Cuando termina el verano las temperaturas empiezan a bajar y se producen cambios de temperatura más bruscos, durante algunas horas del día hace mucho calor y por la noche hace frío. Además, es una época donde se suceden las lluvias. Un resfriado puede aparecer en cualquier estación del año pero, son más frecuentes durante los meses fríos.
Nuestro sistema inmunitario se vuelve más vulnerable y nuestra susceptibilidad a ponernos enfermos se incrementa.
Un resfriado o catarro común es una infección, generalmente benigna, que es producida en las vías respiratorias por varios tipos de virus, siendo el más frecuente el rinovirus. Se calcula que aproximadamente el 50 % de los casos están producidos por algún tipo de rinovirus (hay más de 100 serotipos diferentes).
Otros virus que también pueden provocar un resfriado son los picornavirus y los coronavirus.
Los síntomas del resfriado, una vez se contagia el virus tardan de uno a tres días en aparecer y pueden ser:
- Estornudos, secreción nasal, ojos “llorosos”, …
- Dolor y/o picor de garganta
- Congestión nasal
- Tos
- Febrícula o fiebre baja
- Escalofríos
- Cansancio y pérdida de apetito durante el proceso
Estos síntomas suelen estar entremezclados y según el que más predomine podremos decir que se trata de una rinitis (moco nasal), una faringitis (dolor de garganta), una laringitis (tos ronca) o complicarse con una bronquitis (tos y ruidos respiratorios) o sinusitis.
Cuando hay fiebre, ésta no suele durar más de 3 o 4 días. Los síntomas nasales y de garganta ceden en una semana aproximadamente. La tos puede durar más tiempo y, en ocasiones puede persistir una tos “residual” (tos seca) que no es raro que llegue hasta 2 semanas.
¿Cómo se contagia un catarro?
Los catarros o resfriados se contagian a través de las secreciones respiratorias que se expulsan al aire con la tos y los estornudos o por medio de objetos contaminados con estas secreciones.
Por eso, los resfriados se pueden contraer tanto por el aire como tocándonos ojos, nariz o boca después de manipular algo que contenía el virus del resfriado.
¿Cómo tratar un catarro? Aliviar los síntomas del resfriado
Como sabemos, el resfriado común es la enfermedad más extendida por todo el mundo. Lo que podemos hacer es esperar a que nuestro propio sistema inmunológico acabe con los virus e ir tratando los síntomas. Podemos seguir una serie de consejos para sentirnos mejor:
- Protegerse del frío y de los cambios de temperatura.
- Beber en abundancia zumos de frutas, infusiones, agua, caldos, etc. que ayudarán a fluidificar las secreciones respiratorias.
- Seguir una dieta sana y equilibrada, rica en frutas y verduras que proporcione un aporte vitamínico y mineral completo.
- Buscar el calor. Las bebidas calientes alivian la tos y el dolor de garganta, aparte de ayudar a eliminar las mucosidades.
- Buscar el vapor. El vapor ayuda a aliviar la irritación y la congestión nasal y el picor de garganta.
- Gárgaras con infusión de manzanilla a “temperatura ambiente”: ayuda a aliviar las molestias de garganta.
- Guardar reposo. El cuerpo necesita concentrar las fuerzas en combatir los virus.
- Crear un buen ambiente de descanso. En caso de tener fiebre es aconsejable el reposo en cama en una habitación fresca y no muy seca y con ropa ligera.
- Evitar el tabaco (y ambientes con humo).
- Sonarse la nariz a menudo. Es la mejor forma de eliminar las mucosidades. También se pueden hacer lavados nasales.
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El uso de fármacos es evitable ya que, habitualmente, no hacen falta. Además, el uso indebido o desmesurado provoca que desarrollemos resistencia a ellos. Sin embargo, algunos analgésicos-antitérmicos nos pueden ayudar a paliar los síntomas si estos son muy intensos.
La cefalea y el dolor de garganta se combaten, por ejemplo, con paracetamol o ibuprofeno (siempre que no exista contraindicación o alergia).
Es importante para evitar, en la medida de lo posible, el contagio, mantener unas normas de higiene básicas (lavado de manos tras manipular objetos que hayan podido estar en contacto con el virus (juguetes, pañuelos,…), lavado de manos previo a las comidas, etc).
Siempre habrá que tener en cuenta que, si cualquiera de los síntomas no va mejorando claramente pasados unos días y/o empeora (fiebre, sensación de ahogo, aumento de tos, mucosidad verdosa que no mejora o herrumbrosa...) o, persistencia de sintomatología, hay que consultar al médico o volver a acudir (en caso de haber sido valorado previamente).
Elena Santolaya
Médico del Servicio de Atención Urgente Ambulatoria del Centro IMQ Colón
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