –también conocida popularmente como ‘enfermedad del beso’– es una infección vírica aguda causada por el virus de Epstein-Barr (VEB), que se caracteriza por fiebre, faringitis, ganglios hinchados y aumento del tamaño del bazo. Por lo general, afecta a niños, adolescentes y adultos jóvenes. Es una patología poco conocida y al principio puede pasar inadvertida ya que los primeros síntomas (dolor de cabeza, cansancio y fiebre) pueden ser confundidos con los de otras enfermedades. Aunque puede revestir complicaciones, en la mayor parte de los casos es una enfermedad benigna que puede tardar entre tres o cuatro semanas en curarse. Sin embargo, hay ocasiones en las que la eliminación total del virus no tiene lugar hasta meses después de la infección.
Afecta principalmente a jóvenes de ambos sexos de entre 15 y 25 años, y más raramente a adultos jóvenes mayores de 35 años. En cuanto a la forma de transmitirse, por lo general, suele ser provocada por secreciones orales. De ahí que también se denomine ‘enfermedad del beso’, ya que el beso en la boca constituye la forma más común de contagio en adolescentes y jóvenes adultos. También puede ser debido a la tos o los estornudos así como a compartir utensilios para comer y beber, como cucharas, tenedores o pajitas. No obstante, no es necesario el aislamiento.
El virus causante, es el VEB –pertenece a la familia de los herpesvirus– al que se exponen la mayoría de los niños durante su crecimiento. Una vez infectada la persona, se adhiere a sus linfocitos B y penetra en ellos. Tras un periodo de incubación de entre 30 y 50 días –de 10 a 14 días en niños– aparecen síntomas inespecíficos y comunes a muchos procesos febriles. La fiebre, que se da en casi todos los casos, suele ser elevada y puede prolongarse durante días, incluso más de una semana. La inflamación de la garganta, faringe y amígdalas la padecen alrededor de la mitad de los enfermos de mononucleosis. También los ganglios se abultan, en el cuello y detrás de las orejas. A su vez, en otras ocasiones aparecen secreciones, cefalea, dificultades para respirar o infecciones de oído, aunque estos síntomas son menos frecuentes.
Una de las complicaciones más importantes de la mononucleosis es la inflamación del bazo. Si aparece dolor agudo intenso en la parte superior izquierda del abdomen, debe consultarse urgentemente con el médico, quien deberá descartar una posible rotura de este órgano. Si esto se confirma, habría que extirparlo. Por ello, es importante que ante un niño con fiebre, ganglios hinchados, dolor de garganta u abdominal y aparición de manchas cutáneas se consulte con el pediatra, quien decidirá sobre la realización de pruebas complementarias. Todas ellas irán encaminadas al diagnóstico de la mononucleosis y las medidas terapéuticas a adoptar.
Tratamiento
Para detectar este virus, se puede realizar un análisis rápido para comprobar su presencia en la sangre (serología), así como frotis faríngeo para descartar amigdalitis por la bacteria de estreptococo (la afección más común de garganta y frecuentemente asociada). En cuanto al tratamiento, no existe uno específico así que los especialistas recomiendan tomar líquidos de forma abundante para rebajar los estados de fiebre. También el reposo, al menos durante un par de semanas, así como evitar los deportes mientras persista la esplenomegalia (abultamiento del bazo).
Por otro lado, desaconsejan la administración de antibióticos como la ampicilina o la amoxicilina. En cuanto a los corticoides, es recomendable reservarlos para complicaciones como la obstrucción de la vía aérea, esplenomegalia masiva e inflamación del miocardio. En este caso, los fármacos antivirales no están indicados. A su vez, si se está en tratamiento inmunosupresor hay que reducir la medicación. El ingreso sólo está aconsejado si hay dificultad para la ingesta, obstrucción respiratoria u otras complicaciones.
La mononucleosis, por lo general, no reviste de complicaciones graves. La fiebre normalmente cede en 10 días y tanto la inflamación de ganglios linfáticos, como la del bazo se curan en cuatro se manas. La fatiga suele desaparecer también en unas cuantas semanas, aunque en algunos casos pueda persistir por dos o tres meses.
Enfermedades relacionadas
La mononucleosis infecciosa puede imitar a otras muchas enfermedades. Una de las más comunes es la amigdalitis estreptocócica. Ésta también cursa con fiebre, dolor de garganta, adenitiscervical y amigdalitis exudativa. En este caso, en la analítica de sangre se detecta un aumento de los leucocitos polimorfonucleares y hay una rápida respuesta a la penicilina. A su vez, puede confundirse con la rubeola, que tiene un curso clínico más leve, aunque genera malestar general, aumento de los ganglios linfáticos y aparición de una erupción cutánea. En este sentido, el diagnóstico por el aumento de los anticuerpos específicos es definitivo. Por último, la hepatitis vírica puede ser indistinguible clínicamente de la mononucleosis infecciosa con ictericia, pero las pruebas serológicas específicas permiten la confirmación del diagnóstico de hepatitis A, B o C.
José María Indiano
Especialista en Pediatría de IMQ