Endocrinología y Nutrición en IMQ
La obesidad está relacionada con el exceso de grasa corporal, algo que no siempre es lo mismo que tener sobrepeso. Una persona puede tener un peso superior al que se considera saludable para su altura por la existencia de tejido muscular o agua extra, siendo obeso solo cuando ese excedente es de grasa.
La obesidad se mide habitualmente mediante el índice de masa corporal, o IMC, cuya fórmula incluye el peso en kilogramos dividido por la talla en metros al cuadrado. Por ejemplo, una persona de 1,70 m con un peso de 65 kg tendría un IMC de 22,5 (60/1,72). Se considera que el peso es normal cuando el IMC es inferior a 25 y se tiene sobrepeso cuando el IMC está entre 25 y 30. Cuando es superior a 30 se denomina obesidad y si es mayor de 40, se clasifica como obesidad mórbida.
¿Cuáles son las causas de la obesidad?
Hay muchas causas implicadas en la aparición de la obesidad. Por un lado, hay que tener en cuenta los hábitos de vida entre los que influyen la mala alimentación, el sedentarismo y la falta de ejercicio físico. Asimismo, hay que tomar en consideración los factores genéticos y orgánicos que inducen a su aparición sobre todo entre las mujeres. Finalmente, hay que considerar también la influencia de los factores socioeconómicos.
Enfermedades y síntomas asociados a la obesidad
La obesidad se ha convertido, tras el tabaquismo, en la segunda causa de mortalidad evitable, siendo también muchas las enfermedades a ella asociadas: diabetes mellitus tipo 2, hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, apnea del sueño, artrosis...
Está incluso relacionada con el incremento del riesgo de algunos tipos de cáncer y se estima que en el caso de la obesidad mórbida puede reducir entre 6 y 14 años la esperanza de vida.
La acumulación de grasa debajo del diafragma y en la pared torácica puede también ejercer presión en los pulmones, provocando dificultad para respirar y ahogo, incluso con un esfuerzo mínimo. Puede, por otra parte, causar varios problemas ortopédicos, incluyendo dolor en la zona inferior de la espalda y agravamiento de la artrosis, especialmente en las caderas, rodillas y tobillos.
Los trastornos cutáneos son, del mismo modo, particularmente frecuentes en las personas con obesidad. Dado que las personas obesas tienen una superficie corporal escasa con relación a su peso, no pueden eliminar el calor del cuerpo de forma eficiente, por lo que sudan más.
Por otra parte, como consecuencia de los prejuicios y discriminación que a menudo sufren las personas con obesidad, es frecuente que a este problema se asocien trastornos psicológicos y una baja autoestima.
¿Cómo se diagnostica la obesidad?
El médico realizará un examen físico y hará preguntas acerca de la historia clínica, los hábitos alimentarios y la rutina de ejercicios.
Las dos formas más comunes de evaluar el peso y evaluar los riesgos para la salud relacionados con éste son el índice de masa corporal (IMC) y la medición de la circunferencia de la cintura.
Un problema que va en aumento
Durante los últimos años, la prevalencia de la obesidad y las enfermedades metabólicas asociadas se ha incrementado de forma muy significativa en las sociedades occidentales calculándose que para 2030 podría sufrirla la tercera parte de la población mundial.
La Organización Mundial de la Salud la considera ya una enfermedad crónica de larga duración que en el País Vasco se estima padece aproximadamente el 15% de la población, aumentando esa proporción con la edad (el 20% de los vascos mayores de 65 años son obesos) si bien ha crecido de forma notable entre los mujeres y hombres más jóvenes.
Si tu peso te preocupa y buscas una solución a la obesidad, la clínica IMQ Zorrotzaurre dispone de una unidad especializada en el tratamiento de esta enfermedad con un equipo multidisciplinar de profesionales a tu disposición. No dudes en consultarnos.