El vitíligo es un trastorno de la pigmentación de origen desconocido que se produce como consecuencia de la interrupción en la producción de melanina. Su incidencia es de entre un 1 y un 2% aproximadamente y lo padecen ambos sexos por igual. Eso sí, la herencia familiar influye en hasta el 30% de los casos. En este artículo vamos a conocer las características y el tratamiento del vitíligo.
Este problema dermatológico es fácilmente reconocible: son máculas o manchas blancas lechosas, de forma y tamaño variables, con un borde habitualmente convexo que puede tener el color normal de la piel o bien puede ser hiperpigmentada, o también, de forma excepcional, rojiza e incluso discretamente palpable. En este último caso se habla de vitíligo de inicio inflamatorio.
Las lesiones de vitíligo pueden localizarse en cualquier punto del cuerpo. No obstante, existen zonas especialmente características como el dorso de manos y pies, codos y rodillas, órganos genitales, regiones cercanas a orificios, axilas y ombligo. La aparición de un vitíligo en una zona cutánea sometida a roces y heridas repetidas (fenómeno de Koebner) es uno de los casos más habituales cuando se habla de este trastorno.
¿Por qué se produce el vitíligo?
El mecanismo que desata esta afección es una reacción inflamatoria que destruye lentamente las células que dan color a la piel, los melanocitos, y hace que aparezcan manchas blancas. Las numerosas tesis para explicar la aparición de un vitíligo reflejan en realidad el desconocimiento que se tiene de su patogenia. La teoría autoinmunitaria, es decir, la agresión del sistema inmunitario a células del propio organismo, es la más aceptada debido sobre todo a su asociación con enfermedades de este tipo –como la tiroiditis o el lupus–; este supuesto se ha fortalecido con argumentos sólidos procedentes de los ensayos de inmunoterapias antimelanoma.Cabe advertir que debido a la ausencia de protección melánica, el área afectada es muy fotosensible, de modo que incluso una exposición solar moderada puede provocar un eritema acusado, con prurito y sensación de quemazón.
Por lo demás, la extensión de la enfermedad es imprevisible. En los casos más graves, la confluencia de las lesiones puede ocasionar una despigmentación generalizada. El cabello, las pestañas y las cejas también pueden estar despigmentados. Sin embargo, no existe paralelismo evolutivo entre la afectación de la epidermis y la de los folículos del vello.
La distribución de las lesiones es muy variable de un paciente a otro, y a veces resulta sorprendente. Así, el vitíligo más leve puede evolucionar hacia el generalizado, con afectación de más de una región del cuerpo y, en los casos extremos, de toda la piel. La mayoría de los pacientes (90%) presenta un vitíligo generalizado.
El vitíligo localizado se distingue de las otras formas clínicas por una edad de inicio más precoz, la extensión rápida de las lesiones (en un año) seguida de una interrupción de la propagación, ausencia de fenómeno de Koebner y la rareza de la asociación a afecciones autoinmunitarias.
Tratamiento del vitíligo
En cuanto al tratamiento del vitíligo, tradicionalmente ha sido difícil de atajar. La terapia debe detener la progresión de las lesiones, proporcionar la máxima repigmentación y ser satisfactoria para el paciente. Resulta fundamental comenzar el tratamiento de forma temprana, antes de que se desarrolle el encanecimiento prematuro del cabello. Las recomendaciones indican que la fototerapia y su utilización combinada con dermocorticoides son los más eficaces.
En casos leves, se puede optar por no hacer nada, usando siempre fotoprotección. No obstante, se confía en que la investigación dará solución a esta dificultad de tratamiento a corto plazo. En la actualidad ya se está trabajando con células madre y suplementos de factores de crecimiento con hormonas estimulantes de los melanocitos.
Dr. Jesús Mª Careaga
Especialista en Dermatología y Venereología de IMQ
[hs_form id="0"]