Responsable de Oncología Radioterápica en el Instituto Oncológico de la Clínica IMQ Zorrotzaurre
La radioterapia es uno de los tres pilares del tratamiento usado en el cáncer, junto con la cirugía y los tratamientos sistémicos como la quimioterapia, la inmunoterapia o el tratamiento hormonal, va a ser necesaria casi en el 70% de los pacientes oncológicos, sin embargo, la radioterapia sigue siendo desconocida para muchas personas… La cenicienta de la oncología.
Existen muchos mitos en torno a la radioterapia, que pueden generar desconfianza o expectativas erróneas sobre su efecto, desmontemos algunos de ellos y resolvemos dudas sobre el tratamiento.
El diagnóstico de un cáncer puede ser aterrador. Nadie espera que le toque, pero cuando irrumpe en tu vida, el miedo, la angustia, la incertidumbre y la confusión impactan plenamente. Además, es una realidad que el número de casos diagnosticados de cáncer ha aumentado en los últimos años, sin embargo, gracias al desarrollo de técnicas radiológicas, endoscópicas y analíticas y las campañas de concienciación social, la mayoría de los tumores son identificados en fases tempranas con mayor probabilidad de ser controlados.
Tras el golpe inicial del diagnóstico, el temor aumenta sobre los tratamientos que van a ser requeridos y es que, a veces, se tiene una visón catastrófica o demasiado negativa de lo desconocido. Hoy por hoy el acceso a la información está al alcance de cualquier persona, a golpe de tecla el paciente puede bucear en internet, pero si la información no es debidamente contrastada, pueda generar confusión.
¿Cómo se prepara la radioterapia?
La primera consulta con el oncólogo especializado en radioterapia, se realiza la historia clínica del paciente para valorar la necesidad del tratamiento de radioterapia. Posteriormente y en caso de prescribir el tratamiento, se deben tomar medidas para establecer la postura que nos interesa reproducir durante el tratamiento, el sistema de inmovilización apropiado que usaremos y la realización de imágenes para localizar la zona de irradiación.
Empieza entonces la “confección” del tratamiento por el equipo médico, radiofísico y técnicos dosimetristas. Tras la comprobación de éste en la máquina (llamada acelerador lineal), verificando que se cumplen los controles de calidad, el paciente puede iniciar tratamiento. Por tanto, cada tratamiento es altamente específico, personalizado y adaptado a cada paciente.
¿Cómo se realiza la administración de radioterapia? ¿La irradiación duele?
Durante la irradiación, el paciente es colocado sobre una mesa con el sistema de inmovilización correspondiente y el brazo del acelerador lineal va girando lentamente al mismo tiempo que realiza ciertas paradas. Se realizan imágenes para visualizar la zona de irradiación y dirigir el haz de forma precisa. La radioterapia es invisible, el paciente no percibe ningún síntoma o sensación; el tiempo de la irradiación no supera el minuto y medio, en la mayoría de los casos.
¿La radioterapia quema?
La radioterapia no quema. Es un tratamiento acumulativo, es decir a medida que las sesiones van transcurriendo, la dosis puede ir acumulándose y puede provocar inflamación en algunos tejidos adyacentes. En tejidos superficiales como la piel, puede aparecer en ciertos tumores, enrojecimiento por inflamación cutánea, aunque si bien es cierto, el uso actual de cremas y productos tópicos específicos ayudan a prevenir la aparición de inflamación o minimizar su intensidad enormemente.
¿Cuánto dura el tratamiento de radioterapia? ¿Es largo?
Los esquemas de tratamiento y el número de sesiones suscitan gran interés siendo uno de los temas más atractivos en investigación médica en los últimos años; los resultados en numerosos estudios indican que, en muchos tumores, la efectividad y tolerancia de realizar tratamientos con menos número de sesiones es similar a los tratamientos de varias semanas de duración. Son tratamientos llamados “hipofraccionados” administrados incluso en una única sesión o en poco número de sesiones, dependiendo del tipo de tumor y técnica utilizada.
La pandemia desatada en marzo de 2020 propició el rápido desarrollo de los tratamientos hipofraccionados con el fin de disminuir la estancia hospitalaria a los pacientes y la experiencia y los resultados observados tanto en efectividad y en tolerancia, son muy satisfactorios.
¿El paciente emite radiación y debe aislarse?
La radioterapia externa es aquella administrada por el acelerador lineal. Los tratamientos de radioterapia externa no provocan emisión en el paciente y éste puede convivir con niños o mujeres embarazados sin ningún tipo de riesgo y sin tener que aislarse.
¿La radioterapia elimina células malas y células buenas?
La radioterapia incide sobre las células malas dañando su ADN para que posteriormente en los próximos días o semanas, las células cancerosas vayan muriendo. El objetivo principal del tratamiento es incidir de forma dirigida al volumen tumoral minimizando la dosis a los tejidos sanos de alrededor. Las técnicas usadas y los aceleradores hoy por hoy, nos posibilitan conseguir nuestro objetivo permitiendo localizar con gran precisión el tumor y adaptarnos a la forma y al tamaño, como si se tratara de un guante.
¿La radioterapia es efectiva? ¿Puede curar un tumor?
La radioterapia es altamente efectiva. Se puede usar para hacer desaparecer el tumor, detener su progresión o disminuir su tamaño, y para aliviar los síntomas que la enfermedad pueda generar. Desde que comenzó su uso hace más de 100 años con el descubrimiento de los rayos X, su evolución es poderosamente imparable; sus indicaciones médicas cada vez son mayores tanto en Oncología como en otras patologías no oncológicas, como los queloides (hiperproliferaciones en la piel) o las malformaciones arteriovenosas. El desarrollo tecnológico y el mayor conocimiento en comportamiento celular permiten que se siga perfeccionando el tratamiento.
¿Cuáles son los efectos secundarios de la radioterapia?
Las técnicas actuales de precisión, la tecnología adaptada milimétricamente al tumor y la visión directa del mismo antes de ser irradiado, han disminuido los efectos secundarios de la radioterapia. La buena tolerancia en un gran número de pacientes es habitual, dependiente siempre de la zona a tratar y el tipo de técnica usada.
¿El paciente puede hacer vida normal durante la radioterapia?
Durante el tratamiento de radioterapia, es deseable que el paciente realice su vida social y laboral con normalidad. En algunos casos, el paciente precisará realizar una dieta específica o la administración de ciertas cremas preventivas pero puede seguir sus actividades laborales/sociales/familiares con total normalidad.
Recuerde, la radioterapia cura y es totalmente segura, se trata de un tratamiento de calidad y seguridad excelente. Es recomendable que consulte al oncólogo especializado en radioterapia, para que pueda ofrecer una información real y específica de cada caso.
El Instituto Oncológico de Clínica IMQ Zorrotzaurre cuenta con un equipo altamente cualificado en el área de la Oncología Radioterápica; dispone de dos aceleradores lineales gemelos de última generación que permiten realizar técnicas de alta precisión y tratamientos hipofraccionados con resultados en efectividad y tolerancia inmejorables.