Especialista en Medicina General de los centros médicos IMQ Colón e IMQ Barakaldo
Las intoxicaciones alimentarias son frecuentes y afectan a muchas personas. No en vano, una incorrecta manipulación de los alimentos puede ocasionar la proliferación de microorganismos en ciertos productos. Por ello, en este artículo queremos mostrarte una serie de precauciones básicas para evitarlos.
6 alimentos que pueden causar intoxicación alimentaria
El concepto de intoxicación por alimentos engloba un conjunto de patologías causadas por la ingesta de comidas en malas condiciones. Es interesante señalar que, si el problema ocurre en el comedor de la fábrica u oficina, puede considerarse como un accidente laboral.
Generalmente, se trata de una infección debida a virus, parásitos o bacterias como la salmonela, el campylobacter, los clostridios y la escherichia coli. Entre los síntomas de la salmonelosis encontramos diarrea con sangre, cólicos abdominales y fiebre, que suelen presentarse en cuadros agudos que duran menos de una semana y se resuelven espontáneamente. Sin embargo, en algunos casos, aparecen complicaciones como la deshidratación o el síndrome del intestino irritable.
Un dato importante para identificar esta enfermedad es que aparece simultáneamente en varias personas que compartieron una comida, sobre todo, si consumieron los siguientes alimentos.
1. Huevos
Las preparaciones que contienen huevos crudos como las mayonesas, los ponches y algunos aderezos para las ensaladas pueden transmitir salmonelosis. Además, la exposición de estos alimentos a las altas temperaturas del verano hace que la proliferación bacteriana se acelere, ya que el huevo funciona como un medio de cultivo.
2. Carnes mal cocidas
No cocinar totalmente las carnes de pollo, pavo, res o cerdo es un riesgo, dado que cabe la posibilidad de que estén contaminadas. Los organismos más frecuentes son las bacterias o los cisticercos, la forma larvaria de la tenía, un parásito intestinal.
3. Frutas y verduras
Los productos agrícolas frescos, en ocasiones, es posible que se expongan a diferentes microorganismos en cualquier punto del trayecto, desde el campo hasta tu cocina. Por ello, es conveniente lavarlos muy bien con agua tibia y algún detergente, así como pelarlas siempre que sea posible y eliminar las partes dañadas antes de incluirlas en tu alimentación.
4. Pescados y mariscos crudos
Existen varios tipos de intoxicaciones producidas por los mariscos y el pescado. La escombroidosis, por ejemplo, es la causada por la descomposición de la caballa, el bonito, el atún o el dorado. Por lo general, el pescado suele tener un sabor amargo o picante y elevados niveles de histaminas. De hecho, en octubre de 2021 ocurrió un caso en varios centros escolares de Gipuzkoa cuando se sirvió atún con tomate al alumnado.
Por otra parte, la marea roja es ocasionada por parásitos llamados dinoflagelados. De estar presentes en las ostras, almejas, vieiras o mejillones, los contaminan con la toxina que producen, la saxitoxina.
5. Lácteos no pasteurizados
La leche cruda o el helado, el queso, el yogur y las cremas preparados a partir de ese producto pueden contener bacterias. Entre las de mayor riesgo se encuentra un tipo de campylobacter productor de toxinas y el Mycobacterium bovis, que puede causar tuberculosis.
6. Brotes
Los germinados de soja, alfalfa, mostaza o leguminosas son alimentos muy agradables que se consumen casi crudos de forma habitual, debido a su textura crujiente. Sin embargo, las condiciones de temperatura y humedad que favorecen su crecimiento también activan la proliferación de bacterias.
Consejos para prevenir las intoxicaciones por alimentos
La mejor manera de impedir las intoxicaciones alimentarias es seguir las recomendaciones de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición. A continuación, encontrarás consejos muy útiles para preparar y consumir tus comidas.
Tratamiento previo
La leche y sus derivados deben haber sido tratados para eliminar las bacterias. Las carnes y pescados estarán congelados o convenientemente refrigerados, sin romper la cadena del frío.
Cocer las carnes
Las carnes de cualquier tipo han de cocerse completamente. Lo ideal es proveerte de un termómetro de cocina y medir la temperatura de la parte central de la pieza, que debe mantenerse por encima de 70 grados centígrados durante algunos minutos.
Las sobras
Aunque lo más adecuado es consumir de inmediato todo lo preparado, lo que sobre no se puede dejar a temperatura ambiente. Hay que refrigerarlo a menos de 5 grados centígrados o mantenerlo caliente, por encima de los 60 grados.
Una correcta higiene
Las áreas destinadas a la preparación de los alimentos han de mantenerse limpias y desinfectadas, así como libres de insectos y roedores. Las personas encargadas de la manipulación deben observar medidas higiénicas como el lavado frecuente de las manos con agua y jabón.
Con todo, las intoxicaciones alimentarias es posible prevenirlas, siempre y cuando sigas las precauciones que te hemos sugerido. Vale la pena esforzarse un poco para evitar no solo el cuadro agudo, sino también las posibles complicaciones.