Los accidentes laborales son lesiones físicas o psíquicas que el trabajador puede sufrir como consecuencia de la realización de las actividades propias de su trabajo. Aunque cada vez se hace más hincapié en su prevención, las últimas cifras indican que, en el último año, las lesiones provocadas por la actividad laboral han aumentado un 6,9%. En cifras absolutas, el número total se eleva hasta los 400.000 accidentes laborales.
Aunque el sector con más porcentaje de accidentes es el de servicios, ya que también es el que cuenta con mayor ocupación, son los sectores de la construcción, la industria y la agricultura los que registran un mayor número de accidentes laborales graves e, incluso, mortales, derivados del uso de maquinarias pesadas y peligrosas que aumentan el riesgo de accidente.
En estos sectores los accidentes más comunes, y más graves, tienen que ver con atrapamientos que producen aplastamientos y amputaciones provocados por el uso de la maquinaria, seguidos por las caídas desde una altura elevada, sobre todo en el caso de la construcción, y otras lesiones, en general, más leves como golpes, cortes y heridas provocadas por el material y las herramientas. Por ello, en estos sectores se hace todavía más importante un buen plan de prevención que minimice los accidentes laborales y cree un entorno de trabajo seguro.
Al hablar de accidentes laborales, solemos pensar inmediatamente en sectores como los anteriores. Pero las oficinas, aunque tienen un riesgo poco elevado de accidentes graves, también son un lugar en el que mantener la precaución.
Entre los accidentes laborales más frecuentes en las oficinas encontramos los siguientes:
Las lesiones provocadas por el sobresfuerzo muscular y la fatiga física son accidentes muy presentes en todos los sectores laborales. En el caso de los trabajos que requieren una constante actividad física, como la construcción, la industria, o la agricultura, los accidentes laborales más frecuentes son las lesiones de espalda y las tendinitis.
En las oficinas, y otros lugares similares donde se trabaja sentado la mayor parte del tiempo, son frecuentes, además de las de espalda, las lesiones de cuello y brazos, provocadas por malas posturas. Unos correctos hábitos posturales y un mobiliario ergonómico y acorde a la actividad, pueden evitar este tipo de accidentes laborales.
En la definición de los accidentes laborales, se habla de lesión tanto física como psíquica. La fatiga mental, el estrés, la ansiedad y la depresión están en el punto de mira de los accidentes en el entorno laboral, ya que en los últimos años ha supuesto la segunda causa de baja laboral.
Estos estados, pueden desencadenar en muchas ocasiones enfermedades físicas derivadas del trabajo, como problemas cardiovasculares, digestivos, cutáneos o alterar la concentración y la capacidad intelectual.
Es importante prestar tanta atención a esta tipología de accidentes laborales como a las lesiones físicas. Por ello, la prevención de riesgos laborales debe incluir la dimensión psicosociológica del trabajo, que se ocupa de la salud y el bienestar completo de los trabajadores.
La Prevención de Riesgos Laborales es fundamental. Muchos accidentes laborales se pueden evitar con un buen plan de prevención con el que se evalúen los riesgos, y con el que los trabajadores reciban la información y formación necesarias para un desempeño seguro de su actividad laboral y además se valoren normativamente, mediante vigilancia de la salud específica otros factores como la sensibilidad personal ( patología de base, discapacidad, tratamientos etc).
Médico de medicina general del IMQ y especialista de Medicina del Trabajo
Presidente de la Sección de Medicina del Trabajo de la Academia de Ciencias Médicas de Bilbao
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