El cáncer de laringe es el segundo tumor maligno más frecuente en el área de cabeza y cuello tras el de piel y el segundo también en las vías respiratorias después del de pulmón. El cáncer de laringe se asocia a un consumo excesivo de tabaco y alcohol con predominancia en el sexo masculino (una diferencia de ocho hombres por cada mujer). La incidencia máxima por edad se sitúa en torno a los 60-70 años.
Al igual que otros tipos de tumores, el cáncer de laringe comienza con una sucesión de cambios en una célula que hacen que ésta empiece a reproducirse sin control. Cuando se agrupan estas células forman un bulto o tumor, y si éste se localiza en la cuerda vocal se produce una disfonía o ronquera. En la laringe, el factor que desencadena la alteración celular en el 94% de los casos es el humo del tabaco. De ahí que la primera prevención sea dejar de fumar.
Al enfrentarse a este tipo de cáncer, el paciente suele preguntar si tiene curación o no. También le preocupa el tratamiento a seguir, sobre todo si se tiene que practicar una incisión en la tráquea, si es doloroso o si podrá llevar una vida más o menos normal.
Síntomas del cáncer de laringe
Para poder entender cómo se desarrolla un cáncer en esta zona del cuerpo es importante conocer que la laringe está dividida anatómicamente en tres áreas: la glotis, la supraglotis y la subglotis. Los síntomas del cáncer de laringe difieren según cuál sea la localización del tumor. Por un lado, los tumores glóticos presentan disfonía en la mayor parte de los casos. Siempre que dure más de 15 días debe ser valorada por el otorrinolaringólogo. Por su parte, los tumores supraglóticos dan síntomas más tardíos como dolor al tragar o dolor irradiado al oído. En cuanto a los que se producen en la subglotis, pueden presentar disfonía y sensación de ahogo.
El diagnóstico del cáncer de laringe se basa en los síntomas y en la exploración física que, por ser una zona de difícil visualización, se realiza normalmente con fibrolaringoscopia. La sospecha se confirma después mediante biopsia y se efectúa un estudio de extensión con técnicas de imagen como tomografía computarizada (TAC) y resonancia magnética. La mejora de los exámenes clínicos y radiológicos (pet Scan) permite la localización de segundos tumores.
Tratamiento del cáncer de laringe
Un cáncer de laringe diagnosticado precozmente puede ser tratado sin alterar las funciones de este importante órgano (contribuye a la producción de la voz, protege la vía aérea durante la deglución y las cuerdas vocales se abren naturalmente al respirar). Por el contrario, un tumor avanzado puede requerir la realización de un traqueostoma, orificio que comunica la tráquea con el exterior, así como la pérdida de la voz.
El tratamiento del cáncer de laringe varía en función del estadio del tumor, de la localización del mismo y de las circunstancias del paciente. Las opciones son cirugía, radioterapia y quimioterapia.
En estadios precoces se puede decir que tanto la cirugía como la radioterapia tienen la capacidad de curar a gran número de pacientes. Es aconsejable que se utilicen de forma única y en las dos formas de tratamiento se conserva la voz. La cirugía también está indicada en tumores pequeños para poder preservar la voz y el resto de funciones laríngeas.
En casos de tumores más avanzados, la laringectomía total implica la extirpación de toda la laringe y la traqueostomía la apertura quirúrgica de la tráquea para colocar un tubo que facilite el paso del aire; ambas técnicas han demostrado ser muy eficaces en el control de la enfermedad.
Siete de cada diez pacientes sobreviven
La esperanza de vida en el cáncer de laringe está relacionada con el tamaño y extensión del tumor. El factor más importante es la extensión a los ganglios linfáticos regionales. La supervivencia global de estos pacientes está en torno al 70%. El mejor pronóstico lo tienen los tumores glóticos porque dan síntomas precoces y en principio no presentan metástasis.
Ni tabaco ni alcohol
El Código Europeo del Cáncer recomienda llevar una dieta equilibrada así como no fumar (y si no se puede dejar, no hacerlo en presencia de no fumadores). Tampoco beber alcohol, moderando su consumo a un máximo de dos unidades diarias en hombres o una en mujeres.
Otras patologías más benignas
La disfonía o ronquera es una consulta frecuente y puede tener otras causas de naturaleza benigna que conllevan un tratamiento menos agresivo. En este sentido, las lesiones benignas más frecuentes son la laringitis aguda, nódulos y pólipos en cuerdas vocales o el reflujo gastroesofágico.
Iñaki Riaño
Especialista de Otorrinolaringología de IMQ