Especialista en Ginecología y Obstetricia de IMQ
El síndrome de ovario poliquístico (SOP) se describió por Stein y Leventhal en 1935 a partir del análisis de siete mujeres que presentaban amenorrea/oligomenorrea –ausencia de reglas/menor número de reglas–, hirsutismo –incremento del vello en ciertas zonas–, obesidad, esterilidad y agrandamiento de los ovarios con múltiples quistes (ovarios poliquísticos). Actualmente, el ovario poliquístico se reconoce como la condición endocrinometabólica más común en las mujeres, afectando a entre el 3% y el 13% de la población femenina, dependiendo de la población que se estudie, y a menudo se diagnostica en la adolescencia pero puede ser diagnosticado en edades más tardías ( en la edad adulta ).
Qué es el ovario poliquístico y qué implica
El ovario poliquístico es un trastorno que genera problemas de piel, vello corporal o aumento de peso y predispone a otras enfermedades. La causa del ovario poliquístico es desconocida en la actualidad y lo que se observa es un desequilibrio en las hormonas reproductivas (estrógeno, progesterona y andrógenos) que fabrican los ovarios y que se encargan de regular el ciclo menstrual y la ovulación (el momento en que se libera el óvulo).
En las mujeres con síndrome de ovario poliquístico, los ovarios fabrican cantidades de andrógenos más elevadas de lo normal, lo que lleva a interferir en el desarrollo y la liberación del óvulo. A veces se desarrollan quistes en los ovarios, que son pequeñas bolsas llenas de líquido que pueden aumentar de tamaño. Así, las mujeres que padecen este síndrome pueden no ovular con regularidad y, por ello, es habitual/frecuente que tengan ausencia de menstruaciones (amenorrea) o pocos periodos menstruales al año (oligomenorrea).
Según algunos trabajos, las mujeres con síndrome de ovario poliquístico es posible que produzcan demasiada insulina o muestren una resistencia periférica a la acción de la misma, fundamentalmente sobre los receptores de insulina presentes en el músculo y la grasa corporal, lo que estimula a sus ovarios a liberar un exceso de hormonas masculinas.
Padecer el síndrome de ovario poliquístico puede resultar complicado para la autoestima de la mujer puesto que provoca problemas en la piel, el vello corporal o aumento de peso, entre otros. La buena noticia es que, a pesar de que este síndrome no tiene cura, se puede tratar. El diagnóstico y el tratamiento temprano son fundamentales para tratar de evitar, a largo plazo, el desarrollo de multitud de diferentes patologías, que incluyen: la resistencia a la acción de la insulina y el desarrollo de una diabetes, alteraciones en el metabolismo de las grasas ( dislipemias ) e infertilidad, puesto que su existencia supone un factor de riesgo para el desarrollo de las mismas.
Causas del ovario poliquístico y factores de riesgo
La causa del ovario poliquístico, como ya se ha mencionado, continúa siendo desconocida en el momento actual pero se apuntan una serie de factores que podrían jugar algún papel en su presentación, a saber:
- Factores genéticos: Ciertos genes podrían estar vinculados con la presentación de este síndrome. Estudios recientes señalan a un defecto en la acción de la insulina ligado al sobrepeso como agente fundamental. La secreción de un exceso de insulina por parte del páncreas tendría un efecto negativo en los ovarios, donde aumentaría la transformación de los estrógenos en andrógenos (hormonas masculinas). Del mismo modo, por esa resistencia a la acción de la insulina, estas mujeres presentan un riesgo mayor de padecer diabetes ( tipo 1 o tipo 2 ) y diabetes gestacional.
- Factores ambientales: señalan a hábitos de vida perjudiciales para la salud como el tabaco, las dietas inadecuadas y una vida sedentaria. Costumbres que se suelen traducir en obesidad y sobrepeso, dos de los principales causantes de enfermedades como la diabetes, cuya relación con el ovario poliquístico ya se ha apuntado.
Del mismo modo, se ha hipotetizado como posible causa de esta compleja condición endocrino - metabólica la exposición a químicos medioambientales, como el bisfenol A (presente en botellas de plástico y en las latas de conservas, entre otras) con efectos negativos sobre el sistema endocrinológico, que pueden ser incluso irreversibles, especialmente la exposición a estas sustancias se produce en las etapas más tempranas del desarrollo (en la etapa fetal y primeros años de la vida).
Por último, existen otros factores de riesgo que se sospecha tienen alguna relación con esta patología.
- La epilepsia, aunque se ha excluido que los medicamentos que se toman para su tratamiento puedan tener un efecto sobre los ovarios.
- Ser hija de una mujer con sobrepeso.
- Padecer pubarquia prematura (desarrollo de vello púbico a una edad prematura)
- Padecer síndrome metabólico (niveles altos de colesterol, tensión arterial y azúcar en sangre).
Principales síntomas del ovario poliquístico
El desequilibrio hormonal propio de este síndrome puede desencadenar cambios en todo el cuerpo, no solo en los ovarios. Por eso, los médicos se fijan en estos signos que pueden indicar la presencia de este síndrome (si bien es cierto, estos pueden cambiar de una mujer a otra):
- Ciclo menstrual irregular o faltas de menstruación. Las mujeres con este síndrome pueden sufrir de amenorrea o tener menos períodos de lo normal. También puede pasar que los períodos se den cada 21 días o incluso menos. Algunas mujeres con SOP tienen ausencia del período menstrual.
- Aumento de vello en el rostro, barbilla o partes del cuerpo en donde normalmente los hombres tienen vello. A este fenómeno se le llama "hirsutismo" y afecta al 70 % de las mujeres con SOP.
- Acné en cara, pecho y parte superior de la espalda.
- Pérdida del cabello, calvicie de patrón masculino.
- Aumento de peso/obesidad o dificultad para perder peso.
- Oscurecimiento de la piel, especialmente en los pliegues del cuello, en la ingle, axilas y debajo de los senos.
- Papilomas cutáneos, que son pequeños nódulos en la piel de las axilas o en el área del cuello.
- Esterilidad/infertilidad: es decir, la dificultad para quedar embarazada, consecuencia directa de la ausencia de ovulación, e incluso pérdidas sucesivas de embarazos.
- Ansiedad y falta de autoestima, derivadas de todos los signos/síntomas anteriores. En casos extremos, puede llegarse a hablar de depresión. En estos casos, es imprescindible contactar con un especialista en salud mental.
Además a largo plazo, esta condición endocrinometabólica crónica puede traernos otras consecuencias si no es tratada correctamente, como el aumento de posibilidades de padecer diabetes, cáncer de endometrio, colesterol alto, hipertensión o enfermedades cardiovasculares.
El diagnóstico del SOP es una oportunidad extraordinaria para educar al paciente en la prevención de todas estas patologías y la consecuente mejora de su calidad de vida
¿Cómo se diagnostica el ovario poliquístico?
El diagnóstico de esta condición no es sencillo pues sus signos y síntomas pueden solaparse/confundirse con el desarrollo puberal normal. Además, antes de establecer este diagnóstico, es también necesario descartar otras posibles causas de los síntomas que presenta la mujer.
Si has consultado tus síntomas con tu médico, vas por buen camino. Es posible que él te remita a un ginecólogo o a un endocrinólogo para que te haga un diagnóstico. Te preguntarán sobre cualquier síntoma o preocupación que puedas tener, tu historial de salud, la de tu familia, los medicamentos que tomas, las alergias que tienes y otras cuestiones. El médico también analizará tu período menstrual y sus irregularidades. Te hará un examen físico, que incluirá pesarte y evaluar algunos signos específicos, como el acné, el crecimiento del vello y el oscurecimiento de la piel. Es posible que te haga además un examen ginecológico para descartar otras posibles causas de tus síntomas.
Es posible que el médico también te pida un análisis de sangre que permitirá medir las concentraciones de andrógenos, insulina y otras hormonas y una ecografía para observar los ovarios y determinar si tienes quistes u otras anomalías. Del mismo modo, mediante esta analítica, podrán observarse las posibles alteraciones de las grasas, de la glucosa y de la vitamina D.
Recibir un tratamiento adecuado es muy importante, especialmente por las implicaciones que tiene en la prevención de ciertas enfermedades (obesidad, hipertensión, diabetes, etc) y para mejorar el disbalance hormonal existente si se quiere tener un bebé en el futuro, ya que esta afección puede provocar infertilidad/esterilidad si no se trata. Asimismo, muchas mujeres con síndrome de ovario poliquístico pueden quedarse embarazadas espontáneamente aunque tengan irregularidades en sus menstruaciones. Existen múltiples trabajos en la literatura médica que señalan que tan solo el 20% de las mujeres con esta condición precisarán de alguna técnica de reproducción asistida para conseguir un embarazo.
Tratamientos para el ovario poliquístico
Aunque el síndrome de ovario poliquístico no tiene cura, hay varias formas de tratar y de controlar esta afección. Los principales tratamientos recomendados para los problemas menstruales son:
- Preparados contraceptivos combinados de baja dosis. Son una buena opción para aquellas mujeres que no deseen quedarse embarazadas, y se consideran el tratamiento de primera línea tanto del hirsutismo como del acné. Además, ayudan a equilibrar las concentraciones hormonales en el organismo y regular el ciclo menstrual.
- Otros medicamentos. Los antiandrógenos, por ejemplo, contrarrestan los efectos del exceso de andrógenos en el organismo y pueden ayudar a aliviar los problemas de piel y de crecimiento del vello. Por otro lado, la metformina (utilizada para tratar la diabetes), puede reducir la concentración de la insulina en sangre y ayudar a controlar la ovulación y la concentración de andrógenos, regulando el ciclo menstrual. También existen preparados basados en el inositol, una sustancia fisiológica que pertenece a la familia de los azúcares y que, convirtiéndose en myoinositol y D-chiroinositol, regulan el funcionamiento de diferentes sustancias (TSH, FSH, la insulina, etc) y mejoran diferentes signos y síntomas del SOP. Tanto la metformina como el inositol son agentes sensibilizadores de insulina.
- Técnicas quirúrgicas, como el “drilling” ovárico laparoscópico, que suele reservarse para pacientes que van a ser sometidas a otro tipo de cirugía y para aquellos ovarios poliquísticos resistentes a algunos medicamentos.
- Control del índice de masa corporal (IMC), del peso, y modificaciones en el estilo de vida: Es esta una parte del tratamiento esencial puesto que puede atenuar muchos de los problemas de salud relacionados con el síndrome de ovario poliquístico, como la hipertensión, la diabetes y las alteraciones de las grasas, elementos primordiales para la prevención de las enfermedades cardiovasculares; todo ello constituye una prevención a largo plazo. Pero, a veces, hasta en el 70% de las ocasiones, sólo con perder peso y alcanzar el IMC adecuado, se consigue restaurar las concentraciones hormonales normales y, como consecuencia, muchos de los síntomas y signos mejoran/desaparecen, restableciéndose incluso la regularidad de la menstruación. Con una reducción ponderal de tan solo un 5% ya pueden objetivarse la mejoría de muchos de los signos y síntomas del SOP. La realización regular de actividad física también resulta muy beneficiosa para la mejora de este síndrome, siendo incluso una medida muy adecuada para mejorar las alteraciones del estado de ánimo que pueden presentar estas mujeres.
- Tratamiento de las alteraciones cutáneas (acné e incremento del vello facial y corporal): Es una parte primordial de esta condición endocrinometabólica pues puede afectar singularmente la autoestima, el rendimiento escolar y, por tanto, la calidad de vida de la mujer. Existen gran cantidad de modalidades de tratamiento (agentes retinoides, cremas basadas en la eflornitina, antibióticos, agentes antibacterianos, diferentes métodos físicos para la reducción/eliminación del vello, etc).
- Tratamientos para la esterilidad/infertilidad: Para aquellas mujeres que precisen algún tipo de asistencia para la consecución de un embarazo existen múltiples opciones, a saber: el citrato de clomifeno, el letrozol, la metformina, las gonadotropinas, las incisiones ováricas mediante laparoscopia y las técnicas de reproducción más complejas (FIVTE). Algunas de ellas serán de uso inmediato en consultas convencionales pero en otras ocasiones se requerirá el concurso de unidades de reproducción humana adecuadamente dotadas para llevar a cabo los procedimientos más avanzados.
Uno de los aspectos más desafiantes de cara al futuro es el establecimiento de las causas concretas del ovario poliquístico y de los criterios diagnósticos adecuados, pues es una enfermedad con una gran variedad de manifestaciones, para poder así fijar conductas preventivas y tratamientos individualizados que mejoren el manejo global de estas pacientes. Un reto en el que trabajamos día a día los diferentes profesionales del IMQ.