Jefe de Servicio de la Unidad de Urgencias de la Clínica IMQ Zorrotzaurre
La gastroenteritis es una afección muy común que engloba a un grupo de trastornos cuya causa es una infección en el tracto digestivo. Se produce cuando algunos microorganismos se multiplican con rapidez en el estómago y en el intestino. Si la inflamación únicamente afecta a la mucosa del estómago se trata de una gastritis, si es la mucosa del intestino se denomina enteritis y cuando son ambos órganos se trata de gastroenteritis. En este artículo vamos a conocer los principales síntomas de la gastroenteritis y cómo aliviarlos.
Las epidemias de diarrea en adultos, niños y lactantes son causadas generalmente por microorganismos presentes en el agua y en los alimentos, pudiendo transmitirse también por contacto entre personas cuando se trata de gastroenteritis víricas, más frecuentes en los niños y que pueden presentarse en brotes epidémicos.
Algunas bacterias invaden el revestimiento mucoso intestinal y provocan pérdidas considerables de líquidos, agua y electrolitos, al igual que ciertos parásitos intestinales. Asimismo, puede ser consecuencia de la ingesta de toxinas químicas presentes en mariscos o setas y en alimentos con deficiente estado de conservación o contaminados.
¿Cuáles son los síntomas de la gastroenteritis?
La diarrea, los vómitos, el dolor abdominal, generalmente de tipo retortijón, suelen ser las primeras señales. Estas señales evolucionan en ocasiones con fiebre y deshidratación. La gravedad de los síntomas depende del tipo y de la cantidad de la toxina o del microorganismo ingerido, cobrando también mucha importancia el estado general de base de la persona afectada.
¿Cómo tratar los síntomas de la gastroenteritis?
A la hora de tratar los síntomas de la gastroenteritis, en primer lugar, se recomienda ingerir líquidos adecuados para evitar la deshidratación. Además, durante las primeras horas no hay que tomar alimentos sólidos (4-6 horas en los niños y al menos 12 en los adultos). Durante ese tiempo sólo se ingerirán bebidas con sales para rehidratación oral o limonada alcalina, bebiendo en pequeñas cantidades, de forma continua y sin forzar. En cuanto a la limonada alcalina, se prepara añadiendo el zumo de dos o tres limones, media cucharadita de bicarbonato, otra media de sal y dos o tres de azúcar a un litro de agua hervida.
Cuando se haya controlado la primera fase y se realicen menos de 3-4 deposiciones al día, introduciremos gradualmente la dieta sólida, en pequeñas cantidades, para comprobar la tolerancia a la misma; en ocasiones, será necesario tomar antieméticos (para impedir el vómito) o antidiarreicos y, si el proceso lo requiere, antibióticos. Eso sí, siempre bajo prescripción médica.
Dieta: sopas, purés y pescado, sin leche
Además de evitar los alimentos sólidos en las primeras horas y de ingerir bebidas rehidratantes, posteriormente puede tomarse sopa de arroz o de pescado, puré de patatas y zanahorias, huevo duro o en tortilla, pescado blanco a la plancha o cocido, manzana asada, plátano maduro, membrillo e infusiones. Se desaconsejan la leche y sus derivados.
No existe un tratamiento específico en las gastroenteritis víricas; el tratamiento es sintomático mediante la administración de soluciones de rehidratación oral con el fin de sustituir la pérdida de sales y líquidos. En ocasiones, estas medidas pueden no ser suficientes (por ejemplo, en casos producidos por rotavirus), precisándose el tratamiento hospitalario.
Gastroenteritis en niños pequeños
Por lo general, estas medidas son suficientes para controlar esta infección, que suele desaparecer en una semana. En los niños pequeños, si la diarrea es líquida y frecuente, hay que consultar al pediatra. Si el menor está contento o llora con profusión de lágrimas, babea, orina con normalidad y juega como siempre indica que no está deshidratado, por lo que no será necesario acudir de forma urgente a consulta.
Consejos para prevenir la gastroenteritis
La gastroenteritis se debe con frecuencia a una infección causada por bacterias o virus, que puede originarse por falta de higiene o por una preparación inadecuada de los alimentos. Para evitarlo, se aconseja seguir las recomendaciones de los fabricantes sobre la fecha de caducidad de los alimentos. También es importante lavarse muy bien las manos antes de manipularlos.
Además, hay que mantener los alimentos refrigerados y la cocina en correctas condiciones de higiene. Sin olvidar que se debe evitar la ingestión de alimentos con dudas sobre su conservación previa, con aspecto poco fiable o, en el caso del marisco, si el olor no causa buena impresión.
En los niños, la fuente más habitual de contagio es por contacto con las heces o los pañales de un niño infectado, por lo que hay que extremar las medidas de higiene habituales.
Gastroenteritis vs. gastritis
La diferencia con la gastritis radica en que esta última es una dolencia en la que se produce inflamación de la mucosa del estómago, generalmente causada por la ingestión excesiva de bebidas alcohólicas, de alimentos muy fuertes, condimentados o que contengan agentes tóxicos o infecciosos, de fármacos gastroerosivos, etc.