Los efectos de la pandemia obligan a extremar las precauciones dentro y fuera del aula
Este comienzo de curso ha estado marcado por una mayor carga de preparativos para los centros y de incertidumbre para todos. Recordemos que una vuelta al cole segura empieza en casa no solo enseñando a los niños y niñas el uso de las medidas higiénicas y de protección, sino evitando contactos y reuniones innecesarias para minimizar el riesgo de contagio. Cuantas más infecciones por coronavirus haya en los adultos, más casos habrá entre los niños. Hay que evitar que las escuelas sean motor de propagación del Covid-19.
Cada alumno y alumna va a responder de una manera diferente a la rutina de las clases presenciales según sea su carácter, sus experiencias durante el confinamiento, el nivel de angustia familiar… Además, dependiendo de si han podido ver a sus amigos y amigas del colegio durante el periodo estival, los reencuentros van a ir más o menos cargados de emociones.
Los padres conocen bien a sus hijos, lo que constituye una baza para adelantarse a sus reacciones planificando estrategias y dando soluciones y apoyo si aparecen problemas. Deberán tratar de guardar su comprensible ansiedad para ellos en la medida que puedan.
Con adolescentes y preadolescentes, el enfoque tendrá que ser más maduro, intentando involucrarlos más y hacerlos parte del sistema de protección de la familia.
Pautas básicas
En líneas generales los niños hacen lo que ven y repiten lo que oyen. Si mostramos adherencia con las medidas de higiene ellos también lo harán. En la infancia por suerte las rutinas se incorporan más fácilmente y eso será de gran ayuda. Se recomienda primar las mascarillas de tela lavables por el factor económico y ambiental.
En el ámbito escolar, hay que seguir las normas de prevención que marca cada colegio (mascarillas, higiene de manos…) y evitar la asistencia tanto si se tienen síntomas como si se sospecha que ha habido contacto con una persona contagiada. Los protocolos que implementan los centros contienen una parte común para todos y otra más específica según la idiosincrasia de cada colegio, por ello algunas pueden diferir de unos a otros. Todas las normas son susceptibles de mejora pero la herramienta más eficaz en este caso es la comunicación cordial entre padres, profesores y dirección del centro para evolucionar juntos por el bien de todos. Además, debería proporcionarse un mayor apoyo a aquellas familias que tengan un menor aquejado de una enfermedad crónica o incluso algún familiar con patologías graves que sea más vulnerable a las repercusiones de un contagio.
La vacunación contra la gripe, aunque no se ha probado que aporte ningún beneficio frente a la Covid-19, protegerá a las personas de riesgo de co-infecciones y disminuirá la aparición de síntomas comunes al coronavirus, lo que ayudará a reducir la presión sobre el sistema sanitario.
Dr. David Belver
Pediatra de IMQ