Unidad Materno-infantil, Ginecología y Obstetricia en IMQ Zorrotzaurre
Es habitual que, a partir de los 45 años, las mujeres experimenten una serie de cambios en su cuerpo, tanto a nivel físico como psicológico, debido a la disminución de la producción de estrógenos (hormonas sexuales femeninas). En estas circunstancias, es normal pensar que se ha llegado a la menopausia, pero esta fase puede alargarse meses o años. De hecho, hasta que la menstruación no desaparece durante al menos 12 meses seguidos, no se puede hablar de menopausia. Estaremos ante síntomas propios del periodo o fase llamada premenopausia o perimenopausia.
Qué es la premenopausia
La premenopausia es la etapa de transición hasta la menopausia. Durante la misma, se dan una serie de síntomas, nuevas sensaciones y cambios derivados de la variación y disminución de los niveles hormonales típicos de esta etapa.
Si bien es cierto que resulta complicado establecer el momento exacto en que se inicia la perimenopausia, la irregularidad en la menstruación suele presentarse poco antes de los 50 años, aunque existen excepciones. En cuanto a su duración, se sitúa entorno a 4-5 años previos a la menopausia, aunque puede durar desde unos meses hasta los 8 años.
A menudo se confunde la perimenopausia con la menopausia, sin diferenciar entre una y otra: puede considerarse que el inicio del período de la menopausia se da cuando la menstruación no ha aparecido durante un año completo.
Síntomas de la premenopausia
Si bien es cierto que la forma en la que se manifiesta puede variar de una mujer a otra, existe una serie de síntomas de la premenopausia que se dan de manera especialmente común. Te los detallamos a continuación:
- Cambios en el propio período. Es uno de los primeros síntomas de la perimenopausia que se dejan notar, ya que manifiesta variaciones en cuanto a retrasos, duración y cantidad de sangrado.
- Sofocos y palpitaciones. El trastorno hormonal que se experimenta durante esta etapa puede provocar subidas de temperatura del cuerpo de la mujer y sudoraciones.
- Sequedad vaginal y disminución de la libido. Es común que en este momento se empiece a perder el deseo sexual debido a la evolución de las hormonas. De esta forma, el cuerpo produce menos secreción y se puede sentir irritación o picores vaginales.
- Cambios en el estado de ánimo y ansiedad. Otra de las alteraciones que se pueden producir en la premenopausia es de tipo anímico. Desequilibrio emocional, irritabilidad, negatividad o ansiedad son algunas de las más habituales.
- Pérdidas de orina. El suelo pélvico se debilita durante la premenopausia por eso, al toser o estornudar es normal que se escapen algunas gotas de orina.
- Insomnio y aumento de la fatiga. Como consecuencia de los cambios experimentados, pueden producirse episodios de insomnio y aumento del cansancio.
Aunque no son una amenaza grave para la salud, los síntomas de la perimenopausia suelen resultar molestos y limitan la calidad de vida de la mujer. Afortunadamente, existen una serie de recomendaciones que pueden ayudar a disminuirlos, mejorando el bienestar.
Tratamientos para la premenopausia
Para tratar la premenopausia existen numerosas soluciones que se pueden clasificar en dos tipos: con tratamiento farmacológico o con tratamiento natural.
1. Tratamiento farmacológico
Una de cada cuatro mujeres sufre los síntomas de la premenopausia de manera muy intensa. En estos casos, tras la evaluación del caso por parte del personal médico, se suele recomendar la terapia hormonal. Este tratamiento tiene como objetivo proveer a la mujer de las hormonas que los ovarios ya no producen en la misma cuantía que antes.
Este tratamiento denominado, Terapia Hormonal de Sustitución (THS), es controvertido al relacionarse con un posible incremento en las probabilidades de padecer cáncer de mama, basado en estudios que no han demostrado evidencia científica. Hoy en día se dispone de unos tests para saber si esta terapia es segura o si una mujer en concreto presenta una predisposición que incrementa el riesgo relativo de cáncer de mama. A su vez, los datos epidemiológicos y diversos estudios clínicos evidencian una acción protectora de los estrógenos sobre los factores de riesgo de enfermedad cardiovascular.
2. Tratamientos naturales
Existen otro tipo de medidas que se pueden llevar a cabo para paliar los síntomas de la premenopausia, relacionadas con cambios en los hábitos de vida hacia otros más saludables:
1. Seguir una alimentación variada y equilibrada
- Se deben tomar al menos 5 piezas de fruta y verdura al día.
- Elegir legumbres y alimentos con fibra ayuda a disminuir el estreñimiento y el colesterol.
- Hay que evitar las grasas saturadas y reducir la sal en las comidas.
- Se deben beber al menos, dos litros de agua al día.
2. Practicar alguna actividad física
El ejercicio físico contribuye a disminuir los niveles de irritabilidad, ansiedad y estrés, y aumenta el bienestar físico y psicológico.
3. Evitar el tabaco y el alcohol
Estas sustancias aumentan la frecuencia y la intensidad de los síntomas.
4. Realizar controles periódicos.
Es necesario hacerse exámenes médicos tanto a nivel general, para tener controlados los niveles de glucosa y colesterol, como a nivel ginecológico.
Es común que las etapas de nuestro ciclo de vida no cuenten con la suficiente representación en la sociedad ni en la educación. Pero conocer nuestros cambios e identificarlos puede ayudarnos a detectar posibles desviaciones y signos de preocupación.
Visitas periódicas al ginecólogo
Las visitas regulares al ginecólogo son importantes para todas las mujeres, el tipo de pruebas ginecológicas que se practican difieren de manera sustancial en función de la edad. En nuestra guía de pruebas ginecológicas por edades te ayudamos a contextualizar los distintos exámenes ginecológicos según tu edad. Además, también te ofrecemos un calendario resumido con las diferentes pruebas: