La infertilidad se define como la imposibilidad, en un tiempo razonable, de lograr un embarazo. También se relaciona con otras problemáticas como la esterilidad (imposibilidad absoluta de tener embarazos), subfertilidad (dificultad, que no imposibilidad, de conseguir gestaciones) y los abortos de repetición. En este artículo analizaremos sus causas y tratamientos para la solución a la infertilidad.
Durante mucho tiempo, los expertos estimaron que afectaba a un 10% de la población en edad reproductiva. Actualmente, se ha incrementado a un 15% y en determinados grupos poblacionales puede llegar a un 20%.
Entre las principales causas que pueden dificultar o impedir la gestación destacan:>/p>
- alteraciones en la calidad y cantidad de los espermatozoides o en la ovulación,
- obstrucción de una o ambas trompas
- patologías ginecológicas como la endometriosis, miomas y pólipos uterinos,
- existencia de malformaciones en el útero.
En el 20% de los casos el problema reproductivo se debe a un factor masculino, en el 30% a uno femenino, en el 40% es de tipo mixto y el resto es por causas inexplicables.
La disminución de la fertilidad comienza claramente a los 35 años. A partir de esa edad las probabilidades de quedarse embarazada disminuyen casi al 15% y a partir de los 40 caen en picado. Aunque hoy en día una mujer de esa edad sigue siendo joven, biológicamente su cuerpo ya no es el mismo y la función de sus ovarios tampoco, ya que también envejecen.
¿Cuándo se debe consultar a un especialista?
Se aconseja que las consultas para buscar una solución a la infertilidad deben efectuarse si el embarazo no se ha conseguido después de un año de relaciones sin protección, pero debe adelantarse a los 6 meses si la mujer ha sobrepasado los 35 años.
La mujer nace con una dotación ovárica para toda su vida. Ésta se irá agotando y sólo unos pocos ovocitos llegarán a madurar en cada ciclo menstrual, mientras que el resto se irá muriendo. En los hombres, se observan variaciones en el número, movilidad y calidad del esperma a partir de los 50 años.
Se ha producido un aumento en la demanda de tratamientos reproductores debido, fundamentalmente, a la edad de búsqueda del primer embarazo en las mujeres de países occidentales. En las últimas dos décadas, ha habido un retraso de cinco años en la edad media del primer parto.
El estudio básico de esterilidad incluye:
- análisis hormonales para determinar la reserva ovocitaria,
- estudios del líquido seminal,
- una exploración ginecológica,
- ecografía transvaginal
- una prueba radiológica que permite conocer la permeabilidad de las trompas.
Tratamientos para combatir la esterilidad
En algunas ocasiones existe una causa única y definida que se puede tratar para dar solución a la infertilidad. Sin embargo, la mayor parte de las veces los tratamientos intentan incrementar la fertilidad de ambos miembros de la pareja.
En la inseminación intrauterina se estimula la ovulación para obtener unos tres ovocitos y se prepara la muestra de semen para extraer los espermatozoides buenos, que se introducen en el interior del útero coincidiendo con la ovulación.
En el tratamiento mediante fecundación in vitro y transferencia embrionaria (FIVTE) se estimula más la ovulación, se puncionan los ovarios para obtener los ovocitos que se fertilizan mediante FIVTE o mediante la introducción del espermatozoide dentro del óvulo (ICSI). Los mejores embriones se meterán en el útero.
El estrés no impide quedarse embarazada
Si bien se produce alteración en algunas hormonas (corticoides, adrenalina, prolactina…), no va a ser nunca ‘la causa’ única de esterilidad. Tampoco el uso de pastillas anticonceptivas disminuye la fertilidad, de hecho, es de los métodos anticonceptivos que más protegen la fertilidad.
Permanecer acostada después del coito no ayuda a la concepción
Esta recomendación de quedarse acostada se aconsejó mucho a nuestras abuelas como solución a la infertilidad, sobre todo si tenían el útero en retroversión y también era común colocar una almohada debajo de las nalgas. Sin embargo, los expertos recalcan que los espermatozoides acceden al útero al minuto de la eyaculación.
La edad condiciona a la hora de quedarse embarazada
Lo cierto es que la probabilidad de gestación baja según sube la edad materna. En nuestro entorno, la edad de la menopausia se sitúa entre los 42 y 56 años (de media a los 48,5). Asimismo, cabe destacar que la fertilidad durante los siete años anteriores es muy pequeña.
La posibilidad de gestación no aumenta con el sexo diario
Esta premisa tan extendida es falsa, al igual que tener sexo sólo el día de la ovulación. El óvulo vive unas pocas horas y los espermatozoides hasta tres días. Los coitos fecundantes son los previos a la ovulación.
Dr. Javier Peña Irala
Especialista de Ginecología y Obstetricia de IMQ