Fisioterapeuta en IMQ Ajuriaguerra. Unidad de suelo pélvico.
Los problemas relacionados con el suelo pélvico afectan al 25% de las mujeres mayores de 40 años y pueden condicionar la vida de quien los padece. Fortalecer el suelo pélvico previene y mejora trastornos como las incontinencias urinaria y fecal, el descenso de órganos ubicados a la altura de la pelvis y el dolor en esta zona.
Si bien es verdad que afectan más a las mujeres por su propia anatomía y los cambios hormonales que se producen en esas estructuras durante el embarazo y el parto, también pueden darse en hombres, por ejemplo, tras una cirugía prostática.
Aun así, la prevalencia de la disfunción del suelo pélvico entre la población es difícil de precisar, pudiendo oscilar entre un 2% y un 47%. A pesar de que estos datos indican que es un problema muy frecuente, sigue siendo un tema tabú y son pocas las mujeres que consultan con el médico al entender que es algo normal por la edad o tener hijos y, en otros casos, por vergüenza. De hecho, apenas un 20% de las afectadas acude a la consulta médica.
Sin embargo, en este punto es importante subrayar que una actuación temprana y estrategias preventivas sirven en la mayoría de los pacientes para controlar y evitar que se pueda agudizar. En primer lugar, hay que detectar los síntomas iniciales, que suelen ser pequeños escapes ocasionales, falta de fuerza muscular y/o sensación de bulto o peso en la zona del periné. En el caso de las mujeres, se asocia habitualmente al comienzo de la menopausia por ser la etapa en la que bajan los estrógenos, lo que provoca atrofia y disminución del tono muscular. No obstante, puede aparecer igualmente tras un parto o en una mujer joven con una actividad deportiva intensa. Ante las primeras señales de que algo ocurre, se debe acudir al médico especialista –ginecólogo, urólogo–, que realizará las pruebas necesarias para determinar el alcance del problema y, en su caso, descartar otras patologías.
Gimnasia contra las pérdidas de orina
Una vez diagnosticada la disfunción, los ejercicios de Kegel son los más indicados para fortalecer el suelo pélvico. Los expertos aseguran que el 60% de las mujeres que sufren incontinencia de esfuerzo –pérdidas de orina al reír, estornudar o coger peso– mejoran al realizar gimnasia específica. Se trata de entrenar este área haciendo fuerza y relajando estos músculos en varios momentos del día, siendo constantes en esta práctica.
De hecho, es muy aconsejable que todas las mujeres se inicien en estos ejercicios, incluso sin presentar síntomas, ya que está demostrado que un buen conocimiento del suelo pélvico puede prevenir futuros trastornos.
Se pueden combinar estas prácticas con el uso de dispositivos intracavitarios, como conos vaginales o bolas chinas, que son muy fáciles de utilizar y ayudan al fortalecimiento de la zona pélvica.
Consejos para evitar la disfunción del suelo pélvico
El suelo pélvico es un sistema de músculos y ligamentos responsable de mantener en correcta posición la vejiga, el útero y el recto. En los últimos años, los problemas que se derivan de esta zona han ganado en relevancia debido a numerosas campañas de sensibilización. Campañas que destacan la importancia de que el paciente confíe en su médico y no tenga reparos en exponerle su caso, ya que es la única manera de poner freno a esta situación.
En cuanto a los consejos para evitar su aparición y frenar su avance, es conveniente intentar orinar cada 3 horas con o sin ganas, tomar por lo menos 6 vasos de agua diarios y abstenerse de beber café, té, alcohol, etc. Tampoco son recomendables las prendas ajustadas que compriman la zona, ganar peso bruscamente o la obesidad. Sin olvidar que es desaconsejable el estreñimiento o cargar mucho peso. Además, hay que procurar no realizar deportes de contacto ni los abdominales clásicos si ya se presentan síntomas.