Especialista en Psicología del Centro Médico IMQ Abendaño
Se considera que existen trastornos alimenticios en adolescentes cuando la comida y el peso corporal se convierten en una obsesión. De hecho, este tipo de relación poco saludable con la comida suele iniciarse en la adolescencia. En IMQ queremos hablarte sobre los tipos de trastornos alimenticios más frecuentes en la adolescencia y contarte cómo ayudar a un adolescente que los padece.
Los trastornos alimenticios
Los trastornos alimenticios suelen dar los primeros avisos a partir de la adolescencia, aunque también hay personas adultas que los desarrollan. Son más habituales entre las mujeres, aunque también se dan en el sexo masculino.
Muchas veces los signos de estas enfermedades pueden pasar desapercibidos, y es que no es extraño que una adolescente cambie sus hábitos alimenticios de manera puntual. De ahí que sea tan importante prestar atención y consultar con el pediatra cualquier duda. Ellos son capaces de ver indicadores que madres y padres desconocen.
Factores de riesgo en los trastornos de la conducta alimentaria
Aunque estos trastornos pueden presentarse en cualquier persona, existen ciertos factores de riesgo:
- Estado emocional. El aislamiento, la baja autoestima, la depresión, los trastornos obsesivo-compulsivos y los trastornos de ansiedad funcionan como detonantes.
- Antecedentes familiares. Hay más probabilidades de que un o una adolescente sufra estos trastornos si los ha visto reflejados en parientes cercanos, como sus padres o hermanos.
- Ponerse a dieta. El hambre provoca muchos de los síntomas de un trastorno alimenticio: afecta al estado de ánimo, hace que estemos ansiosos o que seamos mucho más rígidos en nuestra forma de pensar. Y esto sucede porque la falta de alimento afecta al cerebro y a las funciones vitales.
Tipos trastornos alimenticios
Hay 3 tipos de trastornos alimenticios que son los más frecuentes en la adolescencia.
1. Bulimia nerviosa
La bulimia nerviosa o bulimia es uno de los trastornos de alimentación más graves y puede conducir a la muerte en casos extremos. En esta enfermedad se combinan sesiones de atracones con periodos de purga. Por norma general los atracones están asociados a una restricción de los alimentos por parte de la persona afectada.
Como el cuerpo sigue teniendo hambre, llega un momento en que no pueden parar de comer y son capaces de consumir una gran cantidad de alimentos en periodos muy cortos. Como respuesta a la vergüenza y al miedo de consumir calorías extra, se inicia el proceso de purga. Este puede aparecer de formas diferentes:
- Con una práctica de ejercicio desmesurada.
- Por medio del uso de laxantes.
- A través del vómito provocado.
2. Trastorno alimentario compulsivo
Los trastornos alimentarios compulsivos se conocen como atracones. La persona afectada suele comer alimentos de forma compulsiva y con gran rapidez sin ningún tipo de control. De hecho, muchas veces comen sin apetito o estando llenos.
Algunos de los síntomas son:
- Comer de forma moderada en compañía y darse atracones cuando nadie los ve.
- Ocultar alimentos.
- Comer a escondidas.
- La culpabilidad por lo ingerido.
Es normal que se den una ronda de atracones por lo menos una vez a la semana. Esta conducta provoca vergüenza y sensación de descontrol sobre lo que se hace. A diferencia de la bulimia, no se contrarresta lo comido con técnicas de purga. Sin embargo, la vergüenza en ocasiones provoca que vuelvan a comer para ocultar lo que les está pasando.
Padecer un trastorno alimentario compulsivo no está directamente relacionado con el sobrepeso o la obesidad. Es más, muchas personas de peso normal lo padecen.
3. Anorexia nerviosa
Las personas que padecen anorexia alcanzan pesos anormalmente bajos combinados con un pavor incontrolable a engordar debido a una visión distorsionada que tienen de su propio cuerpo. Sufren una obsesión absoluta por el control de su cuerpo, lo cual afecta a sus actividades cotidianas y a su estado de salud. Es uno de los trastornos mentales con mayor índice de mortalidad que existen.
Los métodos de control del peso por parte de las personas que sufren anorexia son muy variados. Los más comunes son:
- Restringir la cantidad de alimentos que consumen.
- Hacer ejercicio de forma desmedida.
- Usar laxantes.
- Provocarse el vómito.
- Utilizar suplementos dietéticos en sustitución de la comida.
Cómo ayudar a adolescentes con trastornos alimenticios
Ayudar a una adolescente con trastornos de alimentación es verdaderamente complejo y requiere de acompañamiento médico y psicológico. No obstante, como madres y padres, hay ciertas cosas que podemos hacer:
- Comunicarnos. En nuestras manos está intentar que nuestras hijas e hijos comprendan por lo que están pasando. Hay muchos sitios web que fomentan los trastornos de alimentación como estilos de vida cuando no lo son. El primer paso es hablar y ayudarles a ver la realidad.
- Tener unos hábitos de alimentación saludables. Es más fácil que una adolescente caiga en uno de estos trastornos si en casa no se come adecuadamente o pasamos por periodos largos de dieta. Evitar una relación de amor-odio con la comida también es vital.
- Comer en familia. Es una manera estupenda de establecer unas pautas de alimentación saludables.
- Haz que tu hijo/a se vea y acepte como es. No importa el tamaño, no importa la forma. Hay que reforzar el amor por nosotros mismos y la idea de que cada cuerpo es único y diferente. Para apoyar esta idea evita criticar tu propia figura o la de otras personas en su presencia.
En conclusión
Por desgracia, los trastornos de alimentación son muy comunes en la adolescencia. Tan solo en Euskadi han crecido en casi un 33 % durante la pandemia. Una buena supervisión médica y psicológica temprana como las que ofrecemos en IMQ pueden marcar la diferencia.